Artículo Periodístico 4.336º: “Sobre los errores y tus errores”.
Supongo
que todo el mundo se plantea alguna vez sus aciertos y sus errores. Y, en esto,
como en todo, habrá distintas percepciones, unos serán muy laxos y otros muy
estrictos.
Los
errores y los aciertos, pueden ser en cada campo de la realidad: sea
vocacional, sea afectiva-sentimental, sea económica, sea sociopolítica, sea
cultural, sea religiosa-metafísica, sea en relación con personas individuales,
con grupos o colectivos, etc.
Quizás,
los errores como los aciertos, lleven una carga subjetiva y otra objetiva, o,
dicho de otro modo, que en parte se sienten o perciben como errores o aciertos,
pero en esa percepción una dimensión será cierta y otra no; y, en parte serán
clara y objetivamente aciertos o desaciertos, es decir, verdades o no-verdades.
Los
errores y aciertos serán sobre uno mismo, pero también serán sobre otras
personas. Y, aquí estriba la enorme dificultad de todo. Dicen, algunos que los
humanos tenemos la capacidad de seleccionar, hacer grupos y selecciones. Todo
lo que tocamos lo dividimos, Hegel,
indicaba que vayas donde vayas, en cualquier grupo social, al menos existirán
dos subgrupos. Vayas a dónde vayas, también existen siempre selecciones previas
de juicios, la mente humana o la conciencia humana divide en dos o tres grupos
según los aciertos o los errores.
Uno,
se enfrenta a ciertas edades a errores y aciertos propios o de los demás
diversos. El grave problema es que hay que tomar opciones, conceptuales o
mentales, o afectivas o sentimentales, o de actos o no-actos. Y, en todo ese
caminar cometemos aciertos y cometemos errores. Juzgar a sí mismo, los aciertos
y errores es difícil. Lo que en un momento sientes que ha sido un enorme error,
quizás diez o treinta años después piensas que lo fue en su momento, pero que
has sabido sacar un enorme árbol de flores y frutos y hojas y luces y sombras
de dichas o desdichas, o ambas cosas a la vez.
Los
columnistas de opinión, aquellos que pensamos que este es uno de nuestros
géneros literarios que se acercan mucho a nuestro dedo y a nuestra carne y a
nuestra alma. Nos damos cuenta que los temas son casi infinitos, pero al menos
ilimitados. Pero la percepción subjetiva del presunto lector/a es o puede ser
relativa o limitada a sus condiciones específicas.
Quizás,
usted como persona no está en estos momentos, que camina en metro o está en su
sofá con su trozo de hielo flotando en su tónica, no está o no tiene el ánimo
de preguntarse por sus errores y sus aciertos. Pero este modesto polígrafo, le
está planteando esta cuestión. Porque primero, créanme, los temas pueden ser
ilimitados, pero la mente-conciencia humana, de cada sujeto, al menos, la de este
plumífero es limitada, el ánimo no acompaña siempre en todos los temas y
temáticas.
Cada
persona como un fardo lleva y siente una mochila de aciertos y desaciertos, a y
en todos los sentidos. Sucede además, que la opción que se tomó hace equis
tiempo, ahora recuerdas parte de toda esta temática, pero no todas las
variables, no todas las cuantificaciones, no todas las cualificaciones, no
todos los ingredientes, no todos los pensamientos y temores que sentías en
aquel momento.
El
que escribe columnas de opinión, también lee-relee también este género. Algunos
solo acercan sus ojos y sus mentes a algunos autores/as, otros a algunos medios
o algunos escritores que lo hacen en determinados periódicos, algunos
seleccionan tendencias o ideologías, según tiempos o épocas. Ahora resulta todo
más económico la lectura del periódico, porque suscribirse a uno o dos, resulta
más simple en unidad monetaria que antes en papel. Pero el papel tiene o tenía
una ventaja, que no encuentro en la era digital, es que cada día podías comprar
el que quisieras, y, nadie se daba cuenta de ello, no quedaba escrito en ningún
sistema informático previo, tu selección.
Cierto
es, que existen columnistas de opinión, que dejan sus huesos en forma de
palabras, en periódicos que son y están abiertos, cualquier persona puede
leerlos y de forma gratuita. No crean que existan pocos, sino cientos de
columnistas por toda la geografía de este Suelo Patrio/Matrio, pero claro usted
considerará que no tienen la suficiente valía como los que ponen sus palabras
en periódicos nacionales y les remuneran. Le dejo a usted su criterio, pero
también debe saber, que existen articulistas de opinión de provincia, que
llevan diez o cincuenta años dándole a la observación, a la mirada, al
análisis, al pensamiento… tanto o mas, como el resto, aunque no les remuneren…
Pero
sigue la cuestión de los errores y de los aciertos. Solo le puedo indicar, esa
fórmula estoica, en lo bueno y acertado alégrese con racionalidad y prudencia y
modestia; en lo desacertado y en los errores, sean muchos o pocos, grandes o
pequeños, la misma fórmula estoica, sienta el error y la tristeza y la pena y
la angustia con racionalidad y prudencia y mesura.
En
definitiva, en lo bueno y alegre, hágalo con prudencia, en lo erróneo y triste,
entristézcase con prudencia. Todos llevamos nuestras pequeñas o medianas
cruces, pero también, nuestros fardos de alegrías. Degustamos paellas con
azúcar y con sal y vinagre al mismo tiempo…
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (17-21 julio 2024 cr).
Fin artículo 4.336º:
“Sobre los errores y tus errores”.
E.
21 julio