Artículo Periodístico 4.355º: “Lautréamont y Umbral y el mal…”.
Te
dices, no vas a tocar determinados temas o determinados personajes y personas,
pero las circunstancias o la vida te lleva a tocarlos y rozarlos y
vislumbrarlos.
Creo,
para que nos pongamos en los fundamentos y perspectivas, que el articulismo de
opinión literario, solo roza algunos aspectos de las cuestiones que besa. Por
tanto, el que se acerque a un artículo de opinión, debe saber eso. No es un
estudio académico, ni universitario, ni científico, aunque algo de todo ello
tiene que tener. No es solo literatura, aunque algo de ello debe disponer. No
solo es opinión, un punto de vista, entre una docena, que también algo de ello
respira en el fondo de las células y neuronas…
Debo
indicar, que Lautréamont, Mallarmé,
Verlaine, Rimbaud, Corbiére, Desbordes-Valmore, L´Isle-Adam, Baudelaire en
distinta medida y en distinto grado y en distintas cuestiones, me parecen
equivocados esencialmente, porque creo que en la vida y en la existencia,
existe el bien y existe el mal, existe la bondad y existe la maldad, aunque
creo que el bien es mayor que el mal, si no fuese así, nos habríamos extinguido
como especie. Pero una cosa es reconocer que existe el mal y la maldad, y, otra
cosa muy distinta, en grado diverso y diferente, alabar e incentivar y desear y
cantar y alabar el mal y la maldad…
He
indicado, que todas las frases tienen matices, en cada autor o autora es
diversa, en temática, en cantidad, calidad, grado, etc. Es cierto, que este
conjunto de poetas, sus postulados, no somos conscientes, después se metieron
en otros saberes, se inocularon en determinadas filosofías, en determinadas
corrientes artísticas y estéticas, y, desde luego, aunque evidentemente, los
autores, estos poetas y escritores, no sean directamente responsables, pienso
que los campos de concentración que hubo en el siglo veinte, en distintas zonas
del mundo, no habrían sido posible, uno de los componentes fue estas poesías
del mal y de la maldad.
Siempre
se le achaca a los movimientos filosóficos y políticos, a los movimientos
revolucionarios y contrarrevolucionarios, que quizás, sean la causa principal,
de esos campos de exterminio o campos de concentración-exterminio, pero desde
luego la sensibilidad y la poesía y la belleza, ha podido contribuir al mal y a
la maldad. Pueden meterse en las células y neuronas de algunos seres humanos,
y, al mismo tiempo, esa poética o poesías y retóricas del mal y de la maldad,
insertarse en filosofías, teorías políticas, ideologías sociopolíticas…
Algunos
dirán, que esos poetas, que hemos indicado, esencialmente del movimiento
francés, después, encontraron epígonos en otros países y sociedades,
especialmente occidentales. Y, después, muchos copiaron formas y maneras,
estilos y tendencias, ideas y prácticas… Vivimos en un mundo, que no somos
consciente de la enorme importancia de la sensibilidad, se muestre esta por un
arte o por otro, sea el cine, la televisión, ahora Internet, la literatura, la
pintura, la moda, el diseño, el teatro, etc. Si esa gran capacidad de belleza y
estética que tienen las artes, incluso las artes combinadas, no se utilizan
bien, aunque los autores/as tengan errores, que eso es otro problema. Pero si
no se utilizan bien y con el bien y para el bien y con la verdad y para la
verdad y la bondad, pueden tener consecuencias enormemente negativas…
Creo
que se le achaca siempre a los filósofos y pensadores de la sospecha, siguiendo
a Ricoeur, casi todos los cambios
psicológicos y antropológicos esenciales, del mundo moderno actual, de estos
dos últimos siglos, los filósofos de la sospecha, que siempre se indican a Marx, Nietzsche, Freud, algunos
incluyen también a Heidegger, en
algunas de sus líneas, y, desde luego Sartre…
Pero existen otros, como que son los que crearon los grandes basamentos
ideológicos y conceptuales y estéticos y de sensibilidad, para que el orden
moral y psicológico y existencial se materializara en el mundo. Se crease otro
orden moral y de sensibilidad humana. Por ejemplo, no podemos olvidar a Sade…
No
digo, si es más o menos cierto, pero la realidad social y humana, está formada
por cientos de factores y vectores y variables. Sin negar la importancia de los
filósofos de la sospecha, también, hay que incluir e insertar, los poetas de la
sospecha, los llamados poetas malditos. Creo que estos tuvieron un lugar
esencial en cambiar la esencialidad de la belleza, de la sensibilidad, de la
afectividad humana. Alguien dijo alguna vez, si quieres conocer la situación
social de Londres en tiempos de Marx,
lo explica mejor Dickens que Marx.
Pienso que la historiografía y el mundo académico han otorgado enorme
importancia, a Marx y Bakunin, Engels y
Proudhom en los cambios sociopolíticos de estos dos últimos siglos, pero no
se ha percatado de la enorme importancia, del cambio de sensibilidad y de la
poesía y de la belleza, que trajeron los poetas malditos, como hemos
indicado...
Para
terminar, los poetas pueden equivocarse y se equivocan, pero jamás deben incentivar el mal y la maldad, de ninguna
forma y ninguna manera. Creo que es un grave error. El escritor poeta debe
expresar realidades, pero aunque exista el mal, se debe contar y narrar, para
saber que existe, pero no para que exista más y para que aumente más. Bastante
ya, es bastante carga tener que cargar con los graves errores conceptuales que
se cometen en la escritura y en el pensamiento, que se caen sin darse cuenta…
Por tanto, siempre hay que buscar y expresar la verdad y la veracidad y el bien
y el bien en todas sus formas, y la bondad, y algo de belleza.
Todo
esto, y, algunas cosas más, que no se pueden decir en ochocientas palabras, se
me ha ocurrido al mirarme en el espejo de un artículo del maestro del
columnismo Francisco Umbral,
publicado en El Mundo, el día 26 de diciembre del 2000, titulado Lautréamont.
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (28 julio-04 agosto 2024 cr).
Fin artículo 4.355º:
“Lautréamont y Umbral y el mal…”.
E.
04 agosto