Artículo Periodístico 3.543º: “Paseando Cáceres y, III”.
Cáceres
la ciudad misterio y la ciudad enigma. Existen seres humanos que son más
misterio y más enigma que otros, también ciudades. Cáceres es una de ellas.
Aparenta
ser y estar, por la luz y el sol, que todo está claro. Pero das la vuelta a un
rincón y te encuentras con algo inesperado. Es un enigma en sí mismo. Millones
de miradas que existiesen sobre ella, no serían capaces de descifrar todo lo
que es y encierra. Dirán ustedes que todo ser humano le sucede lo mismo, todo
lugar o aldea o pueblo o ciudad. Es cierto, una ciudad es un guión, música,
ópera, sinfonía, novela, ecuación que no tiene término. Cada día, como los
maestros del impresionismo nos enseñaron, hay una luz y hay una sombra. Luces y
sombras van cambiando a lo largo del tiempo… Tu sombra de tu cuerpo se mezcla
con la sombra o media sombra de los edificios y las calles, se van moviendo
unos y otros. Es lo que es y es lo que no-es.
Al ser de carne, al menos en este
mundo, necesitamos-anhelamos multitud de realidades vitales, necesitamos
seguridad, por eso, inventamos en el neolítico habitar juntos, pronto tuvieron
que situar murallas, quizás, de madera, después, quizás, de tierra, quizás,
después de piedra. Porque hay que dormir tranquilo. Toda ciudad ha heredado
murallas, toda ciudad desde hace siglos. Unas con las revoluciones del siglo
diecinueve, las hundieron. Otros, más inteligentes y sabios, supieron unir el
pasado con el presente, dejando las puertas y dejando las murallas… Cáceres
besa las murallas del pasado, a Cáceres le besan las murallas desde el pasado
al futuro.
Todas las técnicas e
instrumentos, ahora denominados tecnologías van rellenando los huecos de la
vida. Antes y ahora trenes, ahora informática, se avecina el ojo de la IA,
Inteligencia Artificial, y, en los sueños de esta noche, me ha surgido, ¿qué
sucederá cuándo surja el móvil de la veintiuna generación, tenga IA y conteste
a los mensajes de otros, con su propia inteligencia y discurso y narración, en
qué quedará ese ser biológico humano, que creemos tenemos conciencia y
alma-espíritu inmortal…? ¿Qué será entonces en esta ciudad la vida, quizás,
entonces, dentro de dos siglos, ya habitaremos de forma normal, la Luna y
Marte…, quién sabe, si algún hijo de estas tierras, como antes los Pizarros y los Hernán Cortés, habrán instalado una colonia en esas tierras del
espacio…?
Dirá usted, qué esta columna
periodística es un poco singular. Pero le debo indicar a usted en su vuecencia,
que creemos, muchos, que existe el articulismo literario de opinión, contado
por Larra, Azorín, Umbral, Plà,
Cunqueiro, Alcántara, Vicent, y, decenas y centenas. Y, en ese columnismo
de opinión, se toman trozos de la realidad, en este caso Cáceres, se mezclan
realidades presentes y pasadas y quizás, futuras, se combina el recuerdo o la
estancia del escribiente, ahora, denominan un aspecto del ethos, y, se intenta,
algunos así lo hacen, una perspectiva y óptica y dimensiones nuevas: mitad
actualidad, mitad literatura, mitad filosofía, mitad metafísica, mitad…
Cáceres que ansia más industria,
Cáceres que ansia mejor tren, Cáceres que ansía más cine en sus calles, Cáceres
que ansía que sus mujeres no sean paridoras de migrantes, sino que
generaciones, una tras otra, se vayan desenredando y deshilvanando y
desgastando por estas piedras. Que no tengamos como destino media Península
Ibérica con mucha probabilidad, una parte de ella, que nazcan y tomen los
primeros aires en un lugar, y, terminen los últimos sonidos de sus vientres en
otros, alejados cientos o miles de kilómetros. La epidemia de la migración, que
estos lugares, que muchos lugares, tienen la condición, la epidemia de nacer en
un lugar, y dejar sus huesos en otro. ¿Cómo intentar, sin dejar de ser
cosmopolita, que lo que nazca en un lugar, si es que así lo desean, no tengan
que irse por fuerzas externas a otros lugares…? ¿De tantas epidemias se habla:
biológicas, sociales, culturales, materiales, históricas, morales, porqué no se
incluye la “epidemia de la migración” de media España desde hace más de un
siglo hacia otros lugares…?
Cáceres como un gran espejo
colgado del recuerdo. Imaginad visitar Cáceres encaramados en un globo, mirando
y remirando entre los entresijos de la distancia. Cáceres volando y flotando y
nadando en el aire y en el recuerdo. Imaginad Cáceres desde el azul de las
cigüeñas. Mirad Cáceres desde la mirada de un gato que recorre tejados y
murallas y calles y ruidos. Mirad Cáceres desde distintas miradas. Imaginad
Cáceres si sus calles las hubiesen pintado Chagall,
Picasso, Miró, Modigliani, Klee, Van Gogh, Monet, Renoir… ¡¿Qué ciudad y
qué paisaje habría surgido, habrían plasmado…? ¡Imaginad esa ciudad y sus
rincones y sus trozos formando con los estilos de esas tendencias estéticas…!
Los huesos y carnes y conciencias
y mentes y almas de los dos viajeros, en aquella tarde de sol implacable,
apenas nadie por las piedras andando, arribaron al Museo de Arte Contemporáneo Helgar de Alvear. Esos cientos de
miradas de tantos que plasman el presente del mundo. Nacidos en todo el
planeta, y, que han terminado por el bien y bueno y gran misterio de la vida, a
soñar a estas tierras. Gran emoción y gran idea y gran invento la
institucionalización del arte más rabioso moderno entre las paredes y
costillares de esta ciudad del extremo medieval.
La
Concatedral de Cáceres, junto a la de Coria, lugar del espíritu, lugar de siglos de lloros y alegrías.
Cuántos millones de personas-almas habrán atravesado sus paredes. No somos
conscientes, que tu bisabuelo y bisabuela posiblemente, alguna vez, viajaron a
su interior, si surgieron y nacieron en estas comarcas. No solo somos carne, ni
solo neuronas, así lo sienten o piensan algunos, muchos, muchos todavía…
Los dos viajeros se fueron
alejando de la ciudad, sin saber si volverían, si alguna vez volverían con sus
descendientes o algunos de ellos. Sin saber, si esta ciudad que los ha acogido
varias veces, los recordaría. O, quizás, quizás ahora, que han llenado unas
letras en forma de palabras e ideas y conceptos. Ahora, quizás, haya una posibilidad
de que también esta ciudad te recuerde.
Y, como no sirve ninguna
filosofía, que no cure algún mal humano, como dirían, los viejos maestros del
pensar griego, les invito y regalo una cigüeña de sugerencia, empiecen a
archivar todos los artículos y columnas, que cientos o miles de personas, hayan
construido a lo largo del tiempo, de hoy, de ayer y de mañana. Al cabo de unas
décadas, tendrán un tesoro documental de cientos de miradas diferentes. Será
claro y evidente, que la ciudad espejo de Cáceres, ha tenido muchas
interpretaciones, una es esta, que aspira para que algún corazón humano dentro
de cien años, la lea, y, diga y se diga a sí misma: “hubo un corazón parecido
al mío, que se alegraba y sonreía y tenía tristezas y dolores, y esperanzas…”.
Porque este es un artículo para la esperanza. Paz y bien.
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es
© jmm caminero (08 marzo-26 abril 23 cr).
Fin artículo 3.543º:
“Paseando Cáceres y, III”.
E. 26 abril