Artículo Periodístico 4.289º: “Sobre Praga y Alfredo Bryce Echenique”.
Creo
que para cada persona, según su oficio y vocación y circunstancias, cada ciudad
presenta y representa una realidad diversa. No todas las ciudades son lo mismo
para todos.
Para
los escritores y pensadores y filósofos, Praga,
es la ciudad de Kafka, por tanto,
cuándo yo era joven, no sé si todavía se sigue haciendo, muchos llamados a
estas vocaciones se tomaban unas vacaciones en Praga, quizás para descifrar el misterio de la literatura y de las
palabras y del ensayo y de la filosofía. Muchos, y recuerdo, que muchos de todos
ellos, en aquellos tiempos, hace décadas, después, si tenían ocasión, en algún
lugar exponían donde una fotografía documental y de archivo tuviese sentido, se
exponían al lado de la casa del incomprendido Kafka –que por cierto reitero, que algunas de sus metáforas cuentos, no eran imaginarios, eran
copiados de situaciones que sucedían ya en Eurasia-.
Por
eso, muchos caminos van a Praga,
Londres, Berlín, Paris, Madrid, Barcelona, todas las ciudades tienen un
lugar para cada oficio, supongo que en otras profesiones, liberales o no, les
sucede lo mismo. A millones de personas, también tienen un lugar o una función
o una finalidad, porque tuvieron que llegar a ellas, con sus huesos y carnes y
almas, migrando, para vivir y sobrevivir. Ciertamente, se puede intentar
sobrevivir con la cabeza, pongamos la escritura, o con las manos, para los
trabajos de la vida diaria, aunque todos somos cabeza y manos y alma. Cuántos
han arribado a Madrid, villa y
corte, durante siglos, desde Quevedo y su generación, cada generación, unos
cientos se han acercado a Madrid,
para intentar hacer carrera en las letras o en las artes o en la política o en
el diseño o en el teatro o en la vida…
La
famosa Movida Madrileña, a mi entender, fue un sistema organizado por
algún poder o poderes, para que la juventud no se echase a la calle, a exigir
cambios sociopolíticos, que fuesen demasiado deprisa, la democracia tenía que
venir poco a poco. Bastantes problemas existían con los aparatos del Estado
para que pasasen de un régimen a otro. La Movida endulzada como fiesta y
folklore es, opino y pienso, una de las operaciones más perfectas de gestión
social, para pacificar los ánimos… Mientras la fiesta bullía y las artes, pues
se dejaba a que los grandes poderes se pusiesen de acuerdo entre ellos.
Dentro
de mi juventud y primera edad adulta, recuerdo a entrevistas a Bryce Echenique, recuerdo cuando nos
narraba su vocación literaria, su vocación para ser sacerdote, los trucos de la
familia que utilizo para que no lo fuese, sus viajes por Europa y sus
instancias y estancias en Paris,
Barcelona, Madrid y vuelta a Lima.
Me
agrada mucho de Bryce Echenique sus
ideas, que dejó escritas o dichas por su biografía y su vitagrafía, de que no
estaba seguro de casi nada, y, que agradecía que alguien le demostrase que
estaba equivocado en algo. Esa aptitud y actitud intelectual y moral, se ha
terminado en demasiadas mentes y corazones... Es cierto, tenemos que tener
convicciones, al menos mínimas, para vivir y sobrevivir, nuestras piernas no
serán las más fuertes del mundo, pero son nuestras y las utilizamos en la
medida que podemos. Y, que aceptes las opiniones de otros, si te demuestran que
estas equivocado, pienso que todos tendríamos que aprender este mandato
intelectual. Ahora en el periodismo, abajo, cualquier lector/a puede dar su
interpretación y cosmovisión del micromundo y del macromundo. Los receptores de
las palabras, también pueden ser autores, completar y complementar por ejemplo,
este artículo.
Me
he encontrado con un artículo, inserto en un libro A Trancas y Barrancas, de
Bryce Echenique, titulado: No
todos los caminos llegan a Praga, sin fecha de publicación, sin
cabecera de publicación, que nos narra algo de su viaje a Praga, en definitiva, los viajes de los escritores es intentar
descubrir su castillo interior de sí mismos, el castillo interior-exterior de
los referentes-escritores del lugar, y, los castillos reales e irreales de
dicho lugar.
Dicen,
que el articulista o columnista, deja de ver y vivir la vida con toda la
realidad posible, porque cuándo ya está metido en el oficio, va a cualquier
sitio, y, el interior-mente le dice, esto puede ser una columna periodística.
Pero supongo que sucederá lo mismo con los empresarios, los psicólogos, los
tenderos –sobretodo cuándo existían tenderos con sus familias, atendiendo a
estos negocios, ahora, ahora son hipermercados, con docenas de personas
contratadas, ha cambiado la fisonomía geográfica laboral, en este sector-.
Me
gustaría que los del ramo, los que se dedican a la actividad cultural, en
algunas de sus maneras y de sus formas, autores y autoras, críticos y críticas,
receptores empezasen a valorar las ciudades pequeñas y sus escritores y
pensadores y filósofos y matemáticos y pintores y artistas y… que han pasado
por ellas.
El
relato no solo de Praga, París, Berlín, Madrid,
Sevilla, Barcelona, Londres, Roma, Dublín y sus escritores que la hicieron
grande, sino también de capitales de provincia o capitales regionales o pueblos
o aldeas. Me gustaría que empezásemos a valorar lo mediano y lo pequeño, también
en la geografía, en la geoliteratura de tantos autores y autoras que están en
sus lagares medianos o pequeños, intentando interpretar el mundo. Porque somos
y estamos en el mundo, y, necesitamos interpretarlo, para poder vivir y
sobrevivir. Aquí, mi homenaje a Bryce
Echenique y al columnismo de Bryce
Echenique.
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (18-30 junio 2024 cr).
Fin artículo 4.289º:
“Sobre Praga y Alfredo Bryce Echenique”.
E.
30 junio