Artículo Periodístico 3.119º: “Paseando por Toledo, II”.
Se
narran lugares-ciudades, que estás y no estás, si habitas en ella, conoces
demasiados datos, y no tienes perspectiva para relatar tu relación en ella. La
curiosidad del mundo.
Querrías, quizás, relatar
paisajes del lugar donde nacieron tus ojos a este mundo, habitante de ella, en
realidad y sueños, o, el lugar que habitas desde hace décadas. Eres un ser
entre dos ciudades, la que te parieron y la que habitas. Siempre
soñando/viviendo de alguna manera, en ambas, siempre siendo de ambas, a partes,
sin comprender. Somos y estamos. Donde estamos, aunque pasen los arados de las
décadas, nunca eres del todo, donde la semilla se sembró y nació el trigo de tu
ser, eres, pero estás a tiempo, en el recuerdo y del presente, aunque durante
décadas, al menos, un día semanal, visitarás sus calles, a tu familia de
origen. Siempre volvemos al origen.
Pero después, sentimos otras
ciudades, que andan tus pies por ellas, alguna vez, cada tiempo temporal, o,
quizás, esas que sueñas con haber ido, o que querrías haber visitado, incluso,
te preguntas, cómo habría sido tu existir, si te hubieses trasladado a estar en
ellas. También otras ciudades, que habitaste, con el concepto de ahora, de
segunda residencia. O, quién sabe. Estamos dentro de nosotros, nos habitan
distintos lugares-aldeas-ciudades. Habitamos, en carne y en sueños, varias
ciudades-aldeas-pueblos…
No es la intención en esta serie
de columnas, solo narrar-relatar-contar una serie de monumentos, de edificios
de piedra y aire y sudor y sandre, que también, sino de describir el corazón
humano que atraviesa espacios de ríos de calles con alquitrán e historia. Y, en
eso se insertan. Es recorrer algo de la carne y la mente y el alma humana, que
se puede personificar en algún acontecimiento o en alguna voz, o en alguna
historia o pseudohistoria. Es intentar crear una obra
maestra/literaria/poética/filosófica que sea como un espejo, para comprendernos
y entendernos mejor a nosotros mismos. No puedo quitarle a usted cinco minutos
de su vida, si no le proporciono, al menos, en intención, algún alimento para
su mente y alma que perdure. Al menos, alguna pregunta. No tengo derecho a
hacerle perder su tiempo…
Visitando sus adoquines, una
escultura de una Virgen, una paloma biológica, en sus manos. Gran imagen de lo
que es lo humano, lo que es este lugar, siempre somos eso, una mezcla de piedra
y de imagen y de realidad biológica y de metafísica. Somos racionales e
irracionales, biológicos y espirituales. Toledo, que ha atravesado tantas
interpretaciones culturales, como casi todo lugar, del bronce, de los iberos,
de los romanos, de los visigodos, de los cristianos, de los judíos, de los
musulmanes, y de las cinco últimas centurias, que podríamos sintetizar en los
poderes de los Austrias, de los Borbones, con intermediarios de dos Repúblicas…
Quién venga de la joven y vieja
Norteamérica y Australia y del resto de Europa, quizás, no entienda y
comprenda, que cada edificio de piedra, es el símbolo, de cientos de miles de
personas de carne y hueso que habitaron estos lugares, estos puentes, siempre
entre un paso del pasado y del futuro. Solo somos una pasarela, que habitamos
un tiempo, unas décadas, y, algo del testigo del pasado lo llevamos al
presente, y, algo, pensamos quedará en el futuro. Todas las ciudades en los
tour, nacidos de la influencia inglesa, solo se narran lo bueno y lo bello y lo
verdadero y lo verídico. Pero estos ojos, también, siente lo triste y lo
melancólico y lo no justo.
Y, y, algo de todo ello también
hay que narrar. Un gran pan con un buen chorizo, está lleno de alegrías, pero
también de voces, en el silencio, que quizás, mientras preparaba ese manjar al
estilo de la época, se le caían agua de los ojos, porque su hijo se estaba
muriendo, porque el marido no era buena con ella, porque temía otra revuelta o
guerra o revolución, porque su padre no era justo con ella, porque y porque…
somos una ensalada de alegrías y tristezas. Y, nosotros, que nos creemos
interpretadores del mundo con palabras e imágenes y conceptos, tenemos que
contar al presente, algo de todo, algo de ceniza y algo de aire y algo de sabor
dulce y amargo. ¡Para curarnos…!
Tengo en el alma clavada la
idea-imagen, corriendo desde la estación de autobuses, subiendo por aquella
calle en alto7cuesta, para llegar a la Venta de Aires, dónde algún coche, de
compañero, me trasladaba a un IES de esta provincia, ese sueño de siempre, de
trabajar en la enseñanza, y, que solo permaneció nueve cursos. Dos, en el/al
empezar a unos treinta mil metros de Toledo capital. Este sueño del que somos.
Porque todos habitamos sueños. Todo el existir modesto, buscando la realidad,
con palabras e ideas y conceptos e imágenes-colores. Siempre intentando entender
la realidad, interior y exterior, individual y colectiva. Recuerdo esas
carreras que duraron unos tres meses, hasta que un vehículo de mi propiedad, ya
hacía el viaje por la Mancha, de cien mil metros, las ruedas rodando por los
valles y sierras de esta mancha de la Mancha…
Ya que solo restan cuatro años,
para la cuarentena de haber sido proclamada Ciudad Patrimonio de la Humanidad,
y, humanidad es usted y yo y su conyugue y sus hijos. Humanidad que somos y
estamos y en la que somos-estamos todos. Si una palabra o frase, le hiciese a
usted, un poco más bondadoso, quizás, habría valido la pena, el tiempo que he
dedicado a ofrecerle un vaso de agua de palabras e ideas, para intentar que
usted moje su corazón en su corazón más verdadero. Paz y bien…
http://twitter.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (08 junio-27 julio 2022 cr).
Fin artículo
3.119º: “Paseando
por Toledo, II”.
E.
27 julio