Artículo Periodístico 4.334º: “Mi problema con el articulismo de opinión…”.
Mi problema con el articulismo es
tratar temas y hacerlo de tal modo, que al menos subjetivamente, alcanzar el
mayor grado de veracidad y bienes diversos, sin herir a nadie.
Quizás,
sea el ideal de alcanzar el círculo cuadrado o el cuadrado circular, es
imposible, me dirán muchos. Y, desde luego, siempre saldrán una serie de
columnas periodísticas de opinión, sin salsa, sin acidez, sin aristas y sin
vértices. Por lo cual, jamás tendrán suficiente audiencia, y, si no tienen
audiencia suficiente, los grandes que dirigen el baile del periodismo y del
periodismo de opinión no se fijarán en esta firma y en estos textos. Jamás,
irán los ojeadores culturales y literarios, y, me dirán, cambia de liga.
Por
tanto, ese sueño, si no es tener demasiado sueño, de ver letras electrónicas en
grandes cabeceras nacionales, jamás se cumplirá, porque además, no tengo/espera
suficiente trayecto existencial o vivencial, ya que estoy en la Tercera Edad,
me guste o disguste, a usted o a mí, a todos los que hemos pasado ya una línea
biográfica.
Por
consecuencia, tengo un grave y gravísimo problema con el periodismo de opinión
de mi sociedad y mi Estado y mi cultura. Nadie en principio, puede que se
sienta ofendido, incluso, quizás entrando en puntos muy profundos de la
realidad, puntos muy paradójicos y polémicos, porque, si no siempre, si muchas
veces, se llega a situaciones de intentar la imparcialidad pero sin causar
sangre, ni que las neuronas borboteen de calor de inquina o rencor o
desavenencias. Puede que se haya alcanzado, que alguien lea una frase que no le
gusta/guste, pero no se sienta herido.
Que
es el ideal que busco. Pero al mismo tiempo, en estos tiempos, que la inmensa
mayoría de los articulistas buscan frases para la confrontación, o al menos,
que hacen heridas, y, por tanto, tienen más audiencia, y, se transportan por
las redes sociales, como si fuesen vehículos a la velocidad de la luz. Pues eso
no ocurre, y, entonces, el eco-audiencia queda reducido a la casi nada.
Artículos de un alto nivel moral, y, a veces, también cognoscitivo del tema que
se trata, incluso, también a veces, estético, solo son visitados por unas
decenas de personas, quizás leído por un diez por ciento de esos que se atreven
a beber de esas aguas y meter sus ojos en la mar de estas palabras e ideas…
Algunas
veces, te autoconsuelas pensando, quizás, si permanecen esos artículos, dentro
de unas décadas o siglo, se lean estas crónicas-comentarios-artículos-columnas
de opinión y personales y literarias de otro modo. Se perciba que pueden seguir
siendo existentes y reales dentro de varias generaciones. Pero entonces,
enseguida te salta un pensamiento en la consciencia y conciencia, pero si
dentro de nada, ya, de hecho ya, los programas de Inteligencia Artificial,
dicen, están ocupando un lugar en el articulismo de opinión. Ya, algunas mentes
y algunas voces y algunos ojos y algunas plumas, redactan sus artículos
inspirándose y utilizando programas de IA, incluso ahora, que todavía están en un
estadío de evolución muy deficiente, para lo que estará dentro de treinta o
cincuenta años.
Con
lo cual este consuelo subjetivo, se aleja un poco en la distancia. Te quedas en
la perplejidad de no saber el juicio. Porque si dentro de cuatro generaciones esos
IA desarrollan artículos de opinión cien o mil veces mejores, que lo que puedan
hacer los humanos, qué sucederá con todos los anteriores, es decir, los hechos
hoy, y, los que se realizaron hace dos y tres siglos… ¿Qué será de Pemán, Camba, Cavia, Larra, Fernán
Caballero, Ruano, Umbral, Campmany, Cunqueiro y otros cientos…?
Sé,
aunque usted no lo crea, artilugios y modos y maneras para que los artículos
tengan más impacto, y, por tanto, más audiencia, más eco, que pasen de los
periódicos digitales a tener enlaces en la red enorme de los mares de Internet.
Sé, sí sé, conozco artilugios, porque llevo décadas en este ejercicio de
observación de los hombres, y, de la escritura-pintura. Sé muchos artilugios,
sé cómo utilizar muchas retóricas y muchas oratorias, muchas filosofías, muchos
argumentos, y, muchos datos. Sé como hacer quiebros con las frases y con las
ideas. Sé, como conformar a determinados sectores sociales o ideológicos y
culturales y metafísicos y, de otro tipo. Sé, incluso, creo saber, lo que les
gusta a los promotores de la cultura y del periodismo, los que ponen el dinero
y los que dirigen esas empresas. Lo sé, aunque usted no se lo crea…
Pero
la cuestión, es que si utilizo algunos de esos artilugios, puede que tenga más
audiencia, puede que compre pan de las piedras y me suban al alero del templo o
me casi me adoren miles de personas y, pase y atraviese puertas de templos de
la cultura, se me abran ventanas y se me pongan laureles, y, los escritos
puedan pasar a la historia de la cultura, de la literatura o del periodismo de
opinión.
Puede
que se consiga esos fines, pero entonces, yo sabré, que muchas frases, no es
que estén equivocadas, que eso podemos caer todos y de hecho caemos. Es que
muchas frases no serán verdaderas, no llevarán bienes instrumentales o
eficientes, no portarán bienes morales, ni bienes espirituales necesarios y
suficientes según la temática. Es y será, a sabiendas y sabiéndolo que estoy
vendiendo un cocido o una paella o una ensalada en mal estado.
Puede
que los demás no sean conscientes de ello, puede que se/me abran las puertas
con doseles de plata de la cultura, puede que pase a la historia del Parnaso
cultural o literario, pero yo sé, yo sabré en mi corazón, al menos, al
principio, porque después lo olvidaré, que estoy haciendo un mal a otras
personas, es como si el médico diagnóstica y pronostica mal o medio mal,
sabiendo que es mal y está mal. Está haciendo un mal enorme a otras personas,
aunque las otras personas jamás lo sepan. Otra cosa es que se equivoque.
Por
tanto, sé que estoy condenado, mi articulismo al silencio, que visiten cada
columna a lo sumo unas decenas de pares de ojos… ¡Pero sé que aunque tenga
muchos errores, no son adrede, todavía puedo dormir tranquilo, aunque también
sé que jamás me pondrán ningún laurel en el mundo de la cultura, ni del
articulismo…! ¡Paz y bien…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (16-21 julio 2024 cr).
Fin artículo 4.334º:
“Mi problema con el articulismo
de opinión…”.
E.
21 julio