Artículo Periodístico 3.121º: “Leer la Biblia, al menos, como literatura”.
Cientos
de historias y de ideas y de máximas están hundidas en las imágenes y diálogos
y narraciones de la Biblia. La Biblia como libros de literatura y narrativa y
aforismos.
Cuando vuelves al mundo clásico,
percibes, que los espíritus y conciencias de entonces, los que podrían
permitírselo, aunque existían bibliotecas públicas, en todas las ciudades del
imperio romano, que tuviesen un mínimo de habitantes. No hemos inventado casi
nada. Hemos copiado realidades antiguas, a moldes de la contemporaneidad.
Expresaba que cuando revuelves en
el mundo clásico, uno de los fundamentos de Europa y de Occidente, te percatas,
que las historias, llamadas de la mitología, forman y conformaban el consciente
del superyo o inconsciente colectivo. En lo bueno y en lo menos bueno…
En una clase, hace tiempo, los
alumnos no conocían quien era Noé, alumnos de enseñanzas medias de cursos
superiores. Entonces comprendí, que el conocimiento del pasado era muy limitado.
Y, sin ese conocimiento, aunque fuese general, cosa en la que la mayoría de
nosotros nos situamos, no podemos entender y comprender, de forma adecuada,
aunque no sea profunda, lo que somos y en lo que somos…
En un artículo de Juan Manuel de
Prada, en el ABC del seis de octubre de 1998,
titulado, Historia sagrada, nos habla de la Biblia y de su infancia y de
otras cuestiones. No entro en la cuestión de que usted sea ateo o sea agnóstico
o no creyente o creyente en otra religión, que no sea el cristianismo o el
judaísmo, pero usted, si vive y existe en este mundo, tiene que leer o
acercarse a beber del liquido y licor de la Biblia, aunque sea como libro
literario. Que además, es uno de los grandes libros literarios de la humanidad
–no se rasgue la corbata, porque puede que usted, para usted sea un libro
sagrado-.
Pero al menos, nadie puede negar,
si es mínimamente objetivo, que puede usted admitir que es un libro de
literatura, dónde están todos los géneros literarios de hoy, en trozos: sea
narrativa, microensayos, discursos, aforismos o máximas, diálogos teatrales,
relatos o cuentos, historia militar, historia sagrada, historia política,
historia económica, etc.
El maestro del ensayismo Freud,
como nos diría el gran intérprete Harold Bloom,
utilizaba la mitología grecorromana y la Biblia, como ideas de
personajes y arquetipos para explicar lo profundo de nuestro ser. Durante
generaciones y siglos, se ha utilizado la lanza y dardo contra el Vaticano, que
no incentivaban que la población leyese la Biblia, cosa que si hacían las
iglesias luteranas o calvinistas o evangélicas. Debido a ese temor, del
problema de la interpretación, que ahora no podemos dilucidar… Pero ahora, que
existen docenas de ediciones bíblicas en cualquier idioma de Europa, y casi del
mundo –véase la colección de Biblias en todas las lenguas del mundo, que se
conserva en Andorra-. Hoy, las personas, demasiadas personas, no
leen-piensan-perciben-analizan la Biblia, aunque sea como libro literario o de
literatura.
Siempre existe una dialéctica o
polémica o dicotomía o dualidad, desde que yo era joven, si hay que leer
cualquier cosa, o si hay que escoger o seleccionar la lectura o lecturas.
Personalmente, me ha llevado a pensar, que no todo libro es bueno y es
positivo, para toda o cualquier edad, sino que existen posibilidades diversas y
diferentes, y, algunas lecturas, no pueden armonizar con el desarrollo
cognoscitivo o conceptual o psicológico de una persona, en un momento
determinado.
Por tanto, no todo libro,
conviene a toda persona, según su edad, circunstancias de todo tipo,
conocimientos, realidad psicológica. Porque la lectura, puede ser un veneno, de
hecho, muchas veces, lo es. Condicionando a las personas, a veces, de forma no
correcta, ni adecuada, sea moral o sea psicológicamente… Puede que este
aserto-enunciado no le guste a usted, pero eso es. No estoy hablando de
censura, si no de no conveniencia, según situación y biografía y vida…
Otros, indican, que la lectura, o
lecturas, que era el procedimiento, anterior a la fase actual, en la que
estamos, en la que los seres humanos recibían, información y datos e ideas y
conceptos y argumentos e imágenes. Otros piensan y sienten y opinan, que la
lectura, tiene que ser adaptada a la edad, etc., pero también, ofrecer al
individuo las grandes obras del pensamiento o de la literatura o de la ciencia
de cada saber. Que el individuo, no se pierda en tanta lectura de tercer o
cuarto orden, y vaya a beber a las fuentes egregias de la cultura occidental,
al menos, de la cultura mundial.
Nos engañan y nos engañamos, -hay
que hacerse esta gran pregunta-, si leemos lo que leemos, y, en cambio, no
conocemos, nos moriremos sin conocer las grandes obras maestras de la
humanidad. Las cien grandes obras o autores de la literatura –ya que estamos
hablando de literatura-, los manuales, mínimos, dos o tres manuales ortodoxos
de cada saber o ciencia…-. Ambos tipos
de lectura, nos permitirían entender y comprender el mundo de otra manera o de
otra forma…
En una época de tanto gourmet
exquisito en todos los aspectos de la vida-existencia, demasiados, en las
lecturas-libros-documentos, olvidan las grandes obras del espíritu/conciencia
humana… Tantas dietética para tener un cuerpo sano, y olvidamos, una mínima
dietética para disponer de una conciencia sana…
No conocer, si usted no conoce,
las grandes historias de la Biblia, si no conoce, algo de todos esos géneros y
modos de expresión, si no empieza a leer, la Biblia, aunque sea con una óptica
literaria, -si es que no admite una dimensión religiosa y teológica-, si no bucea
en la Biblia, como un/el gran libro de literatura, de la literatura universal,
usted está dejando de entender una parte del mundo y de su mundo interior y
exterior...
Porque en los grandes personajes
de Shakespeare,
venga el caso, están los arquetipos de los que somos, en gran medida, pero en
los grandes personajes de la Biblia
están los arquetipos de lo que somos, a semejanza, que en los grandes mitos
clásicos, está el arquetipo inconsciente de lo que
somos/deseamos/pensamos/sentimos en ese mundo irracional/racional del que
formamos parte, según los viejos ensayistas Freud, Adler, Jung…
Si quiere entender y entenderse,
el consciente y mucho del inconsciente de lo humano, humanidad, individuo y
sociedad, si quiere entender mucho de lo que somos, no solo lo que decimos ser,
sino lo que somos, usted, usted tiene que volver el corazón a la Biblia, aunque
usted sea o crea ser: ateo o agnóstico o escéptico o hedonista o materialista o
relativista o nihilista o liberal o conservador o socialista o comunista o anarquista
o…
http://twitter.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (25-27 julio 2022 cr).
Fin artículo
3.121º: “Leer la Biblia, al menos, como literatura”.
E. 27
julio