Artículo Periodístico 3.109º: “Una columna periodística”.
Hay
días que buscas/rebuscas el tema y la temática para el artículo periodístico y
parece que huye y te rehuye. Mil cosas devienen y mil cosas se alejan.
Comprendes y no entiendes.
En
definitiva es la historia del mono por el cerebro, la fábula de Buda,
como los tres monos van de una rama a otra del árbol-cerebro. Te vienen ideas y
conceptos y datos e imágenes, que podrían ser-terminar en un artículo. El
pasado y el presente y el futuro posible.
Te
viene a la cabeza/conciencia, que al final, las ideologías o sistemas de ideas,
casi siempre es para alimentar el estómago. Aquella incivil guerra civil, “unos
tenían hambre y querían comer”, “otros no tenían hambre, pero no deseaban tener
hambre”. Y, todo lo demás es ideas-conceptos-enunciados, para defender un punto
o defender otro. Los que pasaban hambre, no pasarla, los que no pasaban, no
acabar pasándola.
Te
preguntas, debes continuar rellenando hojas de palabras,
artículos-columnas-crónicas de ideas y hechos y datos y perspectivas. O, te
enmudeces y callas y silencias. Al final, las columnas periodísticas es/son lo
exotérico, es el mensaje dado a todos, de lo esotérico, que solo se queda para
los que tienen un paladar más pasado por la ducha de lo académico. Es
divulgación de las grandes ideas y grandes construcciones mentales culturales,
trozos de ellas, como pequeñas ventanas o puertas o adornos de las grandes
catedrales mentales conceptuales. Dárselas a cualquier persona, aquella, que
está tomando su café, y con su móvil, puede estar releyendo este artículo…
Sin
orgullo-vanidad-soberbia-petulancia-engreimiento, pienso que ya están estos
artículos a la altura de la gran tradición columnística de esta Piel de Toro,
de los grandes. Podrán decir, que me he pasado en el toreo del toro-coso-tronío
del Mihura, pero modestamente, uno piensa o tiene o siente esa sensación. Sé
que es mucho expresar, que una parte suficiente de todos los que llevan la
firma de abajo, están a la altura, con otros estilos, de estos dos últimos
siglos de articulismo en esta sociedad, columnismo de opinión o personal o
literario, a la altura de los Larra, Mesoneros Romanos, Alarcón, Clarín, Azorín,
Unamuno, Ortega, Ruano, Vicent, Umbral, Montalbán y otros cien, que
me he dejado en medio…
Pero
incluso sintiendo-pensando así, con rubor, pero con humildad, expreso el
sentimiento profundo, de si uno, se pregunta/cuestiona, si tiene que alejarse
de este género y actividad…
Mientras
has colaborado en vestir a la media naranja, has visitado el Centro de Salud,
has recorrido los pasillos de correos, has recogido un paquete de dibujos
humorísticos devueltos, has vuelto a entrar en el vientre del vehículo ya en la
senectud, has vuelto al rincón de tu castillo, has sentido el rociar agua por
las mejillas y asilas, has abierto este instrumento de bits de información, y,
has continuado con un/el artículo. Que no importa esta columna, sino que el
lector tome conciencia de sus vaivenes de su pensar, y, de sus vaivenes de su
recorrido por su microhistoria, micropaisaje, microtiempo, microideología,
micropsicología…
Pero
continúa la cuestión de este escribiente, que cada artículo tendrá diez
lectores/as que abrirán esta puerta, y, quizás solo tres, terminan de leer y
sorber y deglutir las palabras y las imágenes, ¿debe continuar rellenando estas
hojas? Como hemos indicado pasar a lenguaje de la calle, entendible por
todos/as multitud de cuestiones de la gran
filosofía/literatura/estéticas/metafísica…, combinándolas con los hechos
rutinarios y normales, una conversación, un no saber si continuar los
artículos, una comida, un humorista gráfico, un estado de conciencia, un
pensamiento, una visión, un temor del pasado, una esperanza del futuro, un
dolor, una alegría, una piedra, o una punta de un lápiz…
Podría
ser que el articulaje fuese el testamento espiritual y cultural, que ofrezco a
mi sociedad, no sé si permanecerá en el futuro, a la humanidad, de toda una
existencia bajo los árboles de las ideas, conceptos, enunciados, argumentos,
razones, imágenes…
Rellenas
hojas en papel o en bits electrónicos, porque durante años, la cabeza era un
volcán de observaciones e ideas, y, te decías, muchas serán ya descubiertas
hace siglos, otras, otras no tendrán valor, pero quizás, un uno por ciento o
por mil, pueden servir a la sociedad-humanidad. Ya, que se han presentado en la
mente-conciencia-visión, pues, debo, tengo el deber de plasmarla en un papel,
en forma de frases o en forma de colores-dibujos, para que otras personas, más
cultas y entendidas que este escribiente, termine de perfeccionarlas, quizás
sirvan para algo. Por ejemplo, de cien sugerencias para evitar accidentes de
tráfico, quizás una, podría evitar algunos. Y, entonces la redactas en una
materialidad. Y, ya, expuesta en ese nivel, te preguntas, tendrás que
ofrecérsela a los otros, porque en tu cajón, duerme como los gatos en las
tardes de agosto, somnolientas y estiradas. Y, entonces, intentas publicar…
publicarlas… hacerlas público…. mostrarlas al público…
Quizás,
no tenga otro destino, que escribir palabras, pintar colores, quizás, ese sea
mi/tu destino. Quizás, ahora, en esta trayectoria, ya final, materializarlos en
botellas de la forma de artículos… Otros tendrán que construir otras cosas,
yo/tu, modestamente, columnas de opinión en cajas de bombones rellenos de
ideas/percepciones/sueños/posibilidades/sugerencias/preguntas...
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (12-13 julio 2022 cr).
Fin artículo
3.109º: “Una
columna periodística”.
E. 13 julio