Artículo Periodístico 4.303º: “Negros literarios y grises literarios…”.
Desde que estoy en esto de las
letras, de vez en cuando surge y salta la cuestión del negro literario y del
plagio literario, dos conceptos que se interrelacionan.
El
“negro literario”, no es una descripción ofensivo contra una raza o etnia, por
si alguien no lo sabe –de todas formas los blancos derivamos de la raza negra
de cromagnones-, sino el concepto de que detrás de una obra cultural producida,
existe otro autor, que la ha hecho, pero la firma otra persona. El plagio es la
copia, en mayor o menor grado, de ideas, argumentos, personajes, conversaciones
de un autor por parte de otro.
Desde
hace décadas, que empecé a insertarme en esta cuestión de las letras y
literatura y filosóficas y de pensamiento y ensayo, de vez en cuando, como
antes las tormentas de verano, ahora denominadas DANA, pues salta una vez y
otra.
Debo
confesar el motivo del surgimiento en esta ocasión de esta temática. Buscaba en
la galaxia Internet, averiguar, cuántos artículos periodísticos de opinión, ha
creado y criado, el malogrado Javier
Marías, que tantos esperábamos le fuese concedido el Nobel, pero la no-vida
en esta tierra le ha llegado pronto y le ha cerrado esa oportunidad. Y,
buscando ese dato que no he encontrado, que espero que sus herederos culturales
subsanen, nos digan y, si es posible, cataloguen o indexen, todos sus artículos
periodísticos. O, al menos, nos digan aproximadamente cuántos ha construido.
Pues
estando en esa búsqueda, me he encontrado con una referencia, a una
controversia que indica y expresa y materializa Javier Marías en un artículo titulado: Esas máquinas mágicas,
publicado en El Semanal, del 29 octubre del dos mil. No voy a entrar en esta
polémica concreta, pero si señalar que esta cuestión, doble, como hemos
indicado, del “negro literario”, expresión, de nuestra cultura, desde al menos
más de un siglo –no se ofenda ninguna etnia-, o del plagio, que es un concepto
más concreto y más difuso, está siempre presente en nuestra lengua y cultura.
Supongo que en la de todos.
Si
alguien leer algo de lo que redacto, se dará cuenta, que en algunas columnas
periodísticas, cito concretamente, artículos de otros autores, con varios
fines, entre otros, como homenaje hacia ellos, también, como una especie de
historia del articulismo de este terruño que voy realizando, al menos
recordarlo, tercero, no se entienda jamás, que estoy copiando a nadie, por eso
lo incluyo e inserto su nombre y la columna, como una forma científica de la
cita, tan importante en el mundo académico, también para que se perciba que hay
temas en la cultura, que se repiten, por eso, ya lo trataron otros autores y
autoras, y, con otras razones y datos y argumentos y lenguajes...
Nadie
se debe ofender, al menos en mi caso, si claramente, lo estoy homenajeando,
porque si tengo que criticar algo, posiblemente no lo cite, y, si nombro su
nombre, para que no haya dudas es una manera de recuerdo y de darle valor.
Nadie se tiene que ofender, al menos en mi caso… Siempre recuerdo una polémica,
que se achaca al maestro Gala, que
debemos despertar ya del purgatorio de los escritores, cuándo parece ser que
dijo: “No es que haya dicho que usted, refiriéndose a un escritor muy conocido,
es que copie o usted sea un mal escritor, sino que su negro literario lo hace
muy mal” –más o menos, ya saben ustedes que esto de la intertextualidad, es más
complejo-.
Existe
una forma de “inspiración” mas sutil, se habla, también en ambientes
académicos, de la persona que toma la idea “esencial y original” de una tesis,
de alguien o de otro alguien. Y, ese alguien no la desarrolla, sino en alguno
de sus escritos, conversaciones, diálogos, trabajos universitarios, etc., la
expresa. Pero otro alguien toma esa idea original y esencial, y, la desarrolla.
Imaginemos que la idea o concepto original es de un alumno o alumna, y, el que
la desarrolla es una autoridad académica...
Desde
luego, el creador de la idea, no la ha desarrollado, pero la ha creado o
imaginado o esencializado. Y, otra persona, con más medios y métodos y
formación la desarrolla. ¿Qué sucede en este caso…? Es fácil la solución a este
problema, si la persona que desarrolla la idea, en una nota a pie de página,
indica de qué o quién ha tomado la idea. Con eso sería suficiente. Porque el
creador de la idea, no la iba a desarrollar por el momento, y, el segundo se
lleva el mérito del desarrollo. Ambos ganarían. Pero si el segundo no cita al
primero, quizás el primero, jamás tendrá otra idea que tenga recorrido y valor.
El primero quedará sepultado en la historia de la ignorancia. Y, quizás, haya
que dar al César lo que es del César, y, quizás, habría que recordar a esa
persona, en una simple cita, de quién se ha tomado una idea, que otra persona,
ha desarrollado y, que al desarrollar y explicar e investigar, merece también
su mérito. Pero también la primera…
Me
acuerdo mucho de la cuestión de Wallace
y Darwin. Ambos generosos y ambos
agradecidos. Cuándo Darwin recibió
una carta de un tal Wallace
desconocido, que había llegado a sus mismas ideas y conclusiones. Fue y expuso
ante la Real Academia Científica de Londres, ante los académicos dicha carta, y, expresó
también sus ideas. Y, recuerdo que Wallace
cuándo se le preguntó sobre el tema, expresó, más o menos: Agradezco al señor Darwin, que haya mencionado mis ideas y
mis escritos, pero yo no podría haber desarrollado y demostrado las ideas o
habría tenido que tardar varias décadas. Por eso, siempre he pensado, que la
teoría de Darwin, se debería
denominar Wallace-Darwin, por la
gran altura de moralidad que ambos demostraron… Llegaron a la misma idea, sin
conocerse, y, ambos dieron al otro el mérito que merecía…
Supongo
que esto del plagio no tendrá final en las letras, ni en las Artes, porque
es muy difícil, saber si una idea,
alguien que haya leído mucho, si la ha tomado de alguien, o lo haya leído hace
cinco décadas, o ha sido una transformación mental. Pero al menos, quede claro,
cuándo en los artículos, personalmente, inserto el nombre y el título de la
columna de otro. Por homenaje a otros, porque nadie diga que estoy copiando a
nadie, porque nadie piense que estoy en polémica con otro alguien del mismo
tema, sino porque el saber es la suma y resta y multiplicación y división del
saber anterior. Paz y bien.
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (27 junio-07 julio 2024 cr).
Fin artículo 4.303º:
“Negros literarios y grises
literarios…”.
E.
07 julio