Artículo Periodístico 3.306º: “Caldeiro gallego: el rito familiar y cultural”.
Con
agua, fuego, carne, patatas y algunas pizcas de algo más se conforma un plato
que se extiende por toda España, con distintos nombres, que su fin es la
reunión familiar.
Los humanos necesitan
alimentarse-comer, pero también ser-estar consigo mismos y con los otros, en
ese descanso del momento y del tiempo y del espacio, una familia, una reunión
de distintas familias, debido a una fiesta, sea boda o sea romería o sea fiesta
del patrón del pueblo, o, quién sabe qué motivo, reunión de amigos. Los humanos
no solo calientan los huesos con el fuego al realizarse el milagro de unos
alimentos al convertirse/cristalizarse/materializarse en comida/energía humana,
sino también los huesos del alma y de la mente. Necesitamos distintos
calores/lumbres/fuegos internos y externos… ¡Es nuestra condición…!
Análisis.
Con ingredientes simples y
rutinarios y normales, con preparaciones simples y simplificadas, diríamos
siendo una comida conceptista no barroca, como casi toda comida popular y
típica, que ha ido perfeccionándose, como las manos de un pianista, a lo largo
de generaciones, quién sabe, si siglos… con carne de falda de ternera, patatas
gallegas, unto, pimentón, aceite, sal gorda, agua y fuego se crea la magia de
ingredientes en estado seminatural o natural, en algo, que se convierte en
humano. Recordemos el axioma antiguo o refrán o principio o concepto: los
animales comen, los humanos se alimentan. El alimento es más que la comida…
Debo indicar, que según los
prehistoriadores los humanos han degustado durante milenios, unas formas
básicas de alimentarse, una, es degustar alimentos vegetales o animales crudos,
en las primeras especies humanas, cuándo se inventó o descubrió o recogió el
fuego, pues se supone hubo procesos diversos de acercamiento: ahumados o
secados al lado del fuego, o, en la variedad de asados en las brasas o en el
fuego, o, incluso algunos indican, que posteriormente en pieles que hacian de
cuencos, en agua se sumergían todo tipo de substancias alimentarias que habría
recogido ese día, desde carne a vegetales…
Si esta hipótesis prehistórica la
tomamos como buena, son las formas básicas todavía que seguimos utilizando: los
diversos secados desde pescado a carnes, los diversos e ilimitados maneras de
asar la carne –el freír en una substancia, aceite o similar, sería una
derivación del anterior-, y, los infinitos cocimientos de elementos
alimentarios –donde se enclavaría el caldeiro-. Con lo cual, debemos ser
humildes y modestos, y ser conscientes, que hay inventos de esta mañana que han
cambiado la humanidad, pongamos el caso el móvil, pero otros, pueden que tengan
docenas o cientos de miles de años, como la comida preparada con agua
calentada…
Consecuencias.
Hay que ser justos y equitativos
y agradecidos, el columnismo literario gastronómico no lo hemos inventado en el
siglo veinte, ni en España, ni en el mundo, sino que la literatura de y sobre
la comida, tiene una historia y dentro de la Península quisiera recordar
algunos nombres, en forma de recuerdo y homenaje: Marqués de Villena, Pereda, Palacio Valdés,
Valera, Galdos, Bazán, y, entre los más modernos, donde entraría
también el articulismo o columnismo periodístico de opinión gastronómico, un
invento humano que intenta unir y reunir el hecho o el dato la gastronomía, con
la literatura y la poesía y la retórica: pues estarían Camba, Cunqueiro, Montalbán, Plà, Luján, Perucho, Dioniso
Pérez, Chirbes, Ferrand y otros… Aquí, si aquí en letras de bits de
información, que vuelan por los aires de sistemas electrónicos, aquí dejo mi
pequeño homenaje a estos y a otros que no vamos a mencionar…
Hay interpretadores/cronistas/autores
que expresan, que hoy en el mundo, hoy es hoy, es más conocida por sus grandes
estrellas de la comida/platos/pucheros, casi siempre en lo que se ha denominado
cocina de investigación, nueva cocina, nueva reinterpretación/restauración de
los alimentos en los fogones, o, como se quiera interpretar/denominar. Hoy la
comida es diríamos junto con los monumentos artísticos, la naturaleza, la
historia, una de las razones, reales o hipotéticas, por las cuales un
individuo/a se mueve del punto A al B, para después volver al A, con más
descanso de la carne/mente/alma…
Hoy, también se viaja, en viajes
interiores y exteriores, para captar un nuevo sabor, de una comida que con
otros nombres está en muchos lugares, pero quizás, ese cambio pequeño de saber
y sabor y olor, de espacio y tiempo, permite entrar un poco más y mejor en el
propio inconsciente, en el propio conocerse a si mismo, del viejo maestro Sócrates.
El conocimiento a través de la flecha y lanza del puchero… La comida, legal y
moral y sanitaria, como conocimiento.
Decía el maestro de los veinte
mil artículos o columnas, refiriéndose a este plato que “para comer en familia,
en zapatillas, en un buen asiento y con unos buenos tragos de vino…”. ¡Qué más
podemos añadir a lo que el maestro Cunqueiro redactó…
http://filosliterarte.blogspot.com.es ©
jmm caminero (26 noviembre-07 diciembre 2022 cr).
Fin artículo 3.306º:
“Caldeiro gallego: el rito familiar y cultural”.
E.
07 diciembre