Artículo Periodístico 4.208º: “El padre/madre prior/a y Manuel Alcántara”.
Raramente
hablamos, aunque sea tangencialmente, en las columnas de las personas que
tienen el cargo máximo de responsabilidad de las comunidades religiosas.
El
milagro y enigma del articulismo de opinión es precisamente éste. Que está
bien, que se escriba y hable y dialogue de todos los temas que existen en la
realidad, que la realidad no es lo mismo que la actualidad y ni realidad y
actualidad son lo mismo que la novedad, y, todos los adjetivos y substantivos
anteriores, no es tampoco lo mismo que la audiencia aumentada o disminuida de
ese tema o cuestión...
Pero
esos temas que están presentes con nosotros y en nosotros son esenciales. Es
una combinación de Autoridad, entraría dentro del concepto de Autoridad, y, de
lo Religioso, es una Autoridad Religiosa. Quizás, usted no se ocupe o preocupe
de estos temas. Lo primero, es cuantificar, cuántas Autoridades Religiosas
existirán, pongamos por caso, seleccionemos el conjunto de colegios religiosos
en el que existe un Padre que es la Autoridad religiosa máxima en el colegio,
aunque después, existan Directores seculares en cuanto a la formación. Pero de
comunidades religiosas: conventos, monasterios… cuántos existirán, unos cientos
o unos miles en el territorio español, decenas de miles en Europa…
Aunque
no sea una novedad esta realidad, es una realidad, y, quizás, nosotros debamos
abordarlo. Quizás, los grandes ojos del notabilísimo Manuel Alcántara, uno de los diez o veinte columnistas más
importantes de estos tres siglos que ha pasado por este enorme pan que es
Celtiberia, sí fue capaz de captar esta realidad. Como su talento lo expresa,
concretiza en un prior, en el prior de Los
Valles de los Caídos, según mi idiosincrasia, yo hablo en general, para que
si alguien se fija en este modesto artículo, piense en el prior o priora o
madre superiora del colegio dónde lleva a su hijo o hija, o el prior del
convento que está en la misma calle de su casa o en sus experiencias del
pasado.
Demos
al César lo que es del César, y, además así continuamos con este viaje que
estamos realizando por el columnismo de opinión de esta Piel de Toro, en estos
tres siglos últimos. Pues Manuel
Alcántara firmó una columna titulada: El padre prior, en El
Correo, el domingo 06 de enero del 2019, unos tres meses antes de pasar
su tránsito, Dios lo tenga en su paz eterna –saludo que se hacía antes y
durante siglos, o Dios lo tenga en su seno, saludo que todos los oídos
escuchaban de vez en cuando, pero que ahora se ha olvidado, y, por eso le
recuerdo a usted una frase que quizás ya sea arqueológica, la arqueología del
lenguaje, gran tema, para tratar algún día-.
Los
de una edad ya apreciable, hemos tenido relación en nuestras vidas, con los
superiores de entidades religiosas, de diverso orden, no solo colegios
religiosos, no solo de monasterios o conventos, no solo de seminarios, y, de
diversidad de pareceres y entendederas, por ejemplo, Rectores religiosos de
Colegios Universitarios, etc.
Y,
uno mirando hacia atrás, se da cuenta, se percibe, recuerda que dependía mucho
de la personalidad, personalidad psicológica y moral de la persona que ocupaba
ese cargo y esa carga, la forma de ser y de estar en el mundo. De lo que hacía
y de lo que se hacía. Siempre en las tradiciones religiosas, exactamente,
siempre existe mucho peso de la tradición. Pero también es cierto, que la
personalidad de la persona que ocupa ese lugar, en ese momento, en ese paso,
puede tener mucha importancia, para la entidad concreta, sea del tipo que sea,
pero también, para las personas que diríamos están bajo ese paraguas…
Es
la condición humana, toda la sociedad, queramos o no es jerárquica, no es lo
mismo la personalidad de una persona que ocupa un alto cargo económico y de
gestión en una empresa u otra. De ahí, todos los estudios que se han hecho y se
aplican en la racionalidad de los Recursos Humanos. Quizás, aquí en el caso de
los priores, símbolos de todos los cargos religiosos, estaríamos en la misma
situación… la personalidad de esas personas es condicionante, en mayor grado
para algunos de los que están bajo su responsabilidad, pero para otros son
determinantes…
La
microhistoria que apenas se estudia en los relatos de la historia. La
microhistoria, la microhistoria es esencial para entender el mundo. Quizás, sea
un trocito de una tesela de un mosaico enorme que es la historia. Pero siempre
me he preguntado, cómo se vería afectada la personalidad de Stalin o de Azaña por estar en entidades religiosas, durante un tiempo de su
vida. Tanto en aptitudes y actitudes positivas y menos positivas…
Hoy,
al menos, cuándo se vaya a dormir esta noche, recuerde, que hoy ha leído un
modesto artículo sobre una realidad, que quizás usted no había pensado lo
suficiente, la personalidad de las autoridades intermedias de multitud de entes
que ocupan cargos y cargas, no solo religiosos, sino civiles… personas que
pueden ocupar ese cargo y carga, diez o cuarenta años, y que condicionan y
determinan, ese movimiento de ese ente, y, que condiciona a muchas personas…
Esos cargos y cargas, intermedios y bajos, pero que tienen autoridad. Quizás,
sea bueno ocuparse alguna vez de ellos.
Por
eso, la experiencia me ha enseñado, no eleven a personas demasiados jóvenes, a
cargos importantes, porque condicionarán demasiado, durante treinta años o más,
esas entidades, tanto en lo bueno, como en lo menos bueno… Quizás, este haya
sido un error, durante siglos en nuestro lugar y terruño ibérico… Alguien es ya
la autoridad máxima con treinta años o un poco más, de ese ente económico o
político o jurídico o social o administrativo o… ¿O, no…?
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (09-12 mayo 2024 cr).
Fin artículo 4.208º:
“El padre/madre prior/a y Manuel Alcántara”.
E.
12 mayo a Infoprovincia.net. El Castillo de San Fernando.es