Artículo 4.810º: “Visiten el Museo Anita Ávila de Loja”.
Creo que esta Península Ibérica
está llena y rellena y trufada de pequeñas joyas, que son “pequeños” museos que
nos definen y describen muy bien, lo que somos y lo que soñamos.
Uno
de esos museos es el Museo Anita Ávila,
que está en Loja, Granada, se
inauguró en el año 2019, dónde nos muestran realidades diversas, entre otras
obras de esta autora, ella se dice autodidacta o se define autodidacta, pero
quién no es autodidacta. Se indica, que incluso los grandes maestros del arte y
de las artes, aunque hayan recibido una formación académica o según los
patrones de su tiempo, después ellos o ellas tienen que seguir aprendiendo y
aprehendiendo. El arte autodidacta en mi modo de ver, tiene un gran valor. Vale
la pena visitar estos “pequeños museos
que son grandes” que están como los olivos y los cereales y los viñedos
repartidos por toda esta Piel de Toro, tan antigua y tan nueva…
Dividido
en una serie de salas, con nombres diversos dónde nos exponen dichas piezas
artisticaza y distintas piezas de la realidad humana, también biográfica de
esta autora y su media naranja, y también obras de arte de Anita Ávila. Siempre he pensado que estos museos que están
repartidos como molinos de viento, como pequeños quijotes-sanchos por este
pentágono que forma esta península ibérica, nos muestran realidades profundas
del ser humano, de la consciencia y de la inconsciencia, de los sueños y de las
realidades humanas…
Siempre
recuerdo que cuentan que un gran CEO, se llaman ahora, Ejecutivos cuando yo era
joven, dicen que vino a un gran centro cultural de nuestro país, y, visitó
grandes centros museísticos de esas capitales. Y, que ya una vez cuentan, no sé
si es verdad, que expresó, “miren ustedes agradezco que me enseñen sus
almacenes, y, me enseñen sus grandes artistas, pero nosotros, se refería a su
gran Museo situado en Nueva York, tenemos veinte mirós, veinte picassos, veinte
modiglianis, veinte…”.
Los
interlocutores se quedaron perplejos y contradictorios y contrarios, sin saber
qué decir… y, la calle cuenta que siguió expresando. “por favor, llévenme a
pequeños museos de arte plástico, que estén repartidos por pueblos o
localidades, que serán de artistas que no son considerados internacionales, y,
que estos al ser más libres, al ser autodidactas en gran parte, al haber sido
olvidados y abandonados durante décadas, al no ser considerados por ellos
mismos como grandes artistas… quizás, quizás ellos hayan hecho alguna obra, que
si sea de verdad original y creativa e innovadora…”. Y, dicen que los
interlocutores se quedaron aún más perplejos… “Miren ustedes, soy como un
ojeador de los equipos, pero de arte, busco en museos pequeños y medianos y en
los depósitos de los museos grandes y pequeños nuevas ideas y nuevas
tendencias… si encuentro alguna, después yo y nosotros en Nueva York, juntamos
a una serie de artistas, y, lanzamos una nueva tendencia al mundo…”.
Sea
cierto o no lo sea, esta noticia, corre o corría cuándo yo era de mediana edad,
cuándo intentaba yo abrirme camino en el arte plástico, por algunos bares de
algunos centros museísticos. Sea verdad o no, esto es cierto y esto es verdad,
en otras actividad empresariales, porqué y por qué no lo va a ser también en el
Arte. Y, esta es la experiencia que tenemos en estos últimos cien años, cada
diez o veinte años, lanzan en algún lugar una nueva tendencia artística. Y,
algo de esto será verdad, hace unos meses, El Reina Sofía ha hecho una
exposición de La Tía Sandalia, una
mujer autodidacta de la Mancha, que hacia Arte por necesidad, y, que su familia
y ella le hizo un pequeño museo…
Por
tanto, visite usted, aléjese un poco de la playa, trasládese usted a esta
población, Loja, visite durante unas
horas, estos aires y estos vientos y esta agua y estos silencios. Deguste
algunos de sus platos y entre en el vientre de este museo, de este museo de Anita Ávila, porque creo que cumple las
funciones del arte, de todo arte, nos dice algo y mucho de nosotros mismos, de
usted y de su vecino, nos dice mucho de una época y de un tiempo, nos dice
mucho de eso que es temporal, que es solo propio de un espacio y de un momento,
pero también de eso que es intemporal, inmortal, eterno… esos “universales
antropológicos” que nos habla la ciencia social de la Antropología Cultural.
Necesitamos
significantes y significados, los humanos no solo comemos como el resto de animales,
necesitamos alimentarnos. Y, a la comida, por poner un ejemplo, le añadimos
arte, y, creamos el arte de la comida y de los fogones, el arte gastronómico.
Todo lo que tocamos, le damos más significados. En el arte y las artes nos
sucede lo mismo…
Para
terminar, decían los viejos maestros griegos, no sirve ninguna filosofía, que
no intente curar algún mal humano. Creo que hay docenas de museos, llamo
pequeños, pero son grandes pequeños o pequeños grandes por toda la geografía,
que están muy olvidados. Yo, siempre sugiero y aconsejo… que una docena o
veintena de esos museos de una zona, de distinta temática, por provincias o
comarcas, construyan una Red Provincial de esos Museos, y, formen sinergias, y,
por tanto un escaparate para que sean visitados, por los autóctonos, los de la
provincia, los de la región y los de fuera…
Hasta
dónde conozco, visite usted este museo, visite obras de la realidad humana del
tiempo que le tocó vivir a esta artista y autora. Y, visite también obras de
arte de esta persona. Porque nos están hablando de nosotros mismos. Al final,
una obra de Arte es un espejo… Yo, les diría a los equipos responsables del Museo
Reina Sofía, de los grandes Museos de Arte Actual de nuestro Estado,
que visiten estos museos medianos y pequeños, y, que al menos una vez al año o
dos, hagan una exposición en sus centros de Madrid, Barcelona, Bilbao,
Valencia, Sevilla de obras de esos museos perdidos entre montañas y mesetas,
entre silencios y ruidos. Aquí, aquí mi homenaje a este museo, a esta autora. Paz
y bien y belleza…
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (11-13 abril 2025 cr).
Fin artículo 4.810º:
“Visiten el Museo Anita Ávila de
Loja”.
E.
13 abril