Artículo Periodístico 3.125º: “El misterio de todo hombre”.
Leemos a los intelectuales y
escritores, por lo que nos dicen según su saber, los leemos también para
analizar sus biografías, porque nos muestran sus vidas, sus claros y sus
sombras.
Todo hombre/mujer arrastra un
misterio y un enigma, cuándo no, varios. Existe algo en su ser y en su entidad,
que no es conocido por todos, ni siguiera, por si mismos. Conocer y conocerse,
este es el gran misterio y enigma del existir y de la existencia y de la vida y
de la vivencia humana.
Hay personas que han leído más
biografías, de diversas personas, que han tenido una impronta en el mundo, en un
terreno o en otro. Pero no solo nos importan, sus hechos o descubrimientos, sus
fórmulas matemáticas como Euler, sus versos como Lorca, sus actos como Churchill,
por poner tres ejemplos o casos, de distintas ramas de la actuación humana.
Sino que nos miramos en sus actos y hechos y en su modo de pensar y sentir.
Quizás, no solo porque queramos dilucidar su porqué y su por qué, sino
esencialmente, porque queremos entendernos y comprendernos en lo que somos
nosotros. Al final, creemos y sentimos y percibimos que en lo esencial, el
mayor emperador económico del mundo, tiene la misma substancia que la persona
más modesta de este orbe o globo u ovoide…
En un artículo del 22 de junio de
1986, publicado en El Diario 16, titulado, Un don del océano: Benito Pérez Galdos,
firmado por María
Zambrano, intenta narrar/analizar/sintetizar, ese espejo misterioso
del ser humano en la figura/persona/personaje/obra del insigne Galdós y, de
toda persona que existe en las realidades del mundo/cosmos, sea en un rincón o
sea en una gran poltrona-sillón…
Los diversos saberes ortodoxos,
cada uno, con sus limitaciones y sus métodos, solo buscan encontrar soluciones
y preguntas y preguntas y respuestas, sea la ciencia, la técnica, la filosofía
o filosofías, arte y artes, religiones/teologías, cultura/culturas… Existen
otros saberes, que denominamos pseudosaberes, que están muy extendidos. Cierto
es, que de los antes indicado, no todos, nos muestran totalmente, la verdad
completa e integral, no todos, tienen el mismo grado de/para demostrar si son
verdaderos o no lo son, en qué grado o en qué parte.
De ahí, la enorme necesidad, que
si un ser quiere entender y comprender esos misterios de lo humano, tiene que
ir sentándose en el autobús de cada uno de los saberes. Pero si realiza esta
función y finalidad, puede que termine sabiendo mucho de la naturaleza humana,
pero no llegará a ser especialista o experto en un saber o una disciplina, que
es lo que le puede permitir, ascender en la montaña de lo social, a nivel
económico, social y cultural. Paradoja de la existencia, quién sabe, mucho de
una cosa y con un método o una disciplina, esa persona es la considerada que
tiene más cultura, se le otorgan todos los bienes y parabienes y premios y
laureles.
Y, el que ha ido bebiendo en
muchas fuentes, a lo sumo, quizás, alcance un puesto modesto laboral y social,
y, será considerado como alguien que no ha hecho nada o casi nada por la
cultura, por la invención o creación o investigación cultural. Irá durmiéndose
en/con el paso de los años bisiestos, y, se irá perdiendo en el olvido, y, lo
que hayan fabricado se irá olvidando-deteriorando-destruyendo, y, al final,
esos autores-creadores también se dormirán en el silencio de la
tristeza-melancolía…
La literatura o cualquier
arte/artes, entra en lo real, pero no total y complemente. Si una persona
quiere entender mejor un aspecto de lo real, no solo tiene que abordarlo y
mostrarlo y demostrarlo con el arte, que haya seleccionado, sea el caso de la
literatura, sino que ese saber o conocimientos tiene que completarlo y
complementarlo y amplificarlo y sintetizarlo con algunas/varias de las ciencias
sociales, y, con la filosofía, y, con planteamientos metafísicos y religiosos,
y, a veces, con las ciencias naturales o matemáticas…
Este proyecto de entendimiento hoy,
es casi imposible, para un ser humano, salvo en algunas cuestiones y algunos
puntos. Porque por otro lado, la realidad, está formada por cientos de
aspectos, temas, cuestiones, entidades. Es decir, vivimos en un mundo, en el
que sabemos algo, de nuestra especialidad, y por eso vivimos y sobrevivimos,
pero en el resto de los temas, tenemos un conocimiento, real y verdadero,
posiblemente, pero muy limitado. Existimos en un conocimiento del mundo, muy
limitado, quizás, el saber haya alcanzado un grado muy profundo de
representación real de la realidad y de la verdad, pero nosotros, como sujetos,
vivimos y existimos en un mundo de verdades y conocimientos, muy limitado. Pero
se produce un autoengaño subjetivo, para vivir y existir, tenemos que sentir y
pensar, que sabemos, si no todo, casi todo.
Por lo cual, nos encontramos,
quizás, no le gusta afrontarlo, con unos conocimientos muy limitados sobre la
realidad, y la realidad humana, y, sobre su realidad personal. Esa es la
verdad. Muchos le dirán que no. Pero no es verdad. Vivimos en una limitación.
Pero también es cierto, igual que
usted camina con sus piernas, sean grandes o pequeñas o feas o bonitas, verdes
o azules, también tiene que estar en el mundo, en sosiego y en paz, con las
ideas y conceptos y datos y representaciones mentales del mundo… ¡Es la
limitación humana, al menos, hasta ahora…!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (20-27 julio 2022 cr).
Fin
artículo 3.125º: “El misterio de todo hombre”.
E. 27 julio