Artículo Periodístico 3.498º: “Camba y Los hombres “sándwiches””.
¿Qué quiere ser uno, qué puede
ser uno, qué debe ser uno, que ser lo que debe ser uno mismo…?
Julio
Camba
publicó en La Tribuna, el 01 de marzo de 1913, ya hace ciento diez años,
un artículo o columna, titulado: Los hombres “Sandwiches”. Muchos
seres humanos, lo expresen o no, desean o desearían vivir o existir en otra
sociedad, país, cultura. Tres conceptos diferentes y diversos. No sé qué
proporción, los sociólogos nos lo podrían indicar, cuántas personas o cuánta
población de un país o una sociedad, no quiere vivir en su pueblo o ciudad,
cuánta desearía vivir en otro barrio, cuánta en otra región, cuánta en otro
país.
Muchos quieren irse a otro lugar,
por mil razones, familiares, económicas, políticas, culturales. Quizás, por una
combinación de varias. Los sociólogos y antropólogos nos podrían indicar porqué
y por qué algunas regiones exportan más personas a otros lugares que otras,
porqué y por qué otras importan más que exportan. No entraremos en la situación
de unos y de otros…
Quizás, nunca haya comprendido y
entendido el mundo, o, en esta asignatura de existir evaluaciones y notas, no
pasaría del cuatro. Quizás, los autores, en cualquier rama, son precisamente
eso, no entendedores del mundo, y, por eso se aventuran en viajes para
descubrir realidades en la Naturaleza, Sociedad, Cultura, Metafísica…
A mí me gustaría vivir y existir
en un país, que no haya tenido ninguna guerra interna, ni externa, en dos
siglos, al menos. Que yo sepa, el único caso es Suiza. Pues, aunque no guste
indicarlo, me da envidia los suizos por esa realidad, quizás, otras variables
de su forma de ser y estar son más poliédricas y polémicas. Precisamente,
anoche miré qué hay que hacer para hacerse suizo, y, entre otras, vivir diez
años. Después vienen otras.
También, con eso de Internet, que
te lleva de un lugar a otro, Estados Unidos, tiene una visa especial de nacionalidad
para personas que hayan contribuido excepcionalmente a algún campo del saber
–supongo que todos los Estados tendrán algo parecido, al final, aunque yo
siempre seré manchego y castellano y de España…-. Sería una paradoja que a un
ser humano Estados Unidos le permitiera ser de su nacionalidad por haber
contribuido especialmente a algún campo, y, esa persona, del lugar que venga,
no le hagan caso por esa actividad…
Parece ser que Camba no le gustaba escribir, no sé, si
le gustaba hacer algo, salvo viajar. Claro está, podría pasar o haber sufrido,
por una grave tristeza o depresión, no diagnosticada, no curada. Puede ser, que
la información que el editor, al libro de y sobre gastronomía, que redactó
Camba, el único libro como libro, -no le cito el nombre, esfuércese usted en
buscarlo, si desea-, dicen, que le pagaba capítulo a capítulo, y, así consiguió
que lo terminara… Aquello que decían de Cervantes
que un embajador francés, le indicaron que no vivía bien, y, algo así
contestó: “Bendita pobreza que obliga a un hombre a escribir esta obra
maestra”. Pues algo así, el maestro Camba redactaba textos cuándo su ama de
llaves le indicaba que no tenía dinero para comprar, allí en la inmemorial
Galicia. Y, redactaba uno, y, a los pocos días, le llegaba el cheque de ABC.
Yo, hasta ahora, no soy tan
indolente, como se expresan del maestro genial del columnismo, Camba. Pero
también reconozco que todos los columnistas posteriores y sus coetáneos
aprendieron y aprehendieron ideas y concepciones estéticas de él. Yo, apenas,
porque no soy capaz de hacerme con unos cientos de columnas escritas por él –ya
sé que podría pedir alguna de las varias antologías, por el monstruo de
Internet, pero… pero uno es antiguo…-.
Y, también, uno envía en estos
últimos años, cada año, un artículo al concurso de artículos de opinión y
literario Julio Camba, que se organiza en tierras de la Gallaecia. Me digo a mi
mismo, a ver si este año, al menos soy finalista. Dirán que es pedir mucho,
dirán otros, que tampoco no es pedir tanto. Al final, como Brancusi pensaba de Rodin,
no se puede poner debajo de un árbol tan grande, porque no te deja crecer. Pues
algo así, modestamente ando de una manera diferente a todos, sin quererlo, pues
cada ser humano escribe de una forma diferente a todos, aunque no lo quiera, no
hay que esforzarse en esa originalidad del andar. Este año, que todavía no he
enviado el artículo al concurso, espero que toque la campana. La verdad, es que
selecciono sin seleccionar, lo dejo un poco al azar… ¿Quién sabe, si este texto
que usted está leyendo será el que se envíe el año que viene? ¡Pero quién sabe,
si seguirá existiendo este concurso, quién sabe si seguiré existiendo yo, como
ser y ente individual en esta tierra…
Si nos fijamos bien, siempre
estamos en un presente, que es una combinación de un pasado y de un posible
futuro, que se teme o se anhela. En definitiva, somos hombres sándwiches,
aunque no sea por la publicidad, sino por realidades que están dentro de
nosotros. Somos algo, entre un interior y un exterior. Somos tantas cosas, ese
es nuestro misterio…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (22-29 marzo 2023 cr).
Fin
artículo 3.498º: “Camba y Los hombres “sándwiches””.
E.
29 marzo