Artículo Periodístico 4.185º: “Gastrocultura y gastrosofía: Almejas a la marinera o a la cazuela”.
Es
un plato típico de todo el litoral del norte, pero se ha extendido por toda la
Península ibérica, existen modalidades gallegas, cántabras, asturianas, vascas…
Bajo
mi modesto entender y comprender, desde los concheros prehistóricos y
neolíticos que se han encontrado en muchas zonas y costas. Los concheros son
acumulación de conchas que durante varias generaciones los habitantes de una
zona han ido acumulando. Lo que muestra y demuestra que desde la prehistoria y
desde luego desde el neolítico, los humanos han consumido productos del mar.
Los bivalvos son un elemento o ingrediente fácil de recoger, no olvidemos que
las ostras hasta hace un par de siglos, en algunas zonas de Europa era una
comida de estratos sociales del pueblo.
Indicaba
que los historiadores y teóricos de la gastronomía, tendrán que demostrarlo,
pero insertar en un recipiente para cocer ostras, almejar, chirlas, mejillones
y semejantes, y, en medio algunas verduras o algunos condimentos eso ha tenido
que tener una historia y evolución no solo de siglos, sino de milenios. Las
almejas a la marinera actuales, en todas sus derivaciones y concreciones y
materializaciones son el resultado, a mi modo de ver, de milenios de evolución.
Es cierto, que cada etapa histórica se le van aportando elementos e
instrumentales que cambian las realidades culinarias, como el resto de
actividades humanas. No es lo mismo cocer con cerámica que en recipientes de
metal, o sin tener ambos en recipientes formados de cuero animales.
Quizás
en la prehistoria las almejas y semejantes se echaban en los fuegos o en las cenizas
calientes de los hogares para que se abrieran y se comerían de esa manera. Por
tanto las almejas o chirlas o mejillones asados o en horno o ahora en los
procedimientos técnicos actuales de cocción/asado por aire o por calor o por
microondas, son variaciones que pueden estar con nosotros, en sus formas
básicas desde hace milenios –evidentemente el microondas es un producto de la
tecnología del siglo veinte…-.
Los
ingredientes básicos para este plato son almejas, agua, cebolla, tomate, vino
blanco, pimentón, sal, fuego, aire… Como toda comida o todo plato pues existen
variedades comarcales, locales, regionales y, desde luego de autoría, aunque
todas sigan la misma fórmula básica, las manos y el corazón que las prepara
pues añade diferencias. Creo que como en todo alimento, en tiempos de
abundancia, las personas suelen seguir normas más estrictas porque pueden
adquirir los diversos alimentos o ingredientes básicos, en tiempos de carestía,
existe más posibilidades de incertidumbre y de imaginación, para incluir en la
comida lo que se dispone.
Una
variedad o deducción del aprovechamiento de los bivalvos son las diversas
tortillas posibles y reales: tortilla de almejas, tortilla de chirlas, tortilla
de mejillones. Dónde de alguna manera, se combina la tortilla de patatas,
típica española, que parece ser tiene un origen en Extremadura, con los diversos tipos de
productos del mar, pueden ser bivalvos, pero también pueden ser trozos de
calamares, etc.
Desde
la gastrosofía debemos intentar argumentar para que observen los teóricos de la
gastronomía en todas sus dimensiones, pero también las personas prácticas de
los fogones, debemos razonar para que existan líneas de productos gastronómicos
que sean diversos y diferentes, pero que sean económicamente aceptables, sus
ingredientes básicos o poder ser asumidos y asimilados por todos los estratos
sociales de la población.
Es
importante, para la coherencia y la paz social, que la alimentación sea
diversa, en la medida de lo posible, y, en la medida de los bolsillos, por lo
cual, aunque pocas cosas hay en gastronomía que no estén ya inventadas, si se
pueden poner bajo nuevas fórmulas, darles un poco más de publicidad. Por
ejemplo, tortilla, ya que estamos con este elemento, tortilla de arroz. Dónde
existen ingredientes básicos asumibles por casi todas las economías: huevos,
patatas, arroz –evidentemente el arroz habría que cocerlo antes de integrarlo
en la tortilla-.
Estos
productos pueden alegrar un poco el corazón, en tiempos de tantas crisis que
esta Península está sufriendo. Preparar diversos platos con semejantes
ingredientes, diríamos que es casi una finalidad social. Así, en la familia
pueden degustar diversidad de platos, prácticamente con los mismos
ingredientes…
La
ética y la comida, la moralidad y la comida es un tema que está inserto o debe
estarlo en una filosofía de la comida-gastronomía, o lo que se denomina
gastrosofía. Nadie supongo puede dudar que hay que degustar alimentos que sean
sanos, por tanto, algunos productos de comidas, que puedan poner en riesgo la
vida humana, no sería éticamente correctos. Platos o comidas que sean en sí,
lleven algún elemento perniicoso contra la salud humana, o, que en un caso
concreto, esa persona no puede degustar de esa comida. O, que esa comida/bebida
en dosis moderadas puede ser positiva, pero en dosis altas es perniciosa y
negativa, en distintos aspectos de la realidad, sea el caso del vino –las
bebidas de altas dosis de alcohol, creo que tienen más contraprestaciones que
afirmaciones o aceptaciones…-.
Todo
lo que hace un ser humano, cada día, decenas de actos, tienen diversidad de
dimensiones y parámetros, unos son los instrumentales o útiles con distintos
fines, y, dentro de estos y en estos, también están parámetros morales y
éticos. Este simple artículo periodístico, dispone de una dimensión
instrumental, tiene una finalidad literaria y conceptual, tratando una serie de
temas, en este caso, la comida. Pero también tiene una dimensión ética y moral,
si hay voluntad por parte del escribiente, de intentar buscar el bien moral con
la comida. Evidentemente, es claro si alguien lee este batallón de palabras,
que existe una voluntad clara de buscar el bien moral con la comida.
Las
almejas a la marinera –por extensión otros bivalvos- que son un producto típico
de las costas españolas y que se ha extendido por toda la península, es una de
las comidas, más fáciles de preparar y más fácil de consumir. Los puristas
dirían, con razón supongo, que dar el punto exacto es muy difícil, pero supongo
que encontrar el punto exacto de una columna periodística también lo es, y,
recitar la novena de Beethoven aún
más. Paz y bien.
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (22 marzo-28 ab 24 cr).
Fin artículo 4.185º:
“Gastrocultura y gastrosofía: Almejas a la marinera o a la cazuela”.