Artículo 4.806º: “¿Dónde está/estaba Dios? y José Antonio Marina”.
Ante enormes catástrofes humanas,
sean naturales, sean sociales los humanos se preguntan dónde está o estaba
Dios, se hizo en el famoso Terremoto de
Lisboa, en Auschwitz.
Hubo
una famosa polémica en el terremoto de Lisboa que también afectó a España, el
maremoto de Lisboa de 1.755, el 01 de noviembre que por cierto muchas personas
estaban en Misa, por las ceremonias religiosas. Hubo una gran polémica en
Europa entre Leibniz y Voltaire. Y, desde entonces, se
planteó esta cuestión. En la segunda guerra mundial, a raíz del Holocausto,
pues muchos pensadores, sean de origen judío o no, se hicieron la misma
pregunta, Levinas, Hans Jonas, Primo
Levi… se hizo famosa la frase: “Después de Auschwitz no es posible la
poesía”.
Este
problema del mal y de la maldad radical, ha estado creo durante toda la
historia de la humanidad, ya los griegos lo plantearon de una manera y de otra,
Diágoras de Melos, se considera el
primer filósofo ateo del que se tienen noticias –pero en la Antigua Grecia,
también se consideraba ateo, a la persona o pensador que no creía en todos los
dioses, aunque solo creyese en uno-. Si rastreamos el Antiguo Testamento, indirectamente, en los libros llamados Sapienciales, a veces, existen algunos
versículos que plantean este problema. De alguna manera el Libro de Job, que tiene
orígenes anteriores del Medio Oriente, también roza este problema.
De
todas formas, el argumento se puede multiplicar hoy, y, hacerse la misma
pregunta, ¿ahora mismo, en estos años, existen guerras, una cincuentena en
activo, en las que están muriendo cientos de miles de personas, millones de
personas, ahora mismo existen cientos de miles de personas, millones de
personas que están muriendo de hambre, sed, de enfermedades y epidemias que ya
sabemos resolver, ahora mismo, en estos últimos años, cientos de miles,
millones de personas viven en una indignidad enorme, debido a distintas causas,
razones, motivos y tipos de indignidades diversas, que no voy a narrar en estos
momentos, podríamos preguntarnos también dónde está Dios, dónde estaba Dios
ayer…?
Evidentemente
todas estas preguntas, surgen por el encontronazo de los grandes dogmas y
planteamientos y principios de los monoteísmos, por un lado Dios es
Omnipotente, por tanto, Omnipotente en Sabiduría, Omnipotente en Bondad,
Omnipotente en Misericordia, y, la cuestión, es cómo no resuelve el problema de
esas enormes injusticias… Entonces, siempre se llega al mismo argumento o
conclusión, o Dios no existe, o Dios no se preocupa de los humanos, o Dios es
un Ser –lo digo sin blasfemia- que no es Omnipotente, o, Dios es Malvado –como
algunos han indicado a lo largo de la historia-.
Ante
esto se responde, durante siglos, por los monoteísmos occidentales, y, debo
recordarles, que esencialmente han existido cinco grandes monoteísmos
occidentales – Akenatón, Moisés,
Zoroastro o Zaratustra, éste con muchos matices, Jesús de Nazareth, el Islam-. Los monoteísmos con todos los matices
que se quieran, responde que Dios ha otorgado al ser humano, individual y
colectivamente “libre libertad, libre albedrío, libre voluntad, libre
inteligencia, libre creatividad, libre…”. Por lo cual, si Dios evita todos los
males, aunque evita muchos, evita los esenciales se responde, le quitaría al
hombre su libertad, es decir, el ser humano sería un títeres en manos de la
historia y de Dios, sería un animal más, aunque fuese un primate más
evolucionado. Entonces, nos encontramos con todas estas discusiones, con
multitud de matices a lo largo de los
siglos y milenios, posiblemente, desde la noche más profunda de y en la
prehistoria.
Como
saben, voy haciendo un recorrido por el articulismo de la Piel de Toro, hoy me
he encontrado con un artículo del notable filósofo, escritor y articulista, José Antonio Marina, qe tituló: “¿Dónde
estaba Dios? (Benedicto XVI), publicado el 11 de junio del 2013. E,
introduce el autor del artículo, literalmente esta frase: “El Papa se hizo esta
pregunta durante su visita a un campo de concentración […].”.
Personalmente,
un gran filósofo y teólogo como fue Benedicto
XVI, creo que habría que leer todo el discurso y sermón, para ver lo que
dentro estaba. Pero, personalmente, pienso que el problema del mal y de la
maldad humana, del bien y de la bondad humana, tiene muchas raíces, no se puede
explicar solo con una y por una.
Entre
otra el ser humano es un primate
evolucionado, pero primate, lleva dentro de sí mismo, muchas raíces de bien
y muchas raíces de mal. Es un animal racional con alma, esa definición de Aristóteles o de Tomás de Aquino, que añade el alma inmortal. Y, por tanto, el ser
humano, su deber es “intentar racionalizar su persona y su moral”. Todo ser
humano tiene el deber de irse haciendo más moral. Si esto se olvida, el ser
humano, está condenado a que su animalidad, a que su esencia de primate, sea
más fuerte que su esencia de “racionalidad” y, su esencia de “alma espiritual
inmortal”. Todo ser humano tiene que luchar todos los días, sin agotar la
irracionalidad y la animalidad que llevemos y llevamos, que no prime sobre la
moralidad correcta y el alma-espíritu.
Pero
hoy ocurre, que hemos olvidado, demasiadas personas, al menos en Occidente, que
existe Dios o puede existir, que existe una ética o moral natural universal,
que el ser humano tiene que obligarse, individual y colectivamente, a ser mejor
moralmente, mejor cada día, a ser buena persona.
Por
otro lado, en el dogma y moral cristiana, se habla del mundo como desorden, la
carne como desorden, el tentador como los tres orígenes del mal en el mundo. Si
no se utiliza el mundo de forma correcta y moral, y, la carne de forma correcta
y moral, caemos en males, males de muchos tipos, cada uno según su deseo o
instinto o pasión desordenada. La irracionalidad humana hay que domesticarla de
forma correcta. Y, después está la influencia del mal y al mal del tentador.
Si
yo o usted, le decimos a nuestro hijo, no debes beber. No lo debes hacer. Si
después el hijo bebe y tiene un accidente y fallece, o cae en cualquier otra
realidad o hábito negativo o pernicioso o perjudicial. No pueden después
decirme el resto de hijos o nietos, que yo el padre, soy culpable. Si yo como
padre le avisé que no bebiese conduciendo, que no bebiese en la vida, que no
cayese en el mal de la bebida…
Existen
unas normas morales mínimas, que podríamos indicar, una moral natural
universal, así se ha defendido durante siglos… y, muchos de una manera o de
otra, nos saltamos esas leyes o normas, y, después suceden hecatombes sean
naturales o sean sociales y humanas –las naturales pueden resolverse en parte o
en gran parte, con un saber ortodoxo, y, éste se puede tener y disponer, si
utilizamos bien los recursos humanos-.
Si
después vienen hecatombes humanas, por no seguir esas normas universales –si
miran Auschwitz se saltaron al menos
una docena de grandes normas jurídicas europeas, y, una docena o más de normas
morales mínimas universales-. Si nos saltamos esas normas, después no podemos
echarle la culpa a Dios. Incluso, admitamos exista Dios, o admitamos que no
existe. Incluso, para un ateo racional, debe aceptar, que si Dios pide una
serie de normas, y, después los humanos no las cumplimos, no podemos echarle la
culpa a Dios, aunque creamos que no existe, porque somos nosotros los que no
hemos cumplido esas normas…
No
tiene la culpa Dios, exista o no exista Dios, si la Máxima Autoridad de un país
centroeuropeo que mandó poner en funcionamiento el holocausto, posiblemente
fuese nieto de un judío que le hizo un hijo a una sirvienta –y, ese odio
después lo materializó en el Holocausto-. Ni tiene culpa Dios si ese mismo
dirigente estaba enamorado de una medio-sobrina y ésta se quedó embarazada de
un supuesto judío y esta falleció en circunstancias difíciles de prever a día
de hoy. Ni tiene culpa Dios, exista Dios o no exista, si su padre le pegaba a
su madre y a él, a ese dirigente máximo, le dio una paliza que se quedó
inconsciente, y echó sangre por la orina…
Exista
o no exista Dios, no podemos echarle la culpa a Dios, si los humanos no quieren
cumplir unas mínimas normas universales morales… ¡Esto cualquier ateo coherente
y racional debe aceptarlo…!
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (10 marzo-13 abril 2025 cr).
Fin artículo 4.806º:
“¿Dónde está/estaba Dios? y José
Antonio Marina”.
E.
13 abril