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Artículo Periodístico 4.281º: “Sermones de ocho minutos, según el Pontífice y el articulismo de opinión”.

                         Artículo Periodístico 4.281º: “Sermones de ocho minutos, según el Pontífice y el articulismo de opinión”.

Vuela por las redes una noticia que indica que el Sumo Pontífice Francisco I, ha indicado y aconsejado que los sermones sean como máximo de ocho minutos.

Estoy viendo como aprovecharán esa corriente dentro del periodismo de opinión para que las columnas periodísticas y los artículos de opinión y las famosas tribunas pasen y se reduzcan. Es curioso en un siglo y algo más, hemos pasado artículos de opinión de cuatro o cinco páginas, cuatro o cinco mil palabras, a mil doscientas-mil quinientas como máximo que se denominan tribunas, a ochocientas-mil palabras que se llaman artículos de opinión, y, a seiscientas que se denominan columnas, y, en algunos casos, por copia e imitación y mímesis de las redes sociales, a trescientas palabras, que ya habría que denominarlas microcolumnas… Hablo del articulismo de opinión, no de las noticias, reportajes, entrevistas, editoriales, etc.

Pero creo que es un error si se continúa induciendo que los artículos de opinión, llamemos así a todas las variedades que antes hemos citado. Reitero, creo que es un error periodístico si los equipos directivos y los propietarios-promotores de esos medios inducen cada vez más, a los articulistas a que vayan reduciendo la cantidad de palabras. Por la sencilla razón, que entonces, se convierte el artículo en algo que se muestra y no que se demuestra, en algo que a lo máximo se da una razón y se proporciona una emoción o sentimiento. Es algo más parecido a las redes, que cada uno tiene su opinión medio racional y medio emocional… Entonces el periodismo está condenado a perder si quiere competir con todo y en todo con ese medio…

Opino, bajo mi modesto entender, especialmente, en el periodismo y articulismo de opinión digital –en papel, ya es otra cuestión-. Que los periódicos digitales, si quieren ocupar un lugar en la mente y conciencia humana, si quieren pelear su lucha, tienen que tener una idea diferente. Un periódico sería como un supermercado o un hipermercado. Si usted entra este fin de semana en el que es habitual para usted hacer la compra, encontrará que cualquier producto existen varias marcas, varios precios. No pondré ejemplos.

Por tanto, si el articulismo de opinión quiere continuar teniendo un lugar en la conciencia humana, si el periodismo quiere remontar su posición y su papel en la sociedad. Tiene a mi modo y modesto entendimiento y percepción, aprender y aprehender la lección del hipermercado al que usted va una vez al mes. Que tiene el mismo producto en distintas marcas y precios y variaciones y calidades y cantidades…

Esto es lo que tiene que ser el articulismo de opinión. Que existan artículos de trescientas palabras, de quinientas-seiscientas, de ochocientas-mil, de mil doscientas-mil cuatrocientas. Que el receptor sabe y sepa, que tal nombre, tal persona, puede hacer artículos de quinientas palabras, hablo en digital, pero también de mil doscientas…

Que el receptor, pueda ser, que quiera saber una noticia o una opinión de tal columnista, y, quiera saberla y conocerla enseguida, en un minuto conocer y ya está. Pero puede existir otro público, quizás minoritario, que no solo quiera saber la opinión de ese plumífero, sino también algunas razones, algunas causas, algunos datos, algunos motivos, algunas consecuencias.

Quiere y desea y tiene tiempo, para que sobre ese tema, le indique algunas finalidades y funciones. Ya que va a perder dos minutos de su tiempo, y, le van a decir obviedades emocionales con algún dato, prefiere perder cinco minutos de su vida, y, además de la tesis de ese artículo, conozca dos o tres razones, dos o tres motivos o dos o tres datos. Es decir, desea tener tiempo, prefiere perder cinco minutos en leer un artículo que no solo dos, porque sabe que con cinco le puede aportar algo, solo con dos minutos, solo le muestra una opinión que ya personalmente puede conocer, y, apenas argumentos y apenas datos y apenas consecuencias…

Reitero y continúo, con la imagen y símbolo y metáfora del hipermercado. Porque pienso que encaja totalmente a lo que estamos diciendo y expresando. Puede que un articulista que sus columnas tiene ochocientas-mil palabras, se tarde cinco minutos en su lectura. Puede que ese columnista tenga menos audiencia que otros que están a su lado y en su sección, que solo se tarda dos minutos o tres en leerlo. Pero el periódico como sistema de información, está ofreciendo al potencial comprador del hipermercado de ideas y conceptos y noticias y datos, dos productos diversos.

Al cabo de un tiempo, los lectores de ese periódico, sabrán a ciencia cierta, quién tardará cinco minutos y quién dos o tres. Sabrán si deben continuar leyendo un artículo o dejarlo a medias. El articulista como autor, sabe que tendrá menos audiencia, pero también sabrá que la poca que tenga, que les estás ofreciendo o intentando ofrecer buenos alimentos, sin intentar engañar o manipular, sino hacer pensar, ofrecer datos y argumentos, aunque sean pocos, pero algunos.

¿Usted cree que la tesis de este artículo podría haberlo sintetizado con todos los matices y los barroquismos, en una columna de cuatrocientas palabras, sería lo mismo, diría lo mismo…? Más de ocho minutos los sermones, no son convenientes porque se juntan ideas y palabras y conceptos en demasía o demasiados, pero quizás sermones de un minuto, sean demasiado poco…

http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es        © jmm caminero (14-23 junio 2024 cr).

Fin artículo 4.281º: “Sermones de ocho minutos, según el Pontífice y el articulismo de opinión”.

E. 23 junio 2024 a Xornal de Galicia.es. El Tambor Revista de la Gomera.es.

Humor 2.271 a 2.277.

                            Humor 2.271 a 2.277.                         71. Humor 2.271 [1] .                           72. Humor 2.272...