Artículo Periodístico 4.236º: “Decir o no decir y verdad o mentira”.
Toda
idea o todo concepto, en el terreno de las humanidades, tiene muchas
conformaciones y materializaciones y concreciones, también en los artículos o
viñetas…
Recuerdo
ya, hace décadas, que sucedió un acontecimiento equis en la Piel de Toro, y, el
profesor arrastró hasta el aula la portada de dos o tres periódicos, y, cada
uno expresaba lo mismo, con diferente color y matiz y fotografía y palabras e
ideas y conceptos y lugar en la página tipo/tamaño de letra. Trataba sobre lo
mismo, pero no era lo mismo el matiz, porque no es lo mismo indicar: “la casa
tiene un pozo azul” o expresar: “la vivienda que dispone de un árbol y un pozo
adornado de cerámica azul”.
Es
lo mismo y no es lo mismo. Aquí estriba la dificultad de la información y del
periodismo, pero también aplicado a las relaciones humanas. Siempre estamos con
los medios de comunicación y los periodistas, como si solo fuesen estos, junto
a los políticos profesionales los que matizan para sus intereses las ideas y
las noticias y los argumentos y las razones. Y, no olvidemos, que en todos los
ámbitos se produce, en todos. Lo que sucede es que ya estamos tan
acostumbrados, de emitir noticias a medias y de recibir informaciones a medias,
que ya no somos casi conscientes, que nosotros, usted y su vecino, también
engañan, manipulan, disponen de las palabras en un orden o en otro, cantan
algunas canciones, digamos diversas a las estrellas o a las nubes…
Algunas
viñetas de las que soy autor, pongo de fondo un sol o una estrella o la luna o
una galaxia o el número matemático del infinito, también alguna nube… ¿Es lo
mismo situar una objeto simbólico y metafórico que otro, cambia la esencia de
esa viñeta de humor gráfico, sea lo que sea el concepto de humor y de humor
gráfico o proporciona elementos inconscientes al receptor…? ¿Entre otros,
muestra que dentro de los problemas y cuestiones humanas, que es de lo que
tratan las viñetas, está y estamos y somos Naturaleza y estamos dentro de la
Naturaleza… -, bueno, también somos razón-pensamiento-conciencia-cerebro, y,
también alma-espíritu inmortal, y, sociedad y cultura e historia…-.
Decimos
y no decimos, esta es la cuestión. Una de las labores y de las funciones y
finalidades que cada ser humano debe y tiene que hacer, dispone de derecho a
hacer, es irse autocontrolando de forma correcta de/en/con las palabras, las
palabras habladas o escritas, que respondan a un mayor grado de veracidad,
verdad, bien, bondad, algo de belleza, racionalidad, prudencia. Toda persona
debe huir de la mentira y del error adrede, del engaño, de la hipocresía de las
palabras, de la adulación con las palabras. Debe ansiar la verdad y la bondad
con las palabras.
Es
obvio y evidente, que existen situaciones límites, que quizás, es más moral no
decir la verdad, la verdad que uno cree que es o existe en ese hecho. Es obvio
y evidente, que en ese caso, siguiendo a Kant
no dirás lo que crees es verdad, porque tu vida pende de un hilo, o le
proporcionas un mal a otra persona, que es tan grave y tan grande que no es
necesario. Pero no decir la verdad o la verdad que uno cree, no quiere decir,
expresar el error o la mentira, pensando sabiendo o creyendo saber que es
mentira o es error… O, decir, una frase es una calumnia a otra persona que
pagará un precio enorme, o le proporcionarás un mal enorme, o, que no es
necesario que alguien sepa la supuesta verdad –en fin, en la moralidad lo
simple es complejo, y, lo complejo simple…-.
En
el mar de Internet indican estadísticas y datos de los pensamientos que tenemos
cada día, unos ochenta mil, de las palabras o frases que indicamos cada día, y,
de las mentiras o errores adrede de palabra que expresamos cada día. Según un
estudio del Journal of Basic and Applied Social Psychology, indicó que
mentimos dos veces por día.
Al
año serían setecientas. Es obvio y evidente, que no es lo mismo un tipo de
mentiras u otro, sobre unas materias o sobre otras, sobre unas personas o sobre
cosas… A esto habría que añadir la información de publicidad o de propaganda
que puede estar más o menos sesgada, que no es total, sabiendo que es
imperfecta…
Hubo
un tiempo, que la mayoría de la población en Europa, pensaban que existía un
mandato/mandamiento/palabra/norma/ley de Moisés,
en definitiva de Dios, que prohibía
la mentira. Porque se piensa, en casi todas las civilizaciones que la mentira
es causa de muchos males. Porque la mentira va haciendo a personas que vayan
pensando, sintiendo, deseando, percibiendo, hablando, creyendo cosas
equivocadas sobre multitud de realidades y concreciones… Porque no olvidemos
que nos movemos, en/por muchas realidades internas, percepciones, deseos,
pasiones, ideas, conceptos, pulsiones, instintos, etc., pero todos tenemos
derecho a tener ideas o conceptos que sean los más verdaderos posibles y lo más
bondadosos posibles y los más útiles posibles...
El
ser humano tiene derecho a la verdad, y, la verdad y las verdades y la Verdad
os hará(n) libres. Uno tiene que saber que entre la gimnasia que tiene que
hacer, no solo la física, y, entre las dietas que uno debe de hacer consigo
mismo, y, con los demás, es “expresar verdades o que uno crea que son verdades,
y, de lo contrario callarse o silenciarse…”.
Los
escritores y pensadores y articulistas de opinión también. Empecemos a construir
columnas de opinión con más veracidad, verdad, verosimilitud, bondad, bien, y,
algo de belleza, porque el interlocutor o receptor tiene derecho… Dejemos de
expresar falacias, mentiras, errores, engaños, hipocresías, adulaciones,
falsedades sabiéndolo que lo son, porque si usted dice mentiras, el receptor
también le dirá a usted mentiras –solo es cuestión de tiempo…-. Y, todos, nos
llenamos de mentiras y todos nadamos en el lodazal de la “mierda” de la
mentira… Si les gusta más la palabra: putrefacción/corrupción de la mentira
adrede o de la media mentira adrede… Paz y bien y bien de la palabra…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (27 mayo-02 junio 2024 cr).
Fin artículo 4.236º:
“Decir o no decir y verdad o mentira”.
E.
02 junio