Artículo Periodístico 3.564º: “2.669 artículos de La Suma Teológica”.
Según
la edición última de la BAC, La
Suma de Teología de Tomás de
Aquino, está formada por 2.669
artículos y casi diez mil objeciones.
Una persona puede ser atea,
agnóstica, no creyente, no practicante, creyente en una confesión cristiana o
en otra, ser de una religión o de otra, pero no cabe duda, que a semejanza de
las grandes catedrales medievales, esta obra es una enorme catedral conceptual,
mental, argumentativa, racional, demostrativa que trata desde la teología y la
filosofía o la filosofía-teología o teología-filosofía miles de aspectos de la
realidad humana. Al final, lo trascendental y Trascendental y metafísico roza y
besa lo inmanente, terrestre, humano…
Al final, el ser humano está
formado y conformado por una unidad substancial, como nos diría el maestro Aristóteles, pero también, por una
unidad substancial de cuerpo y mente-conciencia-razón-inteligencia más alma y
alma-espíritu inmortal, como nos diría Agustín
de Hipona, Tomás de Aquino y cientos más.
Es cierto, que esta obra, no
habría surgido si no hubiese sido un encargo de la orden dominicana a Tomás de Aquino, con lo cual, tenía los
medios de ella y el apoyo de ella, tampoco, sin un grupo de colaboradores. Con
lo cual, es una obra, quizás, de las primeras a nivel medieval, que está
formada por un equipo. Ciertamente, esto no niega el gran talento y genialidad
de Tomás de Aquino, a nivel
racional, sintético, y, también espiritual, metafísico, trascendental, ascético
y místico.
Cuando uno atraviesa los aires de
una catedral, se siente pequeño y grande, por esos edificios heredados de
siglos, que se han ido tachonando de distintos objetos, realidades, conceptos,
artes. Al final, una catedral física y material es una obra de arte total, es
una realidad total, es una obra total, porque combina aspectos físicos y
materiales y culturales y conceptuales y espirituales. Aspectos individuales y
colectivos. Aspectos de la teología y de la metafísica y de la filosofía y de
la religión y de la ascética y de la mística pero también de la literatura, del
arte plástico, de la música, de las ciencias... Es una realidad individual y
colectiva y social que va atravesando los siglos. Que cada generación o siglo
aporta algo a todo ese edificio material y constructivo y espiritual y
cultural, y, también, a veces, quita algo…
Pues la Suma Teológica de Tomás de Aquino, santo, es una enorme
catedral mental y conceptual y espiritual y ascética y mística. Es una enorme
vereda y autopista y acueducto para entender y comprender mejor al ser humano,
en su inmanencia, y al ser humano en su trascendencia. Cierto es que es una
obra medieval, y, desde aquel tiempo, han caído muchas aguas y tormentas y
huracanes y tifones. Desde aquel tiempo la historia y la realidad humana, ha
ido evolucionando. Se han descubierto una enorme cantidad de conocimientos, por
las ciencias naturales, por las filosofías, por las ciencias sociales, por las
tecnologías, por las artes, por los tiempos, por los hombres…
Por expresar algo personal, en
estos once-doce años he redactado tres mil quinientos artículos periodísticos
de opinión. Cierto es, que no tienen el mismo carácter/función/finalidad que la
Suma de Teología, pero tratan de cientos de temas, con un doble lenguaje, por
un lado, con temáticas de enorme diversidad, y con planteamientos aptos para
diversos tipos de paladares-gustos-olfatos-oídos-miradas, personas más especializadas
y para el público en general. Diríamos, a veces, que la suma de todos esos
artículos de opinión, salvando las distancias, sin caer en vanidades y
soberbias y grandilocuencias, es un intento moderno de
construir-edificar-conceptualizar, un trozo de Fenomenología del Espíritu,
de un trozo de Ramayana o Mahabharata, de un trozo de En
Busca del Tiempo Perdido, de un trozo de la Suma Teológica…
Opino y pienso que la teología y
la filosofía cristiana y católica ha cometido un enorme error con la Suma
Teológica, que la orden de los dominicos-predicadores, deberían, con notas a
pie de página, con otro sistema, a lo largo de los siglos, haber dejado el
tesoro central de la Suma Teológica de Tomás de Aquino, la terminación o
epílogo que realizaron a su fallecimiento, su equipo de trabajo que lo ayudaba
y asesoraba y complementaba… Sino que además respetando ese núcleo central
deberían siglo tras siglo haber formado y conformado equipos de ampliación, con
la misma técnica del “sic et nom” y, el mismo estilo. Haber ido añadiendo
preguntas y objeciones y razones y argumentos y…
Dicho de otro modo, la Suma
Teológica de Tomás de Aquino podría haberse convertido en una especie de Talmud.
Siglo tras siglo, se le podrían ir añadido objeciones, razones, argumentos,
contraargumentos, datos, etc. Y, hoy, podría tener tres o cuatro veces el
tamaño original. Y, hoy, la Suma Teológica podría continuar siendo un faro de
luz para las nuevas generaciones y siglos, de filosofía y teología… Con el sí y
el no, con argumentos y razones sencillas y frases cortas, profundas y
esenciales, y, entendibles para todo el mundo. Con el mismo esquema, con la
misma forma y manera… Pienso que al pueblo judío y hebraico lo sostiene no solo
La
Torah, sino también El Talmud, incluso hoy, y, en todos
los avatares que han tenido, que han sido muchos, el Talmud es esencial para su
ser y su estar y su vivir y su sobrevivir natural y sobrenatural, individual y
colectivo, conceptual y práctico, mental y material…
¡Dejo aquí el guante, para que
los dominicos formen equipos internacionales, y, estudien dicha posibilidad,
dicho hacer, sin borrar ni una coma de lo escrito en la Suma de Teología, ir añadiendo razones y contrarazones, que los
siglos nos hayan aportado…! ¡Pienso que el mundo necesita una obra así, de ese
modo, para entender y entenderse, creo que el cristianismo también, creo que el
ser humano y para el ser humano sería totalmente necesario…! ¡Para la filosofía
y para la teología actual y futura, para este siglo y los futuros…!
http://filosliterarte.blogspot.com.es ©
jmm caminero (25 abril-10 mayo 2023 cr).
Fin artículo 3.564º:
“2.669 artículos de La Suma Teológica”.
E.
10 mayo