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Artículo Periodístico 3.491º: “Casarse pronto y mal”.

                         Artículo Periodístico 3.491º: “Casarse pronto y mal”.

Supongo que usted lector/a sabe y conoce que este es un artículo de gran maestro Mariano José Larra (1809-1837), que materializó y publicó hace casi dos siglos.

Imaginemos que un nuevo Larra o el viejo Larra por los misterios de la literatura se reencarnase y empezase a observar el mundo, a sentir el mundo, a pensar el mundo, y, empezase a escribir sobre este mundo de hoy. Sobre las costumbres del mundo de hoy. Y, quizás, este mismo tema, lo titularía: “Casarse tarde y mal”, o, el mismo “Casarse pronto y mal”. Quizás, quién sabe criticaría y comentaría y analizaría muchas de las costumbres-hábitos-actitudes-aptitudes individuales y sociales.

E, imaginen ustedes, que de muchas costumbres, siguiese siendo liberal, que era el progresismo de su época, o fuese socialdemócrata, que es el progresismo del nuestro. Al analizar algunas costumbres de hoy, le pareciesen incorrectas. ¿Qué pensaríamos los demás, lo criticaríamos, lo valoraríamos, lo sacrificaríamos en el altar de las letras…?

Larra en sus casi trescientos artículos o columnas que redactó, otros indican casi doscientas –no vamos a entrar en polémicas, por si existen algunas con otros seudónimos, o en periódicos que se han perdido, etc.-.

Por lo general, redactaba artículos de unas cinco páginas, lo que vendría a ser entre tres mil palabras de media, tres o cuatro mil palabras. Nosotros los articulistas de hoy, sean profesionales o seamos aficionados como este escribiente, -solo nos diferenciamos que los primeros reciben cheques en euros, y, los segundos, solo las gracias como colaboradores-. Nosotros los de hoy, solo tenemos de media mil palabras, un artículo largo, mil doscientos o mil cuatrocientos, que algunos llaman tribuna, un artículo al gusto de los editores de hoy, unas ochocientas palabras, cuatro mil caracteres que es como se cuenta ahora –nunca he sabido, si contando los vacíos o intermedios entre palabras o no-, pero lo normal, está en el concepto de columna que ya es seiscientas palabras, y, ahora con la moda de Internet, la microcolumna, con trescientas palabras.

Digo lo anterior, porque cualquier tema, si deseamos que sea artículo, hoy, en ochocientas palabras, solo podemos expresar una idea o dos, un dato o dos, un argumento o dos, y, no podemos más, porque los equipos directivos, a medias, editores se autotitulan, te cortan los textos, o, te invitan a no volver a publicar, de la forma, casi siempre, no publicándote cinco artículos seguidos, con lo cual, tú sabes, que tienes que buscarte otra cabecera…

Dentro del ramo de los viñetistas o humoristas gráficos de periódicos, Webs, plataformas o semejantes de información, los humoristas gráficos en privado, te indican, que cualquier individuo o grupo, grande o pequeño, te aplica el artículo 115 del Código Penal, porque se siente herido o maltratado o marginado o silenciado o ninguneado o privado de su honor o su autoestima, y te meten a juicio.

Con lo que en círculos del humor gráfico se indica, que estamos en una paradoja, por un lado, tenemos enorme libertad Constitucional, en todos los aspectos, libertad de conciencia-expresión-publicación-rito-culto-pensamiento, por otro lado, es fácil te apliquen el artículo 115. Con lo cual, en la práctica de qué puedes hacer chistes o viñetas o monos, según los latinoamericanos… De qué, díganme. Pues algo semejante sucede con el articulismo de opinión o literario o personal.

Si hoy viniese Larra y dijese, si en mi época casarse pronto me parecía no correcto. Por muchas razones, que las mujeres no tenían libertad de seleccionar al conyugue, o estaban muy mediatizadas, porque no podían ir a la escuela, si es que existían en su barrio o podrían pagarla, si es que eran casi niñas y ya tenían bombos, etc. Tampoco Larra se dio cuenta, que en la mortalidad tan grande de niños y de mujeres en los partos, era una manera, que si la mujer fallecía, los abuelos, si es que quedaba alguno, se hiciesen cargo de los nietos… De ahí, la enorme importancia de los padrinos que era es un título casi honorífico, entonces, era una medida cristiana y de caridad y solidaridad y filantrópica y de humanidad… Larra publicó este artículo en El pobrecito Hablador, nº 7, del 30 de noviembre de 1832.

Bueno si el nuevo Larra, nos dijese, pues si yo pensaba que casarse pronto era un mal, nos diría que “tomar soluciones sexuales/afectivas/sentimentales/vitales definitivas, importantes, pónganle ustedes nombres y los adjetivos que quieran, también estarán mal”.

Diría, no estoy hablando que determinadas acepciones-disposiciones-hábitos-actitudes-aptitudes sexuales sean penadas por la ley, no digo que sean delito jurídico, no digo que sean castigados socialmente, no digo que sean marginados socialmente, no digo nada de todo ello. Pero si digo, como el gran Larra que soy –nos diría el Larra reencarnado-, que si casarse pronto es negativo, tomar decisiones, casi definitivas de tipo sexual, a edades tempranas también es un mal.

Al menos, nos diría el gran Larra, por favor, no sean castigados, ni sancionados de ninguna manera, ninguna persona, por esas aptitudes sexuales, pero aconsejémosles que dejen tiempo para pensar, que pasen sobre ellos, al menos una serie de años. Que al menos, no tomen una actitud y aptitud y decisión definitiva, con menos de una edad, pongamos por caso, veintiún años –por poner una cifra, o quizás, veintitrés o veinticuatro…-. Porque la decisión que tomen, si lo hacen antes ya tendrá unas enormes consecuencias para su vida, su vida personal…

Sería algo así, como el catolicismo, desde hace siglos, deja un tiempo suficiente de formación y de pensamiento y de reflexión para quién quiera hacerse religioso o fraile o monje o sacerdote. Especialmente, los presbíteros, al menos, por lo general, salvando excepciones, después, de un tiempo largo de estudio, reflexión, análisis, ponderación, valoración, no se les ordena hasta, al menos, de meda, veintitrés años…

Y, no olviden, que alguien puede entrar de monja o de fraile o de cura, y, a los diez años, se sale, busca un trabajo, busca una mujer si es un cura y se casa, y rellena el espacio vacío de su casa con diez hijos. Es decir, la solución de ser cura o monje o religiosa no es una solución definitiva, en su vida. Puede volver atrás, y dejar de serlo… Lo hemos visto en estas décadas, como miles, decenas de miles de religiosos y religiosas y curas, han dejado o “colgado los hábitos”, y, han empezado sus vidas de otra manera –puede que alguien que lea este artículo esté en un caso de ellos-.

¡Qué menos pedirle, aconsejarle, rogarles a personas con determinadas aptitudes y actitudes sexuales, antes de tomar una decisión definitiva, sea la que sea, dejen un tiempo largo de pensar, reflexionar, meditar, observar, estudiar, analizar, de ver mundo, de observar, de…! ¿¡Es mucho pedir esto, por su bien individual, por estima sincera a estas personas, es mucho pedir…!?

¡Pienso y opino y creo y estimo que esto de volver Larra, esto es lo que nos diría…!

http://filosliterarte.blogspot.com.es      © jmm caminero (18-22 marzo 2023 cr).

Fin artículo 3.491º: “Casarse pronto y mal”.

E. 22 marzo 2023 a Tarancon Digital.es. El Tambor Revista de la Gomera.es.

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