Artículo Periodístico 4.562º: “Sobre la verdad, el bien, la belleza y E. Lledó”.
Hoy, es necesario reflexionar
sobre esos conceptos o conceptos realidades. Hoy, debemos admitir que es
absolutamente necesario para la civilización, si queremos sobrevivir.
Vivimos en una enorme paradoja o
contradicción o mitología, por un lado, nadie niega el valor de las ciencias.
Y, que éstas con sus conocimientos y conceptos nos han permitido llegar dónde
estamos. Jamás la humanidad, en general, ha vivido y ha llegado a niveles de
vida como los actuales. Porque la Medicina, combinación de Biología y otros
saberes, ha curado cientos de enfermedades, por tanto, ha alargado la vida
humana. Y, así en todo…
Pero ocurre la paradoja, que
aquellos que están utilizando cien artilugios cada día, que funcionan, porque
las ciencias han aportado saberes de distinto tipo y modo, saberes científicos
y saberes tecnológicos, piensan o quieren hacer creer, que en “el resto de los
campos que todavía las ciencias no ha mordido con su metodología Galileana, del
método hipotético-deductivo crean que no existe opiniones más acertadas y otras
más desacertadas”.
Este es el drama de hoy, que en
multitud de conceptos o ideas o enunciados, que todavía la ciencia no aborda, o
las ciencias no abordan, que entran en el terreno de las Humanidades, pongamos
este nombre, es decir, la Filosofía, Literatura, Artes, Cultura en general,
etc. y, ante un tema o una cuestión equis, zeta o uve doble, y, existen en cada
una, diez opiniones, no podemos mostrar y demostrar que una de las diez
opiniones o dos de las diez parecen más racionales y más razonables y más
verídicas y por tanto más verdaderas, más llenas de bienes útiles e
instrumentales, y, con más bienes morales y más bienes espirituales…
Todo esto de la postverdad, me
parece un timo y engaño y mentira enorme, es algo así, semejante, con todas las
diferencias que quieran, entre el movimiento que levantaron Sócrates, Platón y Aristóteles contra
la sofística, el relativismo y el escepticismo de la verdad, del bien, de los
bienes instrumentales, de la bondad, de la belleza…
Llevamos al menos tres siglos,
que la filosofía occidental y, otros saberes están sometiendo a una crítica tan
radical y tan profunda, a la filosofía y metafísica que viene de siglos, que en
muchos sentidos, ha desarbolado y desestructurado esa arquitectura metafísica y
ética y filosófica que sostenía occidente. Hoy, Occidente, en muchos sentidos,
Europa incluida, está sin metafísica, porque nosotros mismos, nosotros a
nosotros mismos, hemos destruido los pilares metafísicos de nuestra
civilización. Y, no olvidemos que los pilares metafísicos sostienes los
filosóficos, los éticos y morales, y,
sobre estos estarían los políticos, la economía, la sociología, etc. Nos hemos
desnudado completamente a nosotros mismos, ante la historia, nos hemos
producido a nosotros mismos una especie de “suicidio metafísico”. Y, todavía,
lo peor encima, es que no nos queremos dar cuenta…
El gran pensador y filósofo y
filólogo y escritor Emilio Lledó, publicó,
un artículo titulado: La fragilidad del Bien, en Saber/leer del año
Puede, seamos conscientes, que
cientos de ideas y conceptos, todavía no hayan sido abordados por las
metodologías científicas, están todavía en los paisajes y mares de las
Humanidades-Filosofía-Artes, y, ante cada uno de esos conceptos, existen siete
o diez grandes opiniones. Pero es obvio y evidente, que si analizamos con la
razón, la razón que es el instrumento que tenemos, la razón y la lógica y con
los datos que disponemos y con los argumentos que tengamos, de esas siete
opiniones ante un tema equis, un concepto zeta, o una definición uve doble, o
una descripción eme, una es o será más acertada y más racional que otra, una
tiene un grado de racionalidad y de veracidad y de bienes instrumentales y de
bienes morales y de bienes espirituales, más que otras. Una, es más humana que
otra.
Si no admitimos esto, no sé si
somos conscientes, que estamos rompiendo y destruyendo los pilares humanísticos
y filosóficos y metafísicos y éticos y… que sustentan los Derechos Humanos, la
Dignidad de la Persona, La Dignidad de la Mujer y de las niñas, y, tantas otras
cuestiones que sostienen el tejido esencial de nuestra civilización y de la
humanidad. Todos los grandes valores, que nos han llevado a la situación de
tener más derechos, cualquier persona, al menos en Occidente, tiene más
derechos, individuales y sociales, como jamás ha tenido en toda la historia de
cientos de miles de años.
No caigamos en una vorágine o
espiral de la autodestrucción metafísica, de la autodestrucción de los grandes
valores y valores morales, porque si lo hacemos, estaremos socavando la propia
civilización. Y, vendrá otra, vendrán otras, que quizás, no tengan tantos
grandes valores como la Occidental. Este es el tema que nos estamos jugando.
Porque los Derechos Humanos se basan en la metafísica, no lo olviden, y, en una
determinada metafísica… Y, ésta se basa en admitir que existir opiniones en
temas de humanidades y morales y filosóficos que son más verdaderos y bellos y
buenos y bondadosos, que otras respuestas… ¡Qué la postverdad y el relativismo
de los relatos son falacias y sofismas de sofistas modernos y actuales…!
En definitiva, que existe la
verdad, el bien, la belleza… O, existen opiniones racionales y razonables que
son más verdaderas, más bellas, más bondadosas y más útiles que otras y, por
todo ello, en definitiva más humanas… ¡Quiere usted despertar, una vez por
todas, quiere usted atreverse a pensar, Sapere aude, de Kant!
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (20-24 nov. 2024 cr).
Fin artículo 4.562º:
“Sobre la verdad, el bien, la
belleza y E. Lledó”.
E.
24 noviembre