Artículo 4.829º: “Te meten en un conflicto
que no deseas”.
Demasiadas veces, otras personas,
individuos o colectivos o grupos o sociedades te meten en un conflicto
–familiar, social, político, económico…-, que no deseas, que no quieres.
Demasiadas
veces, un individuo –aplicable también a grupos, sociedades, incluso Estados-,
les meten en problemas, diatribas, polémicas, conflictos que no desean, que no
buscan, que no quieren, que no necesitan. Pero se ven obligados a entrar. Miren
a su alrededor, miren en los medios de comunicación, miren en la historia,
miren y remiren…
Procuran
no entrar en ese conflicto, pero los que buscan el conflicto, sea por
cuestiones psicológicas, sociales, económicas, culturales, políticas,
ideológicas, etc., o una combinación de varias, siguen y resiguen hasta que una
persona o ente colectivo se ve obligado a entrar en el conflicto, a defenderse.
A tenerse que defender sin quererlo y sin desearlo…
Observen
en la realidad, como a individuos y grupos sociales, incluso sociedades o
Estados, lleven razón o no, tengan motivos o no, buscan la manera de insertar a
otros en polémicas o conflictos que no desean. Ocurre en los lugares de
trabajo, en comunidades de vecinos, en entes sociales de diverso tipo, en las
familias en sentido amplio, en la escuela, incluso a Estados enteros… Un Estado
reivindica una isla o una porción de quién sabe que normativa que le favorezca,
y, el otro, no quiere entrar en ese conflicto, y, busca maneras para evitarlo,
a veces cede, a veces, intenta encontrar modos intermedios, a veces… Pero
tantas veces, se encuentra de la noche a la mañana, en un conflicto, en una
diatriba que no busca, que no desea, que no anhela...
Existen
personas que se pasan toda la vida, intentando ser personas de buena voluntad,
con buen corazón, con buenas acciones, con buenos gestos, con buenas palabras,
con buenos hechos, con buenos…, aunque no sean perfectas, que como diría, Pascal, se quedan en sus cocinas, para
evitar conflictos de todo tipo. Que llevan una vida normal y rutinaria, pero
que no necesitan polémicas, diatribas, discusiones con nadie, ni contra nadie,
ni individuo, ni colectivo. Pero que otros, sean individuos o grupos o
colectivos si la buscan.
Y,
al final, esas personas, que sin ser perfectas, son de buena voluntad, se ven
obligados a entrar en un conflicto mínimo, al menos mínimo desean, para
defenderse. Demasiadas veces, las personas que no buscan ningún conflicto les
vienen y deviene el problema, aunque hayan intentado evitarlo. Demasiadas
veces, las personas de buena voluntad, aunque no sean perfectas, que deberían
ser más estimadas y valoradas, por los grupos, sean de un tipo o de otro,
paradojas de la vida son los que no son valorados. Y, personas de menor buna
voluntad, son tenidos como mejores
personas. Y, esto ocurre en el conflicto. La victima, cambian la situación
tanto que aparenta y parece ser el verdugo, y, el verdugo aparenta y es tenido
como la victima. Nietzsche, cuándo
pronosticaba el cambio de valores, acertó que este sería uno de los fenómenos
del mundo moderno…
Podríamos
poner casos y ejemplos, a nivel histórico y social y económico y político, en
los diversos ámbitos de la realidad, sea en los lugares de trabajo, en las
entidades sociales de todo tipo, en las comunidades de vecinos, en las
escuelas, en las familias en sentido amplio y restringido, general o concreto…
Esos
conflictos pueden durar días, semanas, meses o años, incluso pasar a la
siguiente generación. Lo que sucede es que un día te levantas, y, alguien, una
persona individuo o un ente grupal o social, te/le está creando un conflicto
que no buscas, que no necesitas, que no quieres, y, que incluso puedes/n ser
inocente/s… si no te defiendes de ese conflicto, con la legalidad vigente, la
moralidad correcta, y, con los medios racionales y prudentes, ese conflicto
continúa creciendo y recreciendo. A veces, si te defiendes, se resuelve o se
soluciona, pero otras veces, se encona y se radicaliza. Te han metido en un
conflicto, sea del tipo que sea, que te ves obligado a defenderte, como
individuo o colectivo, que no necesitas, ni quieres, ni deseas… pero ahí dentro
estás… un conflicto que puede durar días o meses o años o toda una vida, en
algunos casos…
Muchas
veces, los conflictos son reales, tienen una base objetiva, existen realidades
complejas, otras veces, surge un conflicto que alguien crea o promueve o
promociona, por razones que son imposibles de entender y comprender… quizás,
quizás traumas y heridas muy profundas que alguna persona sufre, y, para él o
ella superarlo, crea conflictos graves y traumas graves y heridas profundas en
otros… -en el siglo veinte lo hemos visto demasiadas veces, que hicieron de
mal, un millón de niños que murieron en campos de concentración y exterminio y
genocidios, qué habían hecho esos niños o niñas, niños y niñas de toda Eurasia
y Asia…-.
Hay
quién dice, que si no existe Dios, si no existe Vida Eterna para cada ser
humano, si no existe Juicio Particular, jamás sabremos con certeza y con/en
totalidad, qué persona, uno mismo a sí mismo, si ha sido una persona de buena
voluntad o de mala voluntad o de regular voluntad. Si no existe Juicio
Particular, nunca alcanzaremos de verdad a saber lo que hemos sido, lo que
hemos sido en el corazón más profundo de nosotros mismos, lo que hemos sido en
los otros, las consecuencias que nuestros actos han tenido en otros. Porque
tampoco es lo mismo el que ataca, que el que se ve obligado a defenderse…
Que
si no hay Juicio Particular, nunca sabremos de verdad, el corazón de nosotros
mismos y de los demás, y, que posiblemente, las victimas jamás serán
resarcidas, nunca obtendrán justicia, y, los verdugos, jamás tendrán la
posibilidad de saber el grado de verdugos que han sido. Eso dicen… Paz y bien…
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jmm caminero (15-20 abril 2025 cr).
Fin artículo 4.829º:
“Te meten en un conflicto que no
deseas”.
E.
20 abril 2025 a
El Diario Alhaurin de la Torre.com.