Artículo 4.811º: “Diagnostican a una persona adulta de un síndrome…”.
Surge de vez, en cuando en los
medios de comunicación, noticias con este juicio o enunciado “me diagnosticaron
equis o zeta o eme con cuarenta o cincuenta o sesenta años…”.
En
estas semanas, en los medios de comunicación he oído el testimonio de varias
personas que han llevado una vida larga, que están en los cuarenta o cincuenta
años, y, por diversas circunstancias le diagnostican un “síndrome” –pongamos
dicha palabra-, en concreto autismo, una variedad de autismo. Y, en uno de esos
reportajes indicaban varias personas que no eran conscientes de ello, que
habrían sufrido toda la vida, “diferencia”, pongamos esta palabra, que es más
suave, por parte de unos y de otros, incluso haber sido maltratados, incluso
“ninguneados”, utilicemos también este término y vocablo, que es más suave. Y,
cuando le diagnosticaron dicho síndrome, pues de alguna manera, “descansaron”,
porque entendieron mucho de su ser y de su existencia y de su vida.
Pues
llevo años “pensando en general”, cómo es que sucede en la vida, que hay
personas que se le diagnostican determinados “síndromes” ya a una edad
avanzada. Y, cómo indicaba varias semanas, pensando en concreto con una
variedad de “autismo”. No sé, si será totalmente el diagnóstico bien definido
por la medicina oficial y ortodoxa. Un “autismo” que han sufrido según ese
reportaje por “personas que en mayor o menor grado han llevado una vida normal
y rutinaria”. Han estudiado, algunos han tenido familia, y, a los cuarenta o
cincuenta años, ya algunos con hijos adultos, “les han diagnosticado de esta
realidad”.
Debo
confesar que no soy especialista o experto en dicha realidad, ni en la
medicina, ni en la psiquiatría. Lo expreso claramente, por si alguien toma este
texto como con demasiado rigor y demasiada autoridad. Solo es un artículo de
opinión. No lo olvide usted. Pero si creo que se deduce e induce de esta
realidad, al menos, un concepto o una pregunta o un enunciado: ¿Estamos
diagnosticados claramente de nuestras maneras de ser y de estar en el mundo…?
¿Y, si por causalidad no lo estamos, pueden un número de personas estar
sufriendo consecuencias de esa forma de ser y de habitar el mundo,
consecuencias que son dolorosas, debido a ese “desconocimiento”? ¿Aquí hemos
mencionado esta variedad de “autismo”, el cual le permite a las personas llevar
una vida más o menos normal y rutinaria, pero con mucho sufrimiento, que sufren
mucho sufrimiento por ese “síndrome”, sin saber el porqué le han sucedido cosas
que han sufrido, como los han tratado, por algunas personas, etc.?
Indicaba
que estos últimos años, he ido pensando, la pregunta: ¿estamos bien diagnosticados
de toda la realidad biológica y psicológica?, ¿habría que buscar métodos para
que nos diagnostiquen?, ¿aplicado a la vida política, pueden no estar bien
diagnosticado determinadas personas con esos cargos y cargas con consecuencias,
para la sociedad más grave de lo que creemos…? Y, otras preguntas, incluso más
graves y más radicales…
Pero
en estas últimas semanas, esa pregunta o racimo de preguntas anterior, se ha
centrado en el “autismo”, en una variedad –no sé, si será aceptada por los
sistemas oficiales de diagnóstico internacional-. Ya les he contado los
reportajes que por azar he visto, y, hoy, me he encontrado con un artículo en The
New York Times, en español, titulado: Me diagnosticaron autismos a los
53 años. Sé por qué están aumentados los índices de casos. Publicado el
21 de marzo del 2025, firmado por Holden
Thorp, que es entre otros cargos con cargas profesor de Química y Medicina
en la Universidad George Washington.
Toda
la vida me he preguntado y cuestionado, si generaciones de personas, muchos
fracasos escolares suceden y han sucedido porque los alumnos no han sido
diagnosticados en sus índices de inteligencia. En esa panoplia de test que hoy
se pueden hacer y se deben de hacer. Existen muchas personas que durante toda
su vida, no saben si su inteligencia en todos sus factores, están en la media o
están por encima, o en algunos indicadores, están por arriba y en otros por
debajo.
De
tantas cosas que se piden a la sociedad y al Estado por parte de los
individuos. Creo que ésta sería esencial. No solo hacerlos y diagnosticarlos de
forma científica o lo más científica posible, por personas preparadas para esas
técnicas y estudios, sino también informar a las personas. Porque ocurre, que
demasiadas veces, a lo largo de estas décadas se han realizado dichos tests y
no se han indicado y mostrado a las personas los resultados…
El
artículo que hemos indicado, se habla del aumento de los casos de diagnóstico
de autismo. Quizás, el problema de base, es que han fallado los sistemas de
diagnósticos en todas las edades y de forma periódica, en todas las “realidades
psicológicas y no solo en el espectro del autismo”. Hay, mucha población que
teme y teme los diagnósticos, porque piensan que un mal diagnóstico a una
determinada edad temprana, puede condicionar la vida de esas personas…
No
soy experto, ni especialista, ni sabedor de estos temas. Lo que si está claro,
es que existe una preocupación en la sociedad, es si estamos bien
diagnosticados y si estamos diagnosticados, y, por tanto, nos han ocurrido o hemos
sufrido diversas realidades, que hemos llevado durante toda la vida, como un
enorme peso. Segundo, si en la enseñanza, este diagnóstico de test de
inteligencia y similares, bien hechos por especialistas, podría dar mucha luz a
muchos corazones que sufren, muchos problemas por no saber lo que son o sus
valores psicológicos, y han llevado durante toda su vida el peso y la carga de
ese desconocimiento....
Y,
en tercer lugar, me pregunto, si la falta de valores morales correctos, que se
van extendiendo como una mancha de aceite por la sociedad, está llevando a más
sufrimientos, y, al aumento de diagnósticos psicológicos con síndromes
diversos. ¿Es decir, una moral no correcta puede llevar al aumento de
alcoholismo, la cuestión es si puede llevar al aumento de otros males
psicológicos y sociales…?
La
otra gran pregunta, es siguiendo la tesis de dicho artículo: ¿Deberíamos,
aunque fuésemos adultos evaluarnos psicológicamente, quizá entenderíamos y
comprenderíamos algunas realidades que nos han sucedido…? ¿Pero existe otra
pregunta, quizás “no éramos o teníamos
determinado síndrome en la juventud o adolescencia o infancia, sino que
lo rozábamos y la vida nos ha ido llevando hacia ese diagnóstico, por las
realidades y circunstancias de la vida que hemos sufrido…?
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jmm caminero (01-13 abril 2025 cr).
Fin artículo 4.811º:
“Diagnostican a una persona
adulta de un síndrome…”.
E.
13 abril