Artículo Periodístico 4.541º: “Homenaje a Vinicius y a todos los demás”. Creo que es una excepción pero hay que mostrarla e indicarla, no es admisible que un individuo, ni siquiera uno, insulte a una persona, sea deportista o no por el color de su piel.
Nadie
puede insultar, marginar, silenciar, maltratar de ninguna forma, ni de palabra,
ni de gestos, menos de acciones a otra persona porque su color de piel sea azul
o sea verde o sea violeta o sea naranja. Nadie. Es absurdo. No hay adjetivos
para mencionar, describir, clasificar, juzgar este comportamiento.
Parto
del hecho, primero, apenas trato temas de deportes, pero creo que me veo
obligado aquí a decir algo –por algunos comportamientos reiterados, aunque muy
minoritarios…-. Lo aplicado en estas frases al deporte, y a esos grandes
deportistas, es aplicable a cualquier persona que tenga la piel verde o naranja
o violeta o azul, que vaya por la calle. No solo es aplicable estas ideas a un
gran deportista como es éste caso, o, a otros deportistas, que parece se están
dando también episodios semejantes…
Parto
del hecho, que esto es una minoría de una minoría, diríamos, que es una
microminoría… Por tanto, alguien podría indicar, es un acontecimiento
excepcional de excepción y por tanto, no tiene relieve y no tiene importancia.
Pero la tiene y mucha. Usted va libremente a un partido de futbol, usted camina
libremente por la calle, usted no puede insultar a alguien que está trabajando
en un oficio que se llama deporte del futbol, o usted no puede insultar a
alguien que se cruza con usted en la calle, que ni siquiera le ha dicho nada,
ni siquiera le ha dirigido la palabra, y, que su único delito es andar por la
calle en y con sus obligaciones y tener la piel verde o violeta…
Puede
que alguien tenga mucho odio o rencor a la especie humana, o a algún sector
social de la sociedad, o que tenga heridas y traumas tan profundos, que va al
deporte y a esa actividad deportiva para olvidarse de sus propias heridas y sus
propios traumas… Podemos entender y comprender que usted tenga heridas que
llevan años llenándole la superficie de sus ojos de dolor, dolor consciente e inconsciente.
Pero
usted debe intentar curar esas heridas yendo a los sistemas sanitarios,
psicólogos, psiquiatras, médicos, terapeutas, sacerdotes, o, corriendo mil
kilómetros cada día, para echar esa bilis que usted lleva dentro… pero no tiene
que pagar su enorme frustración, con y contra otra persona… que se cruce en su
vida, cercano o lejano. Porque hay muchas personas que su frustración profunda
lo paga con otras personas, y, encima dicen o piensan que tienen mucha voluntad
y tienen mucho carácter y tienen mucha personalidad, y, solo tienen nada más
que ira y cólera e inquina y rencor a otras personas, pero lo tapan apoyándose
en una razón o en otra, o en una bandera o en otra –no nos dejemos engañar…-, o
incluso, en chistes y en bromas...
Ahora
en estos días y semanas, en unas elecciones en Estados Unidos, algunos
candidatos, pongan ustedes nombres, vituperan a otras personas porque tienen el
color de piel verde o azul o violeta, o, por otras razones semejantes… pero yo
me llevo las manos a la cabeza, que los del otro lado, no recuerdan a esas
personas que hacen esto, o que aconsejan que hagan esto esos candidatos, o que
piensan que una parte de la población será bien escuchada con esos mensajes… me
digo a mi mismo, “no dicen, cuántas de esas personas que tienen o tenían la
piel verde o azul o violeta lucharon por toda la sociedad y comunidad y por el
Estado en la segunda guerra mundial, para defender a su Estado, lucharon y
murieron en el Vietnam para defender a su sociedad y a su Estado, y. lucharon
en todas las guerras que ha entrado este país, para defender a sus sociedad, a
su Estado, a sus padres y a sus abuelos y a ellos mismos…”.
Es
que hemos caído en una crisis psicológica y moral y psicológico moral tan
grave, que ya no sabemos lo que sentimos, deseamos, decimos, hablamos… Si a
usted no le gusta ese jugador que tiene la piel violeta, pues no asista al futbol,
o a ese deporte, es fácil. Si usted ese jugador que tiene la piel azul o roja o
naranja es mejor o juega contra el equipo de su corazón, pues invite a que
contraten a otro jugador con esa misma piel, que defienda sus colores…
Cuándo
una cosa es tan absurda, nadie sabe que se puede decir… porque es como si una
parte de la población se volviese loca y completamente irracional en ese
asunto. Nadie le está diciendo que usted invite a esa persona que tiene la piel
del color rojo o violeta o azul o verde que lo invite a un café, ni que lo
lleve a su casa, ni… sino simplemente le tenga el respeto que esa persona, ese
ser humano, se merece como ser humano, sea cual sea su color de piel o su sexo
o género o su edad o… solo se le pide eso. Solo eso. Y, por si usted no lo
sabe, usted es un Cromagnon, pues usted como Cromagnon nuestros antecesores
hace decenas de miles de años, tenían el color de piel como el señor Vinicius…
Señor
Vinicius, y, los demás del mismo
color o semejante, debe usted saber, que posiblemente, yo nunca asista a un
partido en el cual usted juegue, porque de pequeño me prohibieron jugar al
futbol por orden facultativa, esto es otro tema. Solo veré algunos de sus
goles… pero señor Vinicius y otros
como usted, que tienen la piel verde o azul o violeta… acepte mi más profundo y
humilde homenaje. Y, piense que la inmensa mayoría de seres humanos estamos muy
orgullosos que un ser humano como usted, haya alcanzado tanta perfección en la
pelota y en el juego de balón. Ojala, yo hubiese alcanzado tanta perfección en
el manejo de las palabras, las ideas, las frases, los conceptos y las imágenes…
Señor Vinicius y los demás, que
tienen la piel violeta o verde o naranja, aquí mi homenaje. Paz y bien.
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (01-17 noviembre 2024 cr).
Fin artículo 4.541º:
“Homenaje a Vinicius y a todos
los demás”.
E.
17 noviembre