Artículo Periodístico 4.343º: “¿Después de la pandemia la conducta es peor?”.
Se
dice en la calle, que después de la epidemia del virus la conducta es peor, se
dice que el comportamiento de los chicos en la escuela se ha deteriorado
bastante…
Se
dice, que existe un ambiente social, por el cual, las personas, no ya como
individuos, sino como grupos o colectivos, han sentido su vulnerabilidad y sus
limitaciones, han caído en la sensación y en la percepción de la angustia
interior, por lo cual, somos conscientes, que podemos fallecer y morir a
cientos de miles, a millones, en unos meses. Algo que sentíamos que habíamos
superado las epidemias de siglos anteriores, pueden volver a ser una realidad
en los seres humanos… Eso de que cada generación, cada pocas décadas, en
cualquier lugar del mundo, siempre existía una guerra y también una epidemia.
Eso, en parte creíamos que lo habíamos superado…
Quizás,
solo expreso quizás, y, solo expreso una opinión que he encontrado en algunos
individuos en la calle, durante estos meses, personalmente, no sé si es cierta,
o si lo es o no lo es, y, en qué cantidad y en qué calidad –los sociólogos nos
podrían dar luz con su saber ortodoxo-. Los individuos y los grupos humanos y
los colectivos de todas las ideologías han sentido que somos vulnerables, que
todo lo que habíamos creído en el valor y valer y eficiencia y desarrollo de la
ciencia, es verdad, pero que no puede, de momento resolver todo, y, hemos
visto, como el vecino ha fallecido, y, aquel familiar, y, esa persona que
llevabas viendo en tu calle o en tu barrio o en tu pueblo años y años, de una edad
mediana o mayor, pues el humo del aire se lo ha llevado, a la Trascendencia,
para quién crea, y, a la nada, para quién no crea en nada después de este
mundo.
Así,
se indica, en círculos educativos, que la conducta de los chicos y chicas, ha
desmejorado bastante, después de ese fenómeno, y, también se indica que ese
afán de sensualidad y de vivencias del presente ha aumentado en la población,
y, que con crisis sociopolítica, incluso económica, millones de personas, ha
aumentado, el número de personas que se lanzan a la calle, para intentar
disfrutar del momento, de la vida. Se ha insertado un sentimiento de debilidad
humana, de limitación humana, de flaqueza humana, de vulnerabilidad humana, de
forma consciente e inconsciente. Según, algunos quizás, el estar durante varias
semanas y meses sin poder salir a la calle, solo lo estricto, o, con
limitaciones en la vida social durante meses, ha llevado a los humanos, a darse
cuenta de la fragilidad humana, tan profunda que tenemos y disponemos y en la
que estamos…
Y,
especialmente, porque epidemias masivas han existido en el planeta, de formas
constantes durante siglos –véase la de 1348, que es la simbólica-, de distinto
grado de importancia, al menos hasta el siglo diecinueve, pero creíamos ya en
este último siglo, que ese fenómeno se había terminado en la especie humana. Y,
de la noche a la mañana, nos hemos encontrado que el planeta ha sido cerrado y
encerrado y redilado y enredilado… Y, nos ha creado y criado un complejo y
sentimiento y experiencia de debilidad y vulnerabilidad y flaqueza, tan enorme
y tan grande, que se ha insertado dentro del corazón humano…
Hay
quién indica, que incluso la moral y la ética se han debilitado, al menos en
algunas zonas del mundo, porque a diferencia de otras épocas y otros tiempos,
las personas, sabían y conocían hasta hace unas generaciones, algunas
realidades: que los niños podrían fallecer a corta edad, en todas las familias
sucedía esta realidad; que podrías fallecer a una edad mediana padre o madre,
y, dejar a la familia, a su suerte y al azar, y, que cada generación, cada
varias décadas se sufría una epidemia, y, también, muchas veces una guerra. Y,
por tanto toda persona estaba preparada a ello, o, como dirían más preparados
psicológicamente y vivencialmente, a que te tocara uno de los cuatro jinetes
del Apocalipsis…
Pero
en nuestra época, desde el final de la guerra mundial, incluso desde antes, se
pensaba y se sentía que muchos de los problemas del pasado se había y se
habrían terminado, esencialmente, y especialmente las epidemias. Pero esto
último, hemos visto con una claridad meridiana y evidente y obvia que no es
así. Que una epidemia nueva puede surgir, y barrer a millones de personas, en
unos meses, a nivel planetario. Cierto que los sistemas internacionales de salud,
y, la investigación biológica y médica puede ralentizar y paralizar dicha
realidad.
Y,
también, al menos en Occidente, el sentimiento religioso ha disminuido y
debilitado, con lo cual, no tenemos los suficientes escudos y lanzas para
defendernos de la eventualidad de la historia, como en otras épocas, esta
certeza si tenían…
Según
Internet, y según La OMS entre el
2020 y el 2021 han fallecido quince millones de personas por COVID-19 en el
mundo. Por lo cual, ha sido un golpazo a la mente, consciente e inconsciente de
la población y de todos los individuos, grupos, sociedades, Estados,
ideologías, estratos sociales, y, colores neuronales sociopolíticos y
filosóficos, que de alguna manera o forma, se ha removido no solo estructuras
externas, sino también internas…
Por
eso, no sé si será cierto o será verdad, y, no sé en qué grado y de qué modo,
por eso, algunos piensan y opinan, que existen colectivos y grupos, que parecen
que después de dicha epidemia, la llaman ahora pandemia, ha desbocado los
corazones de los seres humanos. Es como, si globalmente, como sociedad o como
colectivo, los humanos se han dado cuenta, que uno de los cuatro jinetes del
Apocalipsis de siglos y milenios anteriores, todavía está y puede estar
presente…
Y,
eso, que muchas personas no conocen el concepto de enfermedad equis, enfermedad
X, que la OMS y sus expertos tienen diseñada como posible o como probable o
como incógnita –pero de esto hablaremos otro día, o quizás, ningún día-. Paz y
verdad y bien…
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (21-28 julio 2024 cr).
Fin artículo 4.343º:
“¿Después de la pandemia la conducta es peor?”.
E.
28 julio