Artículo Periodístico 4.286º: “Calicles y Sócrates y Platón y la verdad”.
En los Diálogos platónicos está
el texto frase de Calicles que le
dice a Sócrates: “La verdad poco
importa. Si te empeñas en sostenerla, perderás la vida”.
No
sabemos si esa frase fue verdaderamente de Sócrates,
ni de Calicles, dos filósofos o
pensadores griegos o dos personajes griegos o dos personas del mundo griego o
dos arquetipos del mundo griego, que en definitiva, son símbolos para todos los
tiempos.
O,
quizás, esa frase es de Platón, que
se la pone en labios de ambos personajes, Calicles
y Sócrates, o quién sabe si la
escuchó en los diálogos en la calle de Sócrates
y lo que después se ha denominado sus discípulos.
Da
lo mismo. La realidad es que ese sainete se continúa sigo tras siglo,
generación tras generación. Quizás ahora, en la Europa civilizada, ahora no se
asesina o juzga con muerte a un autor, por decir equis o zeta. Pero quizás, en
la censura social, muchos autores, por decir zeta o equis, o por no decir equis
o zeta, han sido silenciados y marginados, se les han cerrado muchas puertas y
ventanas y chimeneas, y, siempre han estado en los aledaños de los poderes,
incluso poderes pequeños culturales. O, si se quiere, no han podido ascender
social o laboral o económicamente. Han vivido en las aceras de la pequeña
historia. Que nadie reconoce.
Porque
nos emocionamos con la Apología de Sócrates, por y de
Platón, pero quizás, el mismo que tiene ese sentimiento, está cerrando las
puertas, a un pequeño Sócrates, que
pasa a su lado, y, que por no dejar de olvidar sus palabras, sean mejores o
sean peores, que ha buscado la verdad y el bien y la bondad, se le han puesto
tantos nudos y púas, que al final, se ha sentado en un banco viendo pasar la
vida, muriéndose poco a poco por dentro y por fuera…
Todos
los tiempos están llenos de falacias y sofismas y, de personas que tienen en
sus manos esos argumentos. Sea por unas razones o por otras. Da lo mismo. Da lo
mismo. Da lo mismo. Van cambiando los nombres a lo largo de los siglos, ahora
se puede denominar pragmatismo o utilitarismo, en otros tiempos hedonismos o
epicureismos… pero la realidad es que existen Calicles y Sócrates y Platón o Platones hoy, que quizás,
pasan al lado nuestro. Que jamás serán vistos como eso que son, en definitiva.
Es más, no son personas que están siempre en contra del poder, quizás ni
siquiera lo están, sino simplemente viven y defienden algunas ideas. Ya, a
cierta edad, ni siquiera eso, han perdido la esperanza de que alguien les
escuche…
No
se les ha abierto un juicio por ateísmo o por maleducar a la juventud como a Sócrates, quizás, ni siquiera han
merecido que ningún poder se haya fijado en ellos, ni por aceptación, ni por ir
en contra. Pero si se les han cerrado puertas. Tienen que soportar los sofismas
y falacias de argumentos, de las personas que van por la calle, de las personas
que salen en las ventanas de los plasmas electrónicos. Y, a todo y en todo, se
tienen que callar. Unos, les achacan que son retrógrados, otros que son
progresistas. Al final, ninguno los entienden y los comprenden.
Tienen
que vivir en un mundo, que a medias entienden y a medias comprenden. Un mundo
que no rechazan, que no se sienten superiores a nadie, ni persona, ni siglas.
No se sienten superiores a nadie, no se sienten inferiores a nadie. Solo desean
defender sus palabras y sus letras y sus semánticas. Pero tampoco lo hacen, con
radicalismos, ni fanatismos, solo han querido ser libres en sus pesares y
pensares y pensamientos. Solo eso. Siempre han querido buscar verdad en sus
ideas y en sus actos y en sus deseos y en sus emociones…
Y,
no han sido condenados a muerte como Sócrates,
pero si han llevado una vida en el ostracismo del silencio cultural, han
llevado una muerte cultural. Si, han estado en el silencio de nunca llegar a un
lugar, pequeño lugar de las ideas o de la cultura, siempre han estado llamando
a las puertas y ventanas, para qué alguien le abra. Siempre esperando ser uno
más, entre tantos, en algún terreno del pensar y del pensamiento… Siempre, pero
nunca han merecido ese trozo pequeño de vanidad y soberbia y de aceptación…
Si
Platón, si Sócrates, si Calicles,
sí, existen otros que siguen vuestras palabras, que han seguido, incluso sin
saberlo, que están en el silencio de la tarde, que no tendrán que beber cicuta,
que no serán condenados por ningún tribunal, pero que se les han cerrado todas
las puertas y todas las ventanas. Que son pequeños Sócrates sin saberlo y sin quererlo y sin buscarlo y sin desearlo:
“Porque la verdad poco importa. Si te empeñas en sostenerla, te cerrarán todas
las puertas, y, vivirás en el silencio…”.
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (16-30 junio 2024 cr).
Fin artículo 4.286º:
“Calicles y Sócrates y Platón y
la verdad”.
E.
30 junio