Artículo Periodístico 3.577º: “¡Habla de Política y política…!”.
Me dicen habla de
política/Política que todavía estás a tiempo, todavía podrías tener un lugar en
el articulismo de nuestra sociedad y país. Tienes capacidad, sabes lo
suficiente.
Estoy ante las tentaciones del Nazareno en el desierto, o, al menos
alguna de ellas, aquella de “todo el poder del mundo te lo daré, si te
arrodillas ante mí”. Una variedad. Es triste, que incluso seamos ateos o
agnósticos o creyentes en otra religión no cristiana, no aprovechemos y nos
inspiremos en frases e ideas de la Biblia, para entender y comprender el
presente. Pienso que esto solo sucede en Europa, no en el marco de otras
culturas: budistas, vedistas, confucianas, islámicas, míticas totémicos o
politeístas…
Has acumulado muchas décadas de
reflexión sobre muchos saberes, y, muchos lustros de experiencia y vivencias de
muchas clases, también de la rex publica, de la cosa pública, de la república y
de sus poderes y del P(p)oder –entendiendo el concepto de república en sentido
antiguo, no opuesto a monarquía, lo digo por si usted no lo sabe-. Aquella
frase que se hizo celebre “en nuestra república actual”, dicha en el siglo
dieciséis con Carlos V o Felipe II.
¡Y, yo mismo, elaboro la
tentación, caigo en la tentación, y, me digo a mi mismo, empiezo a elaborar un
artículo de cada tres o cuatro que sea de política, sociopolítica, economía
política o no…! ¡Podría, como me indican, tener una posibilidad real y racional
y prudente y mesurada que algún medio de nivel nacional, se fije en mi
escritura, y quisiera que materializase mis palabras en su teestuz-cabecera, o
en una agencia de noticias que también publique artículos, o en un conjunto de
medios regionales…! ¡No es acaso lo que deseas, de alguna manera, estás
apostando, ya diríamos la última carta, la última vocación intentar que tu
periodismo columnístico literario, tenga un lugar, al final, arrastras décadas
como el caracol de tanta observación, pensamiento, escritura, análisis…!
¡Y, tú mismo, empiezas a poner
condiciones, nunca atacarás con saña y acidez y virulencia a ninguna persona,
entidad política o ideológica, a ningún colectivo… lo mismo que haces hasta
ahora, pero aplicado a todos los entes del poder, a todos los estratos sociales
y culturales e ideológicos y políticos y económicos y…! ¡Dirás, al analizar
alguna realidad, no solo lo negativo, sino también lo positivo, o de una entidad
equis, medida o norma, expresarás lo negativo, con mansedumbre, misericordia,
piedad, pensando que no tienen mala voluntad, sino que quizás, no se hayan dado
cuenta, pero al día siguiente, en otra crónica, expresarás algo positivo…! ¡Con
lo cual no gustarás, ni gustarán tus palabras ni a unos, ni a otros, ya que en
esta sociedad, o eres de los míos, o eres de contra de los míos, o estás en
contra de mí, aunque no hayas indicado jamás una palabra en contra…!
Pero has indicado que el
conocimiento y el saber de la realidad política, por parte del pueblo, es
limitada. Diríamos que no llega al cincuenta por ciento. Los teléfonos y las
llamadas, los dossiers secretos y discretos. Las informaciones de perspectivas
de lo que se intuye vaya a suceder dentro de diez o veinte años. Y, mil otras
razones, eso apenas nadie lo sabe. Existen círculos de conocimientos, que se
van restringiendo. El pueblo, al final, un articulista, es una persona del
pueblo, solo sabe o sabemos, no más del cincuenta por ciento de la realidad. Si
llevas muchas décadas en esto, y, estas en alguno de los centros del poder
político, quizás, llegues al sesenta por ciento… Ni siquiera los parlamentarios
conocen todas las intenciones del juego que están realizando, de la ecuación
que llevan entre manos, de la carrera de cuatrocientos metros que están
corriendo…
Llevas cinco décadas y más,
dándole a las palabras, frases, ideas, escritura, y, todo lo demás que viene
acompañando. Llevas tantos lustros, y, solo has acumulado silencios y
resilencios, negativas y renegativas, fracasos y refracasos. Y, vuelve la
tentación, podría quizás abrirse una puerta-ventana-ventanuco-chimenea en el
cual, introdujeras tu patita de lobo o de cordero o de colibrí, y, quizás tener
un pequeño lugar. Al final, no harías nada distinto a lo que miles de
columnistas hacen todos los días, hablar de la política de su región o de la
nación o provincia o localidad o comarca. No serías peor que ellos, ni mejor
que ellos, serías uno más.
La tentación, semejante o
analógica o parecida o similar a la del Nazareno,
que eso son las tentaciones, tentar hacia un supuesto bien pero que es un mal.
No harías, vuelve la tentación, nada malo, nada que miles hacen hoy, esta
semana, compartiendo y comentando cosas de la realidad sociopolítica. Además
tendrías multitud de temas, porque lo político y aledaños, permite un teatro
enorme de actores, ideas, leyes, proyectos, rostros, etc. ¡Y, la tentación
continúa…! ¡Y, eso es lo que han hecho, en mayor o menor medida, todos los
articulistas de esta sociedad, desde hace tres siglos…! ¡Hasta los viñetistas,
que son otros opinadotes y opinantes de los periódicos…!
Pero te dices, admitirás la
voluntad del bien y de la bondad y de la verdad y de la veracidad. Asumirás el
fracaso, solo unas decenas de visitas a tus artículos. Casi nadie los valora,
pero nadie los critica. Cosa que no es pequeña. Y, tratarás de mil temas, que
forman la esencia de la realidad y realidades humanas. No son política en
sentido estricto, pero si son política en sentido amplio, porque hablamos de la
polis-ciudad, hablamos de la polis del corazón humano. Existe algo que sea más
político que el corazón humano.
Por tanto, hablo y escribo y
razono todos los días de política, pero la política de la intimidad humana, sin
intentar herir a nadie. ¡Espero las llamadas de los medios nacionales, porque
también necesitan esta clase de política…!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (12-17 mayo 2023 cr).
Fin
artículo 3.577º: “¡Habla de Política y política…!”.
E.
17 mayo