Artículo 4.826º: “Grandes escritores y M. Vargas Llosa”.
¿Existen grandes escritores,
existen grandes artistas o el mundo moderno con la industria cultural,
semejante a los demás sectores ha terminado con el gran escritor o pintor o…?
En
homenaje a Mario Vargas Llosa, vaya
este artículo, pero ya tenía el libro buscado y preparado de artículos para
leerlos, antes de que sucediese dicho tránsito. A día de hoy, ya se ha
convertido en humo de cenizas. Y, sus familiares en la intimidad le han dado el
último adiós. Un autor que como migrante cultural ha estado pululando por
Europa y América del Norte y España y al final, ha terminado en su Lima natal.
La
Lima de los seis/siete santos canonizados del siglo dieciséis y diecisiete. Es
una realidad, que no soy capaz de no contárselo, porqué y por qué entre el
siglo dieciséis y algo del diecisiete, se juntaron en esta capital del
virreinato –durante un tiempo-, seis santos y santas actualmente canonizados,
porqué y por qué se produjo esta unión de alta espiritualidad y alta moralidad:
Martín de Porres, Rosa de Lima, Toribio de Mogrovejo, Juan Macías, Francisco
Solano…
Me
he encontrado, en esta búsqueda por el articulismo de opinión y personal y
literario, con un artículo que Mario
Vargas Llosa, publicó en El País, la fecha que dispongo es realizado
y construido en Londres, en noviembre de 1994, titulado: La muerte del gran escritor,
que defiende la tesis o idea o perspectiva, que hoy, el gran escritor ha
desaparecido porque la industria cultural, la democratización de la cultura, la
exigencia de que exista público y ventas suficiente, y, otras razones han
terminado con ese deseo de que una persona, se dedique años y lustros en
intentar realizar una obra maestra, que quizás después no sea entendida por la
editorial, el público, ni siquiera la gran clase cultural que gestiona/valora
el valor del producto cultural.
Dicho
de otro modo, por un lado está el autor/a, por otro el toro de la industria
cultural que publica o expone lo que considera es bueno, por otro el público
lector, más entendido o menos, y, un cuarto, la crítica –el mundo universitario
y académico y revistas culturales y literarias que valora y pondera el valor de
ese producto cultural, sea el que sea…-. Entendiendo esto, puede que a usted le
sea más fácil la comprensión de la tesis del notable escritor y articulista Vargas Llosa.
Le
pondré un ejemplo, un matemático de creación e investigación, durante meses y
años, se dedica a investigar una rama o cuestión de su saber. Al cabo del
tiempo llega a un algoritmo o ecuación, digamos de diez o cincuenta páginas.
Cree que es verdadero. Lo envía a una revista especializada. Y, allí se produce
la crítica o análisis por el doble o triple ciego –es decir, dos o tres
personas independientes, o dos o tres grupos de matemáticos, si lo que se le envía
es especialmente importante-, analizan si es verdad.
Si
llegan a la conclusión que es una verdad matemática. Pues lo publican. Y, ya ha
terminado todo el proceso. Se publica en esa revista, y, posiblemente, tarde o
temprano ese artículo será leído y estudiado y analizado, quizás por unas
decenas de personas, que son a su vez también matemáticos. Ya, no intervienen
ni el público en general, ni las empresas editoras, ni nadie. El artículo ha
pasado la criba de la misma matemática. Hasta quizás, dentro de cinco décadas,
otro matemático le ponga una crítica y lo perfeccione, u, otro matemático y
matemáticos, se basen en él, total o parcialmente, para ir más allá en esa
realidad o aspectos del mundo matemático…
Pero
en las Artes, en la literatura, una obra tiene que pasar por muchas redes y
muchos diques y muchas interpretaciones y muchos filtros para que les permitan
atravesar, para que llegue al mundo de la cultura. Un matemático aunque sea el
más desconocido del mundo, un simple y modesto profesor que está trabajando en
un pueblo pequeño de cualquier lugar del mundo, puede enviar, sus algoritmos a
cualquier revista de matemáticas. Y, será examinada. Pero en la cultura y
Cultura de las Humanidades no sucede lo mismo. Por eso, por esta razón, las
ciencias avanzas y las humanidades, van muy despacio, y, entiendo por
Humanidades, lo que no es ciencia, es decir: Artes, Filosofía, Teología,
Cultura en general… Por eso en humanidades, parece que siempre estamos dando
vueltas a la rueda de molino, como nos diría el viejo maestro Kant.
Yo,
si creo que si pueden existir grandes escritores o escritoras, que quieran
hacer obras maestras que atraviesen los siglos. Es más, si creo que alguno de
ellos o de ellas, hayan sido capaces de hacer una o varias obras maestras o
geniales, que podrían atravesar los siglos. Pero lo que si creo, es que un gran
escritor/a con su obra que puede ser maestra o genial, hoy, con las docenas de
miles de escritores que existen en cualquier Estado-País-Territorio
sociopolítico, quizás, no pueda llegar y horadar, no digo todos, pero si
algunos, a que todos las redes que tiene que atravesar. Hoy, si creo que pueden
existir grandes escritores, pensadores, filósofos, pintores, etc., que han
hecho o podrían hacer, o que tienen hecha, una “gran obra”, o, podrían hacer la
“gran obra”, pero....
Pero
esas personas, no son capaces de que su producto cultural, salga de sus
armarios informáticos o de sus cajones de sus despachos. Pueden que se pasen
toda la vida enviando a unos y a otros, a cientos y miles de personas y
entidades –cifra no exagerada, ni hiperbólica, sino real-. Pero nunca son
capaces de atravesar las redes de la industria cultural y académica. Quizás,
porque son obras maestras, se saltan algunos de los cánones que se obliga hoy a
la obra de arte. Porque quizás, solo podría ser entendida por cien personas, no
por miles. Por tanto, no tendría mercado, y, por tanto, nadie la lanza al foro
del mercado… O, porque son tan innovadoras, que no es capaz de que sea
entendida. O, por mil razones, no llega al mundo académico o cultural, menos al
industrial, menos a la política cultural…
Hoy,
si creo que pueden existir obras maestras en los cajones electrónicos, obras
que se van a perder. Pero aunque no fuesen obras maestras, no deberían
perderse, productos cultural de segunda o de quinta categoría. Decía, un gran
editor español, hace unas décadas, “hoy no se perdería un Quijote”. Difiero de
esa opinión, “hoy, un Quijote se perdería, porque no sabemos cómo hoy sería un
Quijote, cuántas reglas se saltaría, y, posiblemente, ni siquiera el público le
gustaría, quizás solo podría entenderlo, al menos al principio veinte personas,
y, esa obra, nunca llegará a esas veinte personas, porque nunca se editará…”.
Paz y bien. Y, homenaje a Vargas Llosa…
que descanse en paz y en Paz.
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (16-20 abril 2025 cr).
Fin artículo 4.826º:
“Grandes escritores y M. Vargas
Llosa”.
E.
20 abril