Artículo Periodístico 3.639º: “Soy un minero de las palabras”.
Como el minero que puede remover
y triturar una tonelada de mineral para obtener un gramo o cinco de oro o
platino o cobre o hierro o lo que sea. Eso es lo que yo hago.
Sé, que algunos piensan que
debería ser más crítico y pendenciero y negativo y enseñar más la navaja y la
sangre contra determinadas personas, grupos, colectivos, ideas, conceptos,
prácticas, etc. Porque de esa manera y esa forma tendría más éxito y audiencia
en las columnas que escribo –y, quizás, me llamarían de algún medio con
relevancia nacional, para pasar a la historia del articulismo-. En definitiva,
el problema de la tentación de la fama y la notoriedad y los dividendos, en
definitiva, ya las tres tentaciones del Nazareno
lo reflejan.
Pero yo, les indico, primero, ni
siquiera estoy de acuerdo conmigo, porque hoy pienso una cosa y hace veinte
años, pensaba sobre el mismo tema otra solución. En segundo lugar, no estoy de
acuerdo totalmente con nadie, si no lo estoy conmigo, porque lo voy a estar con
alguien que no soy yo. En unos casos, en determinadas ideas o conceptos que
expresan sobre determinados temas, en otros, en algunos actos y aptitudes y
actitudes psicológico morales, que hasta dónde sé y conozco hacen o han hecho,
en definitiva, el problema de la moralidad y amoralidad y antimoralidad…
Pero evidentemente, si actúo de
este modo, no podría citar a nadie, ni siquiera a mi mismo, ni siquiera podría
redactar frases, porque en ningún campo de la cultura, salvo alguna excepción,
existen pocas personas, que las ideas y conceptos encajen con los demás, y, que
todas sus actos y aptitudes y actitudes morales y éticas sean correctas y
convenientes, según mi modo de pensar, analizar, actuar, etc. Hay que saber que
los demás, no son la sombra y el eco de tu personalidad, ellos y ellas tienen
su modo de ser y de pensar y de estar. Cierto es, que todos tenemos que aceptar
el veredicto del saber ortodoxo, para vivir medio juntos…
Estoy construyendo una especie de
recorrido por el articulismo de opinión y literario y personal de nuestra
tierra. Y, voy citando a decenas, quizás ya haya pasado los cien. No con todas
las ideas que los artículos que comento estoy de acuerdo, no en todo con las
posiciones de esos autores o autoras –ya, he dicho que no estoy de acuerdo
conmigo mismo en todo y siempre-. No estoy de acuerdo con todas las actuaciones
públicas que han tenido. Ni muchas veces, con sus posiciones ideológicas,
filosóficas, morales, políticas, económicas o cualquier otro aspecto. Pero no
soy el látigo de la censura, nadie me ha nombrado el reflejo/espejo/medida
moral de la sociedad.
Por eso he indicado que soy un
minero, intento obtener de toda la materia cultural y de todas las personas,
algo bueno y algo verdadero, y, no me fijo en los episodios, que pueden ser más
negativos y más sarcásticos y más venenosos. Intento obtener la buena idea o el
buen concepto que nos han podido enseñar/mostrar/descubrir/inventar. Creo que Kepler o Brahe, uno de ellos, de la
revolución científica, llevaba una vida moral muy controvertida, pero nos
creó/descubrió principios físico
matemáticos que nos han servido para entender y comprender mejor el
mundo/cosmos/universo…
En el articulismo, quizás el
género lo permita o lo incentive, sin darse cuenta, como la finalidad es la
opinión libre, la mayor opinión libre posible. Es un género propenso al
dislate, la exageración, a la falta de misericordia y piedad con dicho género y
con dicha temática y con multitud de personas. Me dedico a este subgénero, por
diversas razones, aunque no recibo estipendio dinerario, pero no me agradan
tantas navajas siempre en alto y escondidas. No me agrada.
Muchos artículos y articulistas
los percibo demasiados agrios, y, muchos artículos creo que tienen muchas ideas
erróneas y confusas –también los míos-, y, muchos comentarios del público, me
parecen fuera de lugar y erróneos. Y, desde luego, raramente se respeta la
libertad de conciencia y de pensamiento y de expresión del otro, que no tiene
que pensar como tú, ni como yo… Y, muchas veces, falta sensibilidad psicológica
y sensibilidad moral y sensibilidad ética y sensibilidad del sentido común.
Quizás, sea porque pensamos que
mañana, nadie se acordará del artículo que hemos escrito hoy. Pero ahora, el
ahora es y ha cambiado. Un artículo puesto en Internet, puede ser leído,
durante décadas… Esto lo diferencia, ya no es el papel para enrollar en él el
bocadillo… Ya es algo más… Por otro lado, aunque a usted no le interese
saberlo, aunque le parezca vanidad y soberbia, yo intento realizar artículos
que puedan ser leídos dentro de un siglo, y, si alguien los lee y los piensa,
pueda servirle de provecho. Sin contar que tenemos ya la competencia de la IA.
Si cito a alguien equis, o
realizo un artículo sobre esa persona o articulista, o menciono una columna de
un autor, intento fijarme en lo bueno o en lo positivo, intento ser un minero
de ideas y conceptos y datos. Y, el minero remueve una tonelada para obtener un
gramo o cinco o diez de hierro o platino u oro o cobre o…
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (11 junio 2023 cr).
Fin artículo 3.639º:
“Soy un minero de las palabras”.
E. 21 junio