Artículo Periodístico 3.475º: “Plato de lentejas y sociedad”.
Todo o casi todo el mundo siente,
que en algún aspecto de la vida y de la realidad, ha puesto mucho y ha obtenido
poco. Hablemos y dialoguemos.
No voy a narrar aquí el episodio
“del plato de lentejas” en el Antiguo
Testamento. Abran una pestaña de Internet y búsquenlo. Dicen, que uno de
los errores de la Europa católica, es que sus fieles saben y conocen poco de La
Biblia. En la Europa calvinista y luterana y protestante no suele
suceder tanto dicho fenómeno… Con lo cual, uno de los grandes libros –conjuntos
de libros, dirían los entendidos-, esenciales de la humanidad, siguiendo a Goethe que dice que tenemos que leer y
pensar la gran literatura universal, y, no solo la de nuestra lengua o cultura
o sociedad o Estado.
Pues si no bebemos de unas
fuentes, como es la Biblia, aunque seamos ateos o agnósticos o creyentes en
otras religiones no cristianas o no judaicas, estamos perdiendo mucha
interpretación y riqueza cultural del mundo y de nosotros mismos. Porque la
Biblia, percibida, aunque solo sea como
literatura es una gran fuente-mar-galaxia de
conocimientos/experiencias/vivencias/historias/conceptos/ideas.
Percibo que todo el mundo, tiene la sensación o la idea o la herida, que en algún
negocio o realidad de la vida, a cualquier nivel “ha puesto más de lo que le
han dado”. Puede que sea a nivel del trabajo, ha estado toda la vida
buscando un trabajo más en conformidad con su formación o títulos, y, no lo ha
alcanzado. Ha estado toda la vida ofreciendo amor y amar, y, ha recibido más
silencios y fracasos que éxitos. Ha podido estimar y querer y amar más a las
personas, en general, siguiendo normas del cristianismo, y, por el contrario,
casi siempre ha sido pisoteado/a. En general, puede sentir que en muchos
aspectos de su ser y de su estar, ha puesto a nivel de diez o veinte o cuarenta
y ha recibido a nivel de tres o cinco.
Quizás, entre todos los análisis
de la existencia, la fenomenología de la existencia, los existenciarios de Heidegger, o, las realidades
existenciales y vivenciales, de las filosofías existencialistas ateas o no
ateas, o de los personalismos cristianos o no cristianos. Quizás, dentro de
esas aglomeraciones de explicaciones de la realidad, de trozos de la realidad
del hombre en relación a la humanidad o a la sociedad, y, viceversa, no se
tiene en cuenta esta realidad, que se divide y tetrafurca, bifurca, trifurca,
pentafurca o polifurca en una enorme cantidad de posibilidades, probabilidades.
Todo el mundo siente, que en algún
aspecto, ha sembrado mucho y ha recogido poco cereal, si, demasiada paja.
En estos meses, últimos años, me
acerco a los videos expuestos en la galaxia de Internet, por la denominada Escuela
de Filosofía del Ateneo Mercantil de Valencia, y, también, a la Fundación Gustavo Bueno, éste último
con cientos de videos de filosofía y temas semejantes, de distinto tiempo y de
distintos protagonismos. Es cierto que existen otras Fundaciones de Filosofía,
en nuestro lagar, como la Fundación Ortega en Madrid, la Fundación
Unamuno, la Fundación Zubiri, la Fundación Polo…
Para comprender o entender, o, al
menos, intentar entender-comprender algo del mundo, nos servimos de los saberes, con distinta metodología y
distinta verificación, existen los siguientes: el científico, tecnológico,
filosófico, artístico-estético, teológico-religioso, y, cultural –este
último en sentido amplio-. Por tanto, un ser humano, en la medida de lo
posible, para comprender un dato o una realidad, debe saber, la explicación que
cree o la que le dispensan, unos y otros, si está en el ámbito de las
matemáticas, de la física, de la biología, de las ciencias naturales, de las
ciencias sociales, de la tecnología o tecnociencia, de la filosofía, etc.
Usted hoy, oirá, y recibirá,
multitud de ideas y conceptos y frases y palabras, con distinta finalidad, de
distinto orden y forma y manera. Usted tiene que averiguar si el enunciado que
le indican es de corte filosófico o científico o artístico o
teológico-religioso o, de la cultura o interpretación cultural popular del
mundo… Y, según sea esa afirmación, así, debe sentir y percibir, si será
admitida o no, qué método dispone o qué metodología, qué posibilidades de
veracidad y de verdad, cómo se puede comprobar o no se puede comprobar… Y,
según sea el grado de “verdad” según el método antes aplicado, así también,
usted estará jugando en un campo o en otro, el nivel diríamos de verificación, que diría Popper, o de falsabilidad
que diría Popper, por consecuencia que grado de opinión/doxa es dicha
afirmación, o qué grado de demostrabilidad o qué grado de verdad o qué grado de
falsedad…
Dicho de otro modo, “usted habrá vendido o comprado su plato de
lentejas”, por un enunciado que será más comprobable o menos, más de opinión o
de menos, más verosímil o menos, más demostrable o menos, más de creencia o de
menos, con más o menos de veracidad o verosimilitud o demostrabilidad…
Usted, debe saber, cuándo acepta
una afirmación o negación o enunciado o concepto o idea o dato o proposición en
qué y a qué juego está jugando. Porque de ello, depende que usted afirme o
niegue algo, realice un acto o no lo haga, crea en una idea o no, pienses en
algo como verdad o como probable o como falso… Usted habrá vendido su plato de lentejas, por una cosa o por otra, por
su primogenitura o por su no-primogenitura…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (23 febrero-15 marzo 2023 cr).
Fin
artículo 3.475º: “Plato de lentejas y sociedad”.
E. 15 marzo