Artículo Periodístico 3.643º: “Carreras y carreras y enseñanza”.
Cada
año surgen distintas encuestas indicando los factores y parámetros de unos
sistemas educativos comparados con otros, de unas sociedades-países-Estados con
otros.
Personalmente, no soy como tantas
plumas y voces, de la calle y de los medios y de este sector o sectores que
saben y conocen la solución a los problemas educativos. A lo sumo puedo hacer
una pregunta o varias. En este caso, ¿los diversos centros educativos, o los
diversos niveles de la enseñanza, siguen de algún modo, la vida de los alumnos/as
que han atravesado sus aulas…? ¿El después…?
Es evidente que se conoce el
abandono escolar… ¿pero me pregunto no sería bueno y conveniente, analizar con
cifras, las personas, la cantidad y, en encuestas la vida laboral, de los que
terminan los estudios primarios, la enseñanza básica secundaria, la secundaria
con bachillerato, las formaciones profesionales en sus distintos niveles, las
carreras, los postgrados y masters…?
¿Me pregunto y les pregunto, no
sería necesario y absolutamente necesario, saber y conocer, la vida laboral, en
todas sus medidas, realizar encuestas y estudios sobre esta temática, ya que la
enseñanza aborda múltiples dimensiones, pero ésta apenas se roza…?
¿Cuántos que han terminado una
carrera, estudios por grados y especialidades, cuántos trabajan en esos oficios
o profesiones, cuántos en otros distintos, pero similitudes de nivel y de
cuantías en distintos aspectos, y, cuántos en niveles inferiores de trabajo, a
nivel social, remunerativo, etc.?
¿Y, así aplicado a todos los
niveles y formaciones y estudios y grados y…? ¿Quizás, nos encontraríamos con
muchas sorpresas, quizás, nos hallaríamos con personas con licenciaturas
terminadas, que han estado, casi toda su vida laboral, en profesiones y oficios
y labores, dignas y honestas, pero que solo se exige la primaria o la
secundaria? ¿Quizás, veríamos las diferencias entre regiones, países y Estados?
¿Quizás valoraríamos los que tienen que emigrar o inmigrar o migrar, como
ustedes quieran denominarlo…?
¿Quizás, podríamos preguntar a
esas personas, que estudiaron en sus tiempos, y obtuvieron unos estudios equis,
sean de primaria, secundaria, terciaria o aún más, y, esperaron cinco o diez o
veinte o cuarenta años, y, después apenas fueron capaces de trabajar en sus
niveles de correspondencia en relación a sus estudios, en los dos sentidos: el
mismo nivel, aunque sean en los distintos oficios posibles, o en su propia
vocación, que es lo que querían…?
¿Quizás, nos podrían dar mucha
ayuda, para entender la enseñanza y la educación, porque no solo está el
proceso, sino el final, se estudia por muchos motivos y razones, pero uno, es
para vivir y sobrevivir…?
¡Conocen ustedes la tristeza, de
alguien que haya estado estudiando en su tiempo y lo oficial, y, después,
ampliando y ampliando, y esperando y esperando, durante años y décadas, y,
jubilarse en un oficio o profesión, digno y honesto, pero por debajo de su
formación…! ¿Conocen ustedes la profunda pena o angustia o tristeza, que una
persona o miles, han podido tener y soportar durante toda su existencia…?
¿Cierto es, que quizás, cuándo las cosas se abrieron en sus horizontes
laborales, se cerraron por cuestiones personales, familiares, y, mil otras
razones de la vida, o, porque hay personas, que no deseaban migrar y emigrar,
o…?
Siempre al final de cada curso,
al principio, y, en el medio se abren multitud de encuestas, nacionales e
internacionales. Todas suponemos fiables y realizadas con buena voluntad e
intención. Pero entre tantos factores, deberían analizar algo de lo que les
indico aquí. Todo esto me ha surgido ante el artículo de Montse Gomendio, publicado en El Mundo el 15 de junio del 2023,
titulado: El país de los sobresalientes suspende. Se refiere a una
encuesta internacional que estudia factores y variables educativos después del
Covid –no deseo ponerlo con mayúsculas todas las letras, no creo que sea una
herejía lingüística…-.
Solo deseo indicar, una realidad
evidente y obvia, que parece se olvida, en algunos sectores sociales. La vida
social te permite una serie de subidas en trenes. Uno, uno de ellos, es
ascender y caminar y viajar en el tren de la enseñanza-educación. Si hay
personas que pierden ese tren, y, al final, no tienen el grado de estudios
primarios, tendrán una serie de dificultades. Han perdido un tren, con
consecuencias imprevisibles e impredecibles. No estoy echando la culpa toda a
los individuos, porque influyen mucho las familias, el sector social, la
ideología social, el ambiente, la ciudad, las religiones, el barrio, y, mil
otras posibilidades…
Pero todas las entidades
sociales, tendrían que tener como un deber esencial, casi un derecho humano,
incentivar e inducir y motivar, a toda persona, sea cual sea su nivel social y
económico y cultural y… que tuviese más interés en la enseñanza y la educación.
Que la escuela es la llave para el bien propio y el de sus familias futuras… La
escuela le puede abrir horizontes de posibilidades positivas, y, cerrarse a la
enseñanza, es casi “un semisuicidio social…”. ¡Paz y bien…!
http://twitter.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (16-21 junio 2023 cr).
Fin artículo 3.643º:
“Carreras y carreras y enseñanza”.
E.
21 junio