Artículo Periodístico 3.596º: “Sobre el rumor, la mentira y la calumnia en la cosa pública”.
Ahora, hablan de falsas noticias,
falsas informaciones, falsas fuentes, falsos argumentos, falsos datos, falsas
interpretaciones realizadas adrede.
Parto del hecho que toda persona
tiene derecho a la realidad-verdad. Que todo el mundo puede equivocarse, pero
no puede expresar algo, que sabe es mentira como verdad, algo que sabe es
verdad como mentira. Digo, reitero, digo sabe, porque esa persona cree saber,
que algo es verdad o algo es mentira. Otra cosa es que esté equivocado o esté
en el error sin saberlo.
La verdad nos hará libres, frase
evangélica, pero se puede aplicar a todo. Cierto es, que si expresar la verdad
te va a llevar a un castigo enorme, y, son muchas las clases que han sido
inventados. Entonces, cada ser humano tiene que proteger su vida. Siguiendo a Kant, y reinterpretándolo, o no dices
nada, o solo expresa una parte pequeña de ese asunto, siempre dejando claro que
no se ha tocado todo el tema –si hay mucha censura, no podrá, ni siquiera ni
expresar esa realidad…-.
En los sistemas de graves
censuras desde el Estado, sea por un color de bandera o por otra, Eurasia ha
estado llena de todo esta realidad en el siglo veinte, en unas décadas o en
otras, según tiempos y según zonas. Siempre se dice en las tabernas, que deben
existir grandes obras literarias, que no surgen por la censura, que cuándo
termine florecerá y renacerá y resucitará. Pero viene la democracia, y, se
espera uno o diez años, haber si empiezan a volar esas obras egregias y
notables, que están en los baúles, pero pasa el tiempo, y, salvo alguna
excepción, o se han perdido, o los autores y autoras han fallecido y los
herederos, no las han conservado, o, no
han tenido esperanza de su valor. O, han temido que si las encontrasen en sus
archivos, recibirían una sanción… ¡Pero las flores no brotan…!
En el periodismo sucede lo mismo.
En tiempos no-democráticos, se expresa, con razón que no se puede publicar todo
–pero también en tiempos democráticos-. Y, siempre me he hecho la misma
pregunta. Imaginemos un articulista de opinión. Está bajo la censura, tiene que
escribir artículos que atraviesen esas murallas y sembrados. Con lo cual hará artículos fáciles y simples y sencillos y pasables.
Pero me he dicho yo muchas veces,
si hace un artículo al día, no podría realizar uno, para publicar. Y, otro, ya
sin censura o con menos, no para publicar de inmediato, para ir conservándolo
para el futuro… En mi ingenuidad e idealismo y filantropía y humanismo de
joven, pensaba que saldrían, cuándo se hiciesen recensiones de artículos en
libros, de grandes autores, de un color
y de otro, de los que estaban dentro del pentágono de la Península, de
los que estaban fuera, esos otros artículos posibles y esperables e
imaginarios. Pero he ido esperando y
esperando y esperando, y, salvo alguna excepción, nunca se han materializado.
Volvemos, los descendientes los han perdido…
El escritor y articulista José Bergamín, publica en Luz,
22 de julio de 1933, un artículo titulado: ¡Hay que alambicar! Nos
habla de los rumores, mentiras, engaños, falsedades, falacias, y todo lo demás,
que queramos incluir e interpretar, que estaba sucediendo en la vida pública y
política y sociopolítica de su tiempo, en plena República, pero que también
podemos aplicar, suponemos, al ahora, en algunos casos y palabras e
informaciones y… ¡La gran tentación del periodismo y de la vida y de la
sociedad y de todos los entes sociales…!
Quizás, desde la prehistoria los
humanos se engañan y se mienten y no se dicen verdades y veracidades de
determinadas realidades, quizás, por no saber la realidad-verdad, quizás por
intereses de futuros negocios, quizás, por ideologías o intereses previos,
quizás, por mil razones.
En la famosa batalla de Kadesh, entre Ramses II y los Hititas –se ha encontrado en los frisos, una batalla que terminó en
tablas, como una gran conquista y victoria del faraón egipcio, que si no
recuerdo mal, es el que he citado…-. Además, de ser una de las batallas de la
antigüedad, que más carros de combate a caballo entraron en liza, una batalla
que se tienen datos, y que dicen, se estudia como estrategia y táctica en las
Academias Militares de ahora, y, que se compara con la batalla de Kursk
entre los alemanes y rusos en la Segunda
Guerra Mundial –ya que se dice que ha sido la batalla con más tanques de todos
los tiempos-. Y, en esa batalla de los egipcios y en la de hace ochenta años,
se utilizó también el engaño y la mentira…
Lamentablemente en la vida
rutinaria y diaria y social, en todos los ámbitos, hay personas más propensas a
camuflar los datos y los hechos, según sus intereses, de un tipo y de otro.
Ocurre en todos los ámbitos. En la vida sociopolítica también sucede. Al menos,
esperaríamos de los medios de comunicación que nos cuenten los hechos, de la
forma más objetiva posible, y, segundo, interpreten los hechos según su
ideología. No confundan en un primer momento, hechos e interpretación. Si se
consiguiese esto, habríamos avanzado mucho, en el conocimiento de nosotros
mismos.
Porque el hombre se merece la
verdad. La verdad es el alimento de su ser, y, no solo las proteínas y las
calorías, la verdad es la sangre de los individuos y de las sociedades y de los
Estados… La realidad-verdad, si es posible con bien-bondad y
racionalidad-prudencia… ¡Paz y bien…!
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (22-24 mayo 2023 cr).
Fin artículo 3.596º:
“Sobre el rumor, la mentira y la
calumnia en la cosa pública”.
E.
24 mayo