Artículo Periodístico 4.205º: “Casi todo moda, casi todo cambia”.
Siempre estamos en la lucha de lo
que es Naturaleza-naturaleza y lo que es cultura-Cultura, lo que es constante y
lo que es cambio, lo que es constante y lo que es moda.
En
todos los parámetros de la realidad se plantea esta cuestión o manera o forma
de un modo o de otro. Qué cambia y qué no debe cambiar, qué no cambia y qué
debe cambiar. A nivel de conceptos, de prácticas individuales y colectivas. Si
los continentes se mueven, el planeta se traslada, la galaxia también, el
universo se expande, con más razón, se indica, se moverán el resto de
cuestiones…
Pero
la cuestión es cuánto se debe mover-cambiar, cuánto no, cuánto se debe
modificar-variar, cuánto debe ser constante. Cuánto y cómo y cuándo y dónde y,
sobre todo en qué. La cuestión debe cambiar todo. Cientos o miles de aspectos
teóricos y prácticos. Hoy, hoy mismo, cientos de miles de investigadores en el
mundo, de la industria privada y pública y de la universidad, y, cientos de
miles de otras personas se levantan para cambiar algo. Ese algo puede ser una
nueva forma de cirugía, una nueva ecuación matemática, un nuevo concepto filosófico,
una nueva práctica económica, un nuevo concepto de ética o moral. Y, mil otros
campos. Todo cambia, todo se va modificando, ya lo dijo el maestro viejo
griego, Heráclito. Pero la cuestión
es si todo debe cambiar igual y del mismo modo. La cuestión es si existen
cuestiones que no deben cambiar, o solo irse adaptando en algunos parámetros y
matices.
Ahora,
de las seis o siete grandes civilizaciones existentes, que de ella se derivan
otras, de esas seis o siete grandes civilizaciones, hasta ahora basadas en
metafísicas religiosas, casi todas, en sus fundamentos esenciales, en sus
pilares, unas aceptan más cambios que otras. Hoy, uno de los problemas del
mundo, es que algunas civilizaciones cambian en casi todo, otras solo en parte.
Unas pueden aceptar los misiles y los aviones supersónicos pero no que cambien
el régimen de comidas que está prescrito desde hace siglos. Otras cambian en
todo, o, están dispuestas a modificar y cambiar en todo…
Por
consecuencia, nos enfrentamos y confrontamos con un enorme problema o cuestión
en el mundo. Que es causa de enormes roces entre sociedades, culturas,
civilizaciones, etnias, religiones, metafísicas, éticas, y, todo lo demás. Casi
todo el mundo acepta los planteamientos científicos, especialmente de las
ciencias naturales y matemáticas. No tienen más remedio. Pero después, los
planteamientos de las ciencias sociales y humanas, aquí, ya se produce unos
cambios enormes de diferencia de civilizaciones. Las civilizaciones no aceptan
todo lo que va produciendo las ciencias sociales, entre otros motivos, porque
dentro de ellas mismas, cada una de ellas mismas, existen varias corrientes.
Pero
evidentemente claro está, tampoco se ponen de acuerdo las civilizaciones, en
los cambios que pueden surgir del
movimiento racional-filosófico, de las filosofías, cada una tiene
adaptaciones del resto de las filosofías, o, simplemente dispone de sus
filosofías propias.
Y,
al final, otro magma enorme de no entendimiento entre las civilizaciones, es
las metafísicas religiosas y las religiones positivas, cada una con sus dogmas
y sus prácticas, aunque tengan algunos puntos en común. Y, por último estarían
las costumbres sociales, a medias tomadas de los puntos anteriores, y, a medias
de inercias de las propias tribus, aldeas, pueblos, regiones, comarcas,
costumbres de siglos, historia e historias, etc.
Por
tanto, estamos ante una situación, hemos reducido a seis o siete grandes
civilizaciones, de las que surgen mezclas y combinaciones diversas y
diferentes, que podrían acercarse a veinte o treinta subcivilizaciones –que se
derivan de ellas, no que sean inferiores-, con diferencias entre ellas, porque
el mundo del vedismo no es el mismo del budismo, ni el mismo del jainismo por
poner tres ejemplos. Aunque tengan raíces comunes y semejantes. Igual que el
mundo del zoroastrismo no es el mismo que del judaísmo o del islamismo o del
cristianismo. Y, dentro del cristianismo no es exactamente lo mismo las
iglesias ortodoxas griegas, que el catolicismo, que los
luteranismos-evangelismos…
Por
lo tanto, es cierto que todo cambia. Los conceptos siguen surgiendo de la
marmita de la historia a borbotones. Conceptos, ideas, argumentos, ecuaciones,
fórmulas, definiciones a y en todos los campos surgen cada año nuevas, cada
mes, cada día, cada semana. Nadie niega esto. Lo que sucede, es que digamos
cada civilización, no tiene más remedio que aceptar los enunciados, que estén
bien demostrados de las ciencias fuertes o puras, por denominarlas de algún
modo. Y, del resto de saberes, solo aceptan o cogen los que consideran les
convienen a sus planteamientos, fundamentos, pilares, fines, intereses,
sistemas ideológicos…
Al
final, igual que existen placas tectónicas geográficas en el planeta, también
existen placas tectónicas geográfico-culturales metafísicas o civilizaciones.
Y, este es el problema que arrastramos desde siglos y milenios. ¿Qué tendríamos
que hacer para crear puentes de interrelación entre esas grandes
civilizaciones? ¿Qué por otro lado, puede ser uno de los cinco más
graves/grandes problemas de la humanidad hoy, que los humanos cada uno con su
metafísica y su civilización, no se pongan de acuerdo unos con otros, unas con
otras…? ¿Y, muchos tienen que vivir unos al lado de los otros, tocando sus
fronteras o dentro de sus fronteras…? ¿Qué hacer, qué pensar, qué esperar…? ¿Casi
todo moda, casi todo cambia?
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (24 abril-12 mayo 2024 cr).
Fin artículo 4.205º:
“Casi todo moda, casi todo cambia”.
E.
12 mayo