Artículo Periodístico 3.113º: “El gran tabú”.
El
articulista tiene que tratar temas de pura novedad, que pueden durar en el
corazón de los hombres, unas semanas, otros son intemporales, eternos. Esta es
la cuestión.
Quizás, la vida o la experiencia
o las vivencias, me ha llevado a pensar, en eso del ciclismo/ciclos en lo
espacio-temporal. Que con distintos nombres, casi todas las cosas se repiten,
de un modo o de otro, con otras variables, otros formatos o vestidos
ideológicos, afectando a más número de personas o menos.
Cuando habla el periodismo de
actualidad y novedad, en cierto sentido, no saben lo que dicen. Porque es
cierto, que hoy, podemos comentar la subida o la bajada de la bolsa, es la
realidad de hoy o de esta semana. Pero los ciclos económicos, devienen desde,
posiblemente, la prehistoria, dónde también habría épocas de más caza, más
comida, y etapas de menos caza, menos comida, de mucho frío y muchas carencias,
y épocas, de abundancia… No tengo que narrar aquí la historia de José,
el israelita, transformado en visir del Antiguo Egipto…
José Luis Martín Descalzo publicó en El ABC del 02 de
noviembre de 1987, una columna titulada El gran tabú. En definitiva a raíz
de las fiestas seculares que se han ido formando y conformando, venidas del
mundo anglófilo, sobre el tema de la muerte y de la calavera.
Podríamos indicar o expresar o
narrar, que entre los cambios producidos en el mundo contemporáneo, si tomamos
esto desde las revoluciones políticas, Independencia Americana, Revolución
Francesa de 1789, desde esas mieses, pasando por todos los procesos ideológicos
de la ilustración y otras filosofía, existe un punto en común, es intentar que
todas las realidades religiosas se conviertan en seculares.
¿Existe un interés, que lo
religioso tenga menos presencia en la realidad humana, está gestionado estos
movimientos, que tienen muchas dimensiones, por algunos poderes o algunas
ideologías, que quieren, que lo religioso/sagrado sea cada vez más reducido en
el corazón de los hombres, individual y colectivamente…?
En definitiva, parece que quieren
que olvidemos la muerte, la muerte en general, la muerte individual, tu muerte.
Obsesionarse con/en la muerte, es un error psicológico y moral, en todos los
sentidos, pero vivir de espaldas a ella, sin creer que vas a morir
individualmente, es un error muy grave. Porque no entiendes, el proceso del
existir, al menos, el que ha sido hasta ahora, y, parece que de momento
continuará en todo ser viviente, fallecerá, de cualquier especie viva, al menos
en este ovoide –aunque dicen que existe una especie botánica en Norteamérica,
que habita este planeta desde hace cinco milenios al menos-.
Oía, hoy, una explicación de Ignacio de
Loyola, cuando visitó su tierra, en Azpeitia, entre otros fines, en
dar buen ejemplo, porque en su juventud, parece ser, que no lo había sido
tanto. Dicen, que incluso tuvo un pleito con un hermano suyo de sangre que era
sacerdote. No pedimos que usted, ni yo, suframos esos misterios de conversión,
como el de este español y vasco de hace cinco siglos, pero quizás, si, que
vivamos y existamos y bebamos de/en esta vida con más sentido común, más
racionalidad, más prudencia, más moralidad y más abiertos a que pueda existir
el Buen Dios.
Porque el propio morir de uno
mismo, tiene muchas dimensiones, en otros tiempos, no era necesario recordarlo,
porque todo el mundo era consciente, de que al morir, se tendría que enfrentar
al verdadero Autotribunal de sí mismo, presidiéndolo el mismo Dios, pero ahora,
demasiados seres humanos, en Occidente, piensan, que no existen realidades
Posteriores al Tránsito o a la Muerte Individual. Por lo cual, cuándo uno, va a
realizar un acto equis, no piensa si es moral correcto o si es espiritualmente
adecuado, sino solo si es legal o no. Y, eso cuándo piensa esa variante.
Si es cierto que nuestros actos,
serán juzgados/autojuzgados y valorados/autovalorados, en la justicia y la
equidad, en sus intenciones y en sus consecuencias. Y, que se nos va a dar la
posibilidad, de ver y entrever de verdad, lo que hemos sido y hecho y pensado,
ya sin engaños y sin mentiras. Y, si nos van a dar por última vez, la
posibilidad de arrepentirnos, arrepentirnos por el mal que hayamos hecho, ya
sin engaños y sin mentiras, ante el Tribunal de la Omnipotencia de Dios, ante
la Omnipotencia Justicia de Dios, ante la Omnipotencia Bondad y Misericordia de
Dios…
Entonces, todos los actos que
hagamos ahora, debemos, intentar, incluso los de la defensa justa, hacerlos con
equidad y bondad y moralidad y espiritualidad correctas. Y, así, no tendremos
que arrepentirnos del mal que hayamos hecho. Así, al no hacer ese acto malo, no
tendrá consecuencias malvadas y malas en otros seres humanos. Así, pediremos
misericordia a Dios, por otros actos, pero no por ese…
Los hombre temen, que no exista
Dios, porque entonces no tendrán alma, no será inmortales. Pero temen que
exista Dios, porque te enfrentarás, ya sin mentiras y sin engaños, de verdad te
confrontarás con tu verdadera conciencia, la verdadera realidad de tus deseos,
pensamientos, pasiones, actos, lengua/habla, intenciones…
¡Esperemos que ese día, a los
articulistas, el Buen Dios, tenga una especial, piedad y misericordia, por tanto como hemos escrito,
de tantos temas, de tantos errores que habremos tenido, no solo lo que hemos
hablado, como todos los seres humanos, sino de todo lo que hemos escrito, que
puede tener consecuencias, en otros, durante siglos…!
¡Esperemos que ese día, tenga una
especie piedad y misericordia y conmiseración el Buen Dios con los columnistas
de opinión, y, especialmente, con los que no cobramos estipendios económicos…!
http://twitter.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (14-20 julio 2022 cr).
Fin artículo
3.113º: “El gran tabú”.
E. 20 julio