Artículo Periodístico 3.105º: “Columna periodística”.
Tienes
en la cabeza un tema o varios a desarrollar para la próxima columna que vas a
redactar, y cuándo te pones, algunos días y algunas veces, emerge otro tema y
otros argumentos…
La escritura, supongo, que como
cualquier actividad de la mente o conciencia o del espíritu o de la psique o
del alma, es algo misterioso y enigmático. Hay que estar-llevar-arrastrar mucho
tiempo en este esfuerzo para ser consciente de esta realidad. La
mente-conciencia consciente e inconsciente te lleva, muchas veces, por donde
quiere. Quizás, el gran arte, es esa mezcla organizada y desorganizada de lo
consciente e inconsciente. Que el autor, sea de dibujo o poema o artículo
periodístico o fragmento de texto o microensayo, que ya reconoce los vientos
del alma y de la mente, y, aunque él o ella se dirige hacia un lado, si nota
que el fragor del huracán de la mente, le lleva hacia otro puesto, pues ya sabe
dejarse llevar. Quizás, eso sea la gran diferencia entre alguien que conoce y
ha amaestrado mínimamente al/el talento o, del que no. O, diríamos con Marina,
el ingenio.
Reduces el tamaño en palabras de
cada párrafo, por respeto a los que leen hipotéticamente, los artículos en
receptores de móviles. Pero al cortar, el desarrollo de las varias frases, en
el párrafo, quizás, se redacta de otro modo, se recibe el mensaje de otra
manera y forma…
No escribo textos para mirarme en
el espejo de la cultura, y, decirme a mi mismo, que guapo y listo y entendido
soy, que soy capaz en ochocientas palabras, plantear un tema, desarrollarlo y
desenlazarlo, sino que redacto textos, porque es mi forma de entender y
comprender algo del mundo. O, dicho de otro modo y forma, intento servir a la
sociedad/humanidad con esta ristra de chorizos de palabras. No están, para mi
vanidad y soberbia, sino realizar un buen café con hielo, en una tarde de
agosto, y le sirva a otro ser humano, para entenderse y comprenderse mejor. No
por las soluciones que yo le aporte, sino por las preguntas implícitas que
están dentro…
Decía Manual Alcántara, el gran
maestro del articulismo de estos últimos lustros, que sobretodo una columna no
debe aburrir a nadie, parafraseándolo, yo, yo pienso que además de ello/eso,
una columna no puede, ni debe permitirse hacer perder el tiempo, cinco o siete
minutos a nadie. Que ese sujeto pierda su tiempo como quiera o dónde quiera o
en lo que quiera. Pero desde luego, no, no lo haga, con un artículo que firme
este escribiente y observante y pensante, que tiene usted delante estas
palabras…
Intento, no hacer perder el
tiempo, ni su esfuerzo mental. Sino que estas pequeñas compañías de palabras,
le hagan llegar a percibir/sentir/pensar que pueden existir otras realidades,
dentro de este mundo, que quizás, quizás usted no haya pensado en ellas,
quizás, algunos argumentos en un tema, que quizás, no haya pensado nunca,
quizás algunos datos, quizás algunas nuevas preguntas, quizás algunas
cuestiones, quizás...
Las columnas periodísticas de
opinión o literarias que yo firmo, no están para ideologizarlo a usted,
dirigirle su corazón y su pensamiento hacia un sistema de ideas, o que tenga
aversión a otro. No. No estoy para con-vencer y, menos, vencer a nadie en/con
su cerebro. En esa lucha por los cerebros y consciencias y conciencia que
tantos partidarios tienen. Mi función, no es convencerle, ni ideologizarle, ni
nada semejante, mi función es presentarle cuestiones o temas o datos o argumentos
o razones, y, que usted, con ellos, los critique o analice o niegue o complete
o complemente o perfeccione. Yo, yo, puede que no sepa más que usted, en el
tema que tratamos. Sí, quizás, sepa más que usted, en la estructuración de la
literatura o del articulismo literario. Pero, ni siquiera eso, lo podemos
saber. Escribo columnas para que usted piense, y busque otras soluciones, no
las que yo le aporto…
Cada tecnología que se inventa o
descubre, no solo cambia una forma de realizar determinados actos, sino va
cambiando el cerebro y la conciencia. Dicen, algunos expertos, que nuestra
especie acabó sobresaliendo y sobreviviendo, porque inventó el arco y la
flecha, y, este era un instrumento más eficaz que cazar con lanzas,
enfrentándose directamente al animal. Sea este concepto cierto o, solo sea a
medias. No cabe duda, que no solo transformamos el medio exterior, con nuestras
ideas y conceptos, sino que al transformarlo de un determinado modo, nos
cambiamos por dentro… Vivimos, un tiempo, como todos, con alegrías y tristezas.
Muchos señalan en los medios de comunicación, lo negro y obscuro y gris del
momento, pero no lo alegre y la felicidad del momento. Pocos narran, que hoy,
sí hoy, usted ha ido al sistema de salud público, y lo han tratado, y le han dado
un diagnóstico. Hace cien años, tendría que haber pagado un médico, y, quizás,
se habría arruinado y se habría muerto. Hoy, abre el grifo de agua y le cae,
toda la que usted quiera, su bisabuela tenía que ir a la fuente o al pozo,
quién sabe si se podría caer en invierno helado de su terruño.
Pienso que una columna
periodística, incluso cuanto trate temas tristes y escabrosos, debe ser una luz
de pequeña esperanza y pequeña alegría para el ser humano que recibe esta
paloma. Que una columna, no está para adoctrinar, sino para hacer pensar y
sonreír. Cierto es, que hay que utilizar argumentos, pero sabiendo que
posiblemente, los argumentos que sabe y conoce el hipotético lector/a son más
verdaderos que los del articulista. Quizás, con estas palabras, se haya convencido
para que continúe leyendo artículos periodísticos o, quizás, quizás no. Usted
está en su libertad y en su derechos de hacer una cosa u otra. Paz y bien.
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jmm caminero (06-13 julio 2022 cr).
Fin artículo 3.105º:
“Columna periodística”.
E. 13 julio