Artículo Periodístico 4.309º: “Donde escribo, dónde escribes…”.
Alguien que esté produciendo una
novela, o una tesis doctoral o un trabajo académico o un artículo de opinión
tiene que redactar las palabras desde un lugar, es necesario.
Hubo
un tiempo, que en nuestra sociedad, quizás mitad marca, mitad escaparate,
existían muchos escritores, de todo tipo, que redactaban sus poemas, y, a
veces, ideas para sus ensayos o sus narrativas o pequeños cuentos, pero también
artículos de opinión, desde bares o restaurantes, incluso desde una mesa
particular y concreta, que se convertía la mesa de tal X o Z.
Se
cuenta el caso de Ruano, que tenía
sitio y lugar y hora precisa. Unas horas por la mañana y unas horas por la
tarde. Y, allí, atendía a su público, allí hablaba, allí podría encontrarlo
quién quisiese. Decía, si no cuento mal mi recuerdo, que si ganaba unas cientos
de pesetas por cada artículo, por lo general, uno lo escribía por la mañana,
otro por la tarde, para distinto medio.
Le
costaba o se gastaba en la infraestructura material: unas pesetas en el taxi
desde su casa, creo que desde Río Rosas en Madrid –en ese mismo
bloque también habitó el Nobel Cela-,
has el café, cuatro viajes, dos por la mañana y dos por la tarde. Cierto que
algunas veces, iba a otros lugares, ya que ahora se indica que padecía
“adicción a las compras”, quizás más bien era, de ser cierta este dato, un
instrumento para olvidar cosas que hubiese hecho, supongo yo… Y, claro había
que sumar el café, el precio del café, supongo que tomaría café.
Y,
según las crónicas, allí iban a visitarle, viejos y nuevos conocidos. Y, según,
indican algunos, cuándo estaba redactando un artículo, no se le podía acercar
nadie. Después, ya invitaba a que se le sentasen al lado, y, algunas veces, le
daba al receptor conversador su artículo medio terminado o terminado a medias.
Y, si le ofrecía alguna nueva idea lo insertaba, según algunas lenguas. Algo
así, como ahora la IA, Inteligencia
Artificial, que recoge ideas y datos y conceptos de todos los sitios y de
todas las bocas electrónicas…
Supongo
que en el caso de Ruano, después
tendría que llevarlo a la redacción sus palabras en letra de pluma, -supongo
que no escribiría con bolígrafo, ya que era un medio muy popular, supongo o
imagino-, para que lo publicasen, porque evidentemente, no creo que tuviese un
motorista que se lo recogiese, como después se hizo realidad particular, según
cuenta el maestro Umbral, hasta que
llegaron los faxes, que M. Alcántara
mantuvo hasta su fallecimiento en Málaga, después Internet, etc. Ni tampoco,
aquello de M. Alcántara, que le
esperaba una moto del periódico que le arrastraba su carne y mente por las
calles madrileñas hasta llegar a la redacción y redactase su crónica de boxeo…
Las
grandes urbes-capitales son otro mundo, existe todo y casi todo, todo lo bueno
y todo lo malo y todo lo que está en medio. De ahí, la enorme posibilidad de
encontrar su propio lugar, y, la enorme probabilidad de perderse. Las grandes
capitales del mundo recogen cada día, cientos de personas que marchan para
intentar triunfar, la palabra e idea del Triunfo
romano, que un día narraremos, de eso de pintar de rojo, de hacerle un
desfile, pintar de rojo la cara como representar a los dioses, a Júpiter, el Padre de los dioses
griegos, semejante al Zeus griego.
Pero claro, el Triunfo, dado a generales, especialmente, a César, llevaba la contraofensiva, de alguien que le indicaba, un
sirviente, algunos indican un esclavo: “solo eres un mortal”. Y, el Triunfo,
solo duraba un día, después volvías a ser el mortal de siempre, aunque hubieses
conquistado la Galia.
Por
supuesto cada arte, supone un lugar desde dónde se escribe, cada ciencia o cada
saber también. Vemos esas grandes salas con docenas de pizarras que se mueven,
dónde los matemáticos y sus ayudantes se rompen la cabeza, junto con alumnos de
doctorado, para intentar descubrir alguna nueva ecuación o algún nuevo fenómeno
pasarlo a números o ecuaciones.
Recordamos
la matemática, como saber tan abstracto, que parece no sirve de nada, y, un
algoritmo de hoy, puede abrir puertas a tecnologías del mañana. Todo lo que
existe tiene color, todo lo que existe lleva dentro embarazado en su seno,
matemáticas. Pero también lleva física, lleva aspectos de la naturaleza, lleva
ética y moral… Somos un conjunto de partes que formamos realidades. Estamos
formados, todo lo que hacemos, por decenas de variables, finalidades,
funciones, relaciones, interrelaciones…
Los
artículos de opinión, se escriben en las redacciones de los periódicos, o, en
los domicilios de los articulistas y escritores. Que yo sepa, ya pocos se hacen
en tertulias o en bares de tertulias. Ahora, se necesitan los móviles y los
ordenadores. Hay, articulistas que narran y cuentan, que terminan los artículos
con el móvil como el notable articulista Jabois,
y, los envían en el último momento, por tanto, ha surgido otro lugar donde se
crían las palabras, que buscan sentidos al mundo, en los móviles y que pueden
ser redactados, en una mesa de bar, en el trayecto del metro, en una espera del
médico, cuidando a los niños mientras juegan…
Pero
la gran pregunta es o sería: no solo dónde redactas tus novelas o tus poemas o
tus trabajos académicos o tus columnas periodísticas, sino dónde las piensas.
Dónde permites que tu mente y conciencia e inconsciencia piense y te hable.
Además, de dónde te nutres y de dónde te informas y de dónde aprendes nuevas
realidades…
Siempre
recuerdo al gran Einstein, al menos
grande como físico matemático, que en periodos de su vida, alquilaba una casa o
piso o vivienda, solo para pensar. Pensar tumbado, quizás, para que el
inconsciente fluyera. Para que la pregunta o problema que tenía en la cabeza,
saliese de dentro hacia la superficie…
Esta
es la cuestión, se deja usted tiempo para pensar, se deja ser y estar en su
sillón, al menos, para que su mente semiconsciente fluya, y, alcance más
profundidad sus ideas, o sus ideas profundas surjan a la superficie. O, solo
mira y escribe, come y escribe y respira y escribe. Pero no deja que su mente
interior fluya, no deja ningún tiempo… Siempre llenándose de avaricia y lujuria
de ideas y datos y palabras. Pero no deja que el cocido se caliente a fuego
lento durante algunas horas al día o al menos, a la semana. Paz y bien…
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (30 junio-07 julio 2024 cr).
Fin artículo 4.309º:
“Donde escribo, dónde escribes…”.
E.
07 julio