Artículo 4.825º: “¿Autores que desean pasar a la Historia y Vargas Llosa?”.
He encontrado una idea, de Vargas Llosa, aquí mi homenaje, que
indicó que han desaparecido autores que
buscan con sus obras pasar a la historia, sea del saber o del arte que sea.
Este
concepto o esta idea o enunciado es enormemente importante. No es que alguien
quiera ser famoso o tener notoriedad o tener los dividendos de que nacen o
surgen de esas realidades. No, no es eso. Sino la pregunta es, ¿si existen
suficientes autores, en cada una de las artes, en cada uno de los saberes
culturales que buscan, no solo vivir y sobrevivir con su actividad, sino
producir una obra o una producción cultural que les permita no solo tener fama
o notoriedad, sino que pasen a la historia, que encuentren conceptos o ideas o
enunciados en su saber o en su arte, que valga la pena que sobrevivan durante
siglos…? ¿Verdades que perduren durante siglos…?
Por
lo que se ve, hay autores, en cualquier saber, que piensan que esa figura, de
la persona, que quizás se vea obligado a trabajar o laborar o vivir o
sobrevivir en un oficio distinto, pero que después dedican un tiempo a realizar
una obra, que pueda ser o atravesar los siglos, que pueda convertirse en
maestra o clásica. Ese deseo, según algunos ha desaparecido, según tengo
entendido Vargas Llosa, indicó que
había desaparecido. Supongo que se refería, no en algunos casos, sino en
general.
Esas
personas que intentan vivir digna y honestamente, pero que intentan hacer una
obra que sea profunda en esencia y accidente, en forma y contenido, que sea
potencialmente considerada o pueda serlo una obra maestra. Que si es necesario
atravesará algunos límites, siempre que sean legales y morales, lo hacen,
aunque sepan que por eso mismo, quizás le rechacen esa producción cultural, en
el ámbito que sea, especialmente en las humanidades que no hay sistemas de
verificación y falsación, según Popper
–las ciencias es otro cantar-.
Si
nos centramos en literatura, ya que en estos días, hay y habrá homenajes al
Nobel Vargas Llosa, existen diríamos
diversas literaturas: una, la que promocionan las grandes entes culturales
literarios, las grandes empresas literarias –que no quiere decir, que no
produzcan obras y promocionen obras de gran calidad, incluso que puedan
convertirse en maestras-. En segundo lugar, obras literarias que las
promocionan los mismos autores o empresas de segundo o quinto orden o así
consideradas, el fenómeno de la autoedición que ha sido y estado con nosotros,
durante siglos, aunque algunos digan que no. Y, un tercer ámbito de personas
que publican sus obras, en redes sociales, en blogs, en autoediciones tan
mínimas, que ni siquiera llegan al mercado, solo a unos cuantos vecinos del
alma y de la amistad…
La
crítica y por tanto el análisis del valor y de valoración de la actividad
cultural –he puesto el ejemplo, de la literatura, pero en mayor o menor medida
está en todas las artes y en otros saberes…-. La crítica valora las del primer
grupo, y, algo las del segundo. Pero las del tercero, que pueden existir obras,
que personas han apostado por niveles profundos de conocimiento y de realidad
estética y de esencia –no digo todas, quizás solo una mínima parte, pero que
los autores, apuestan por ello, sabiendo que quedarán silenciados por eso
mismo, que quizás, se saltan muchos parámetros aceptados, que intentan abrir
nuevos caminos, etc.-.Pues esas obras y esos autores, quedan en la marginación
y en el silencio… y, sus obras serán olvidadas, destruidas, desaparecidas, si
no todas en gran parte casi todas…
No
es solo vanidad o soberbia o grandilocuencia. Si alguien investiga en matemáticas
busca nuevos algoritmos, ese es su deber. Si alguien crea literatura o arte
plástico o filosofía o ensayo o música o lo que sea, debe buscar nuevas
realidades, en definitiva, nuevas verdades, nuevos bienes culturales, que sean
hechos en la legalidad vigente, en la moralidad correcta, y, en la
espiritualidad racional… Es el deber.
Si
alguien se dedica a la literatura, podemos entender y comprender que de cien
relatos o cuentos que halla escrito, cincuenta sigan los cánones tradicionales
o de vanguardia que hasta ese momento se aceptan, su sociedad haya descubierto
o emplee, pero también, también esperamos que diez de cien, al menos diez de
cien intente abrir nuevos derroteros, aunque sepa con ellos, no alcance la
notoriedad y la fama y la valía, al menos por el momento.
Si
siguiéramos haciendo cirugía como los romanos o griegos, todavía seguiríamos
muriéndonos como en tiempos de Hipócrates
o Galeno… Todo cambia, lo que hay
que hacer es cambiar o intentar cambiar en verdad y en bien y en bondad y en
algo de belleza… en las Artes sucede y debe suceder lo mismo…
Creo
que todos los autores, da lo mismo el arte o la actividad cultural que
practiquen desean pasar a la historia de la cultura, ser recordadas sus obras,
ser los nuevos Virgilios, Homeros,
Dantes, Horacios, Esquilos del futuro –cada uno en su arte o saber-. Pero
me pregunto, si de verdad, intentan hacer obras maestras que puedan ser
clásicas, aunque quizás para eso tengan que saltarse muchas líneas, aunque
siempre dentro de la moralidad y legalidad, –eso sí, búsquense un oficio o
trabajo que puedan vivir con dignidad y honestidad, y, crear y criar una
familia, porque si no lo hacen, acabarán en la cuneta de la calle-.
¿Hoy,
usted en Arte, sea la que sea, quiere o no quiere descubrir el equivalente de los
siete grandes problemas matemáticos del siglo…? Ya, Perelman ha resuelto uno, ya solo quedan seis. (Aquí mi homenaje a
Vargas Llosa).
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (16-20 abril 2025 cr).
Fin artículo 4.825º:
“¿Autores que desean pasar a la
Historia y Vargas Llosa?”.
E.
20 abril