Artículo 4.822º: “783.743 seiscientos se
hicieron entre 1957-
El seiscientos como vehículo y
símbolo de una época de Europa y de España. El seiscientos es una especie de
mito de España, de esa España que quizás se está olvidando.
Se
diseño por SEAT bajo licencia de Fiat sobre el original Fiat
600, según nos cuenta el vate actual electrónico de la Wikipedia –demos
el mérito al que se merece el mérito-. El seiscientos es o ha entrado en el
consciente e inconsciente de una parte de la población española. Supongo que
usted aunque tenga treinta años, conoce el nombre, y, posiblemente su padre o
su abuelo tuvieron uno. Todavía funcionan por las carreteras de esta Celtiberia
tan antigua, ya como objeto de colección y de ensueño y de nostalgia y un poco
de melancolía…
Recuerdo
que entonces, hubo propaganda, las leyes del Tráfico eran de otro modo, y,
siendo un vehículo realmente pequeño, recuerdo algún anuncio como la familia
Pérez o Martínez o Sánchez o López o Domínguez o Rodríguez que tenían seis o
diez hijos, habían entrado todos en su vehículo para trasladarse a cincuenta o
cien kilómetros de la capital, de Madrid, dónde disponían de una pequeña casa
de residencia o de vacaciones veraniega. Se cuenta, no sé si es cierto, que el
gran poeta y vate español José Hierro
se trasladó por media España recitando sus poemas, él y su media naranja, para
clamar versos propios y de otros…
La
vida ha cambiado mucho, si miramos bien, estamos señalando el año 1957, si
recordamos bien, eran doce años después de la Gran Guerra, la Segunda en
Europa. Dónde amanecía digamos un nuevo despertar y una nueva esperanza, dentro
del contexto y del texto de la Guerra Fría en Europa –algunos
asesores deberían recordar ahora, en la Casa Blanca, que estos europeos tan
feos y tan malos y tan usureros, como algunos quieren narrar, han pasado dos
guerras mundiales entres sus costuras, y, una Guerra Fría que era demasiado
caliente, y, que solo por eso, deberían los de Norteamérica tenerles más
aprecio y más respeto, más respeto a sus mayores, principio moral que se
olvida-.
Evidentemente
dentro del seiscientos hubo diversidad de modelos diversos. Pequeñas o medianas
modificaciones, tanto en sus vientres más profundos como algo en la forma.
Diríamos que en la sociología actual, y, actual en este caso es de ahora y de
un siglo antes. Pues se necesita un vehículo económico, para todos los estratos
sociales. Que sirva para un poco de asueto familiar, pero también como
herramientas para trasladarse al trabajo o a la fábrica. El concepto de fábrica
inventado o descubierto en Inglaterra en el siglo dieciocho, si mi memoria no
me falla. Es aquel artilugio constructivo, que en un edificio se centra una
actividad industrial o mercantil. Heredero de los talleres medievales, pero con
un grado más de sofisticación y complejidad. Las primeras fábricas que se
conservan sus edificios, son casas grandes con diversas salas y salones, que
cumplen todo el proceso productivo. Y, hemos llegado al siglo veinte, con
fábricas en algunos casos, especialmente las de vehículos que ensamblan dichas
realidades, de cientos de metros…
Al
ser un vehículo popular, todas las marcas, todos los grupos empresariales que
fabricaban vehículos, pues hicieron lo que siempre se hace, copiarse unos a
otros. Y, todos crearon modelos para las clases populares, o, incluso para la
ciudad, el segundo vehículo, uno para la ciudad. Y, otro para los grandes
viajes y para llevarlos a las fiestas de la elite y las clases medias-altas. En
fin, la sociedad humana, una de sus características psicológicas-sociales, es
que cualquier cosa se divide en ámbitos y sectores. Si fabricamos quesos, lo
hacemos en distinto grado de supuesto valor y de precio. Da lo mismo sean vinos
o sean jamones o sean vehículos.
Diríamos
que un objeto de consumo tiene una doble función y finalidad: el uso
instrumental de dicho objeto o ente, y, en segundo lugar, el valor social de
representación en el ecosistema social. Por eso a algunos les resulta raro o
singular, si la información es cierta, que el dueño y director de IKEA en
Suecia iba hace unos años iba a su fábrica, una empresa internacional, en un
vehículo de más de veinte años…
No
existe museo de vehículos en el que no esté representado el seiscientos o SEAT
600, es como el Mortadelo y Filemón de su época. Hoy, se indica que existen
treinta y tres millones de vehículos en el Estado Español. Existen al menos
unos veinticinco museos de vehículos en España. Al menos ese número he
encontrado en referencia en un libro. El coche o el vehículo tiene una enorme atracción
para muchas personas, no sé si es la mitología del caballo pero ahora las
personas sobre un caballo de combustión, ahora cambiándose al eléctrico
–invención que no es de ahora, sino del principio de esta historia y de esta
industria-.
No
podemos olvidar dos realidades, que van también acompañando a este ente, un
millón de personas mueren cada año en las carreteras del mundo. Los accidentes
de tráfico son la octava causa de muerte en el mundo. 1,36 millones de muertes
en el año 2016 en el mundo. Y, una cifra que no he sigo capaz de encontrar y
que la planteo a los lectores, cuántas muertes de tráfico por vehículos
mecánicos –no tracción animal- se han producido en el mundo, desde el
nacimiento de los vehículos en las carreteras, se considera que en 1896 se
produjo la primera multa de tráfico en el mundo, y, también la primera muerte
por vehículo de motor…
En
este recuerdo del seiscientos, como toda realidad humana es polivalente, tiene
factores y dimensiones y variables bajo diversidad de saberes y realidades
humanas. Porque nadie puede negar que el seiscientos sea un enorme símbolo y
mito en la cultura hispánica, pero también, no puedo olvidar a cuántos niños se
quedaron sin padres o sin abuelos, o abuelos y padres sin hijos o nietos.
Cuantos abuelos o abuelas actuales, personas de la Tercera Edad, saben que se
quedaron huérfanos por un vehículo de tracción mecánica, aquí mi homenaje a
ellos y ellas, porque han vivido toda la vida con esa herida y ese dolor y esa
preocupación y esa angustia. Las dos caras de la moneda.
Fuengirola hizo un monumento-escultura al SEAT
600. Quizás, también símbolo y realidad, de cuándo millones de
españoles del centro y de la meseta, durante lustros se trasladaron a las
playas y a las costas en hombros y asientos del seiscientos. Creo que se lo
merece este homenaje-escultura, como símbolo de lo que somos y hemos sido. Como
símbolo de una España que también ha sido y fue y de alguna manera, algo queda
de ella en el momento presente. Paz y bien.
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (12-20 abril 2025 cr).
Fin artículo 4.822º:
“783.743 seiscientos se hicieron
entre 1957-
E.
20 abril