Artículo Periodístico 3.489º: “No hablo, no escribo de política”.
Me dicen y me aconsejan que si
deseo tener un lugar en el Olimpo del articulismo tengo que hablar/escribir de
política, que tengo que tomar partido/ideología/opinión...
Les digo que, rara y
excepcionalmente, toco un tema de política o de Política, porque pienso que el
pueblo y el ciudadano normal, y, yo soy ambas cosas, apenas conocemos y
entendemos y tenemos los suficientes datos sobre la enorme complejidad y
simplicidad de la política real. Que nos faltan datos por todos los lados del
barco. Y, que la mayoría, solo copian a los otros, todos se copian entre sí
mismos, especialmente, los que pertenecen al mismo
bando-banda-grupo-sector-ideología…
Por otro lado, cuando éramos
jóvenes, durante años, se indicaba el eslogan: “todo es política”, por lo cual,
estoy hablando siempre de política, si se toma ese lema, como verdadero, hablo
de cientos de cuestiones de cultura, de sociedad, de gastronomía, de metafísica
y de religiosidad, de ciudades, de paisajes, de realidades históricas, de
argumentos y razones y ofrezco múltiples
sugerencias…
Tercero, no deseo
herir-ofender-criticar negativamente a nadie. No me agrada, nunca me ha gustado
esa forma de actuar. A nadie, individuo o colectivo o grupo o ideología. Cierto
es que si escribo: “la casa es verde con un pozo pintado de blanco y con un
árbol verde”. Existirán personas que se ofenderán porque dirán que el brocal
del pozo es azul, y el verde no tiene hojas, y la casa no es casa sino casi
palacio, etc. Es decir, nadie se conformará con cualquier frase que escriba...
Y, por otro lado, si se
escribe-habla, siempre se hace de algo. Por muy abstracto que sea, siempre es
de algo, pongo el mismo ejemplo de siempre: “no hablo de la persona ebria que
se llama JKLMS”, pero si redacto razones y datos y argumentos de la ebriedad,
del pecado mortal de la gula o del error moral grave de la gula, en que la
ebriedad entraría en ello, de las consecuencias negativas para la salud de ese
hábito, para las familias, para la sociedad, para la economía y para el Estado…
Es como siempre, tomemos la imagen y metáfora clásica: “ofrezco la tarta y
usted puede escoger la parte que quiera y desee…”.
También recordarles, que en
política, y, en cualquier otro tema, hasta la saciedad me expresan y predican y
publican en letras de oro y platino: Libertad de prensa, libertad de
publicación, libertad de pensamiento, libertad de expresión, libertad de
conciencia, libertad de culto, libertad de… Y, cuándo modestamente ejerzo ese
oficio y vocación y derecho, y, expreso que “aquella montaña tiene demasiada
aridez porque quizás lleva sin regar un milenio”. Enseguida, existen voces que
ya protestan. Entre los humoristas gráficos, corre la voz, que ya no pueden
hacer humor gráfico, porque me parece que te pueden aplicar el artículo 115 del
código penal. Si un sujeto colectivo o individual o ideológico considera que
vulneras su imagen pública, su honor, su moral, y, mil otras cosas…
Parece ser que existe una paradoja,
jamás la civilización humana, ha alcanzado en sus leyes tanta alta moralidad,
tantos derechos humanos, tanta buena moralidad, en multitud de temas –quizás,
no en todos, no en otros-, tanta humanidad en las leyes, tanto estado de
bienestar, al menos en Occidente… y, por otro lado, entre el gremio de
articulistas de periódico y de medios de comunicación y entre los viñetistas
corre la voz, que la autocensura es cada vez mayor. No se atreven a tocar tales
temas, y, los olvidan, otros hay que rozarlos de este modo, se ejerce una
autocensura tan grave y tan grande, que pocos que no conozcan este oficio, no
se atreverían a pensar. Algunos siguiendo a Goya, hacen una pintura de encargo y para la nobleza y para seguir
comiendo en la vida, y, otra pintura, para ellos mismos, por ejemplo, las
pinturas negras, y, otra para todos, los grabados del mismo Goya…
Me sugieren, que jamás ningún
medio nacional papel o digital, aceptará publicarme de forma rutinaria –por
muchos méritos y medallas de trabajo escritural tenga-, nunca me harán hueco en
sus páginas de opinión, si no beso y rozo y vapuleo más la política, y, con
ella, a personas concretas, a siglas concretas, a comentarios diarios
concretos… Pero yo les digo, aquello de Machado,
no quiero entrar en ese grupo, de “españolito que naces…”, ni siquiera a nivel
de palabras. Yo, les digo, que pienso que un carro necesita dos ruedas grandes
para caminar, es decir, necesitamos el consenso y la paz social y la paz
política y la crítica constructiva y no la crítica tan agria y acerada e
hiriente y herida… Necesitamos paz individual y paz social y paz política,
necesitamos la “pax en la península ibérica”…
¡¿Estoy condenado por todo ello,
al silencio como articulista y como viñetista, o casi al silencio…!? ¡¡¡…!!!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (16-22 marzo 2023 cr).
Fin
artículo 3.489º: “No hablo, no escribo de política”.
E. 22 marzo