Artículo Periodístico 4.345º: “De la libertad de expresión…”.
Toda la vida he oído poner letras
de oro a este principio, y, toda la vida, he visto en todos los ámbitos
sociales, que personas que pensaban de otro modo, se le han cerrado puertas…
Esta
es la realidad que he visto y he oído, hasta la saciedad he oído y escuchado
argumentos y razones y datos sobre la libertad de conciencia, libertad de
expresión, la libertad de publicación, la libertad de culto, etc. Y, todo
relacionado e interrelacionado, pero hasta la saciedad he visto, en todos los
ámbitos sociales, -y todos los ámbitos sociales son todos-. Que las personas
que difieren en algo, no en unos temas, sino en lo que sea, con el grupo, que
se sea más guapo o que se sea más alto o que se sea más gordo o que se tenga
más estudios o que se tenga ojos azules, se
sea lo que sea, de alguna manera, si al grupo no le gusta esa
característica, se le aparta, se le silencia, se le calla, se le echa, se le
margina, se le critica...
Lo
que varía es la cantidad o la calidad de la respuesta. Que puede ser de un tipo
o puede ser de otro, de una manera o de otra… Puede ser con más respeto o con
menos, con mejores formas o con menos. Si alguien habla mucho, si el grupo
considera que hay que hablar menos, pues se le sanciona de alguna manera,
incluso se le castiga de algún modo. Si un individuo habla poco en un grupo o
ente social, que se habla mucho a ese individuo más callado, más silencioso,
más ensimismado, más introvertido, pues se le cierran puertas.
Estoy
poniendo estos ejemplos y estos casos, generales y difusos y abstractos, por no
hablar de concreciones sociales, políticas, culturales, económicas, religiosas,
ideológicas, filosóficas, étnicas, lingüísticas, etc. Incluso en unos tiempos
se silencia a unas personas por unas características, y, en otros, los que
fueron censurados en el pasado son los que censuran a los otros, que no piensan
o sienten como ellos…
Pero
todos y todas, hablan de libertad de conciencia y de expresión y de
sentimientos y de afectos y de culto y de religión y de publicación y de…
Todos. Diríamos que son los mandatos y mandamientos de la vida actual y
contemporánea, desde las revoluciones que provocaron, entre otros factores, los
movimientos de la Ilustración…
Ahora,
percibimos, si nos fijamos bien, que hay personas, que en todos los ámbitos,
incluso cumpliendo con las normativas legales, incluso sociales, también las
morales tradicionales de su sociedad, e, incluso las religiosas en sentido
amplio. Hay personas que se les cierran puentes si en una temática o en un
grupo concreto piensa y opina, aunque lo haga de forma racional de otro modo.
Sin contar, la legión de personas que sin tú, no decir nada, le caes mal de
principio, y, si hablas con la boca, ya te echan al purgatorio del silencio…
Y,
esto ocurre aún más en los mundos de la cultura, en los que todos se sienten o
desean ser Miguel Ángel o Kant o Joyce
o… en estos mundos, que todos desean ser voces que atraviesen los siglos y se
les escuchen y se les siga escuchando a finales del tercer milenio. En estos mundos, todo este problema
es aún mayor… Dejar hablar al otro, no quiere decir, estar de acuerdo con el
otro en todo, también poder diferenciar opiniones e ideas y datos y argumentos
y razones…
Bueno,
ya saben, que modestamente, estoy intentando hacer un viaje por el articulismo
actual y de estos tres últimos siglos, citando a autores y autoras diversos,
hoy, me he encontrado con un artículo de Javier
Otaola, publicado en El Correo, el día 21 de julio del
2024, titulado: De la ´concordia discordante´, en la que nos habla de la
democracia y las voces diversas o diferentes.
A
mi modo de ver, la democracia es como un equipo de científicos que tienen un
problema equis, por ejemplo, ¿que sucede en el fondo de los agujeros negros? Y,
se unen y reúnen en una conferencia de tres días, en Sidney, para ver los adelantos e ideas y datos e hipótesis sobre el
tema. Y, los científicos en esos tres días, indican o expresan sus opiniones.
Y, cada uno aporta razones y contrarazones, dudas y preguntas, e, incluso
nuevas posibilidades. Y, al final, se dicen, que ningún razonamiento o
demostración parece ser la solución clarividente y ninguna fija la cuestión en
el tema. Y que se tienen que volver a sus cátedras y a sus despachos y a sus
pizarras y a sus telescopios para seguir buscando en las matemáticas y en la
física, quizás la explicación completa, que quizás, se encuentre dentro de diez
años o dentro de cien… Así avanza la ciencia, en definitiva, la explicación de
la realidad natural.
Pues
ese es el mismo método que debemos aplicar a la “realidad social y
sociohumana”, en todos sus ámbitos, sociales, políticos, económicos,
culturales, religiosos, etc. Es decir, no solo formar congresos y conferencias
sobre todos los temas. Sino que miles y miles y miles de personas expongan su
opinión. Y, sus preguntas. Y, sus respuestas. Y, sus razonamientos. Y, sus
dudas. Y, sus nuevas hipótesis… Y, quizás, así, los demás dicen sí y no, sí o
no. Y, así se van avanzando, en el tema de las humanidades, que tan difícil es
avanzar…
Por
ejemplo, haré dos preguntas o dos cuestiones: ¿Plantear se podría ser de dos
nacionalidades, al mismo tiempo, ya sé que me dirán que sí…? ¿Pero yo quiero
ser de España y al mismo tiempo, de Europa y al mismo tiempo de la ONU, la ONU
como una nacionalidad y como un pasaporte para quién lo quiera, sin dejar de
ser de la nación o de su Estado original…?
¿Segundo
una ciudad podría ser la capital de dos Estados diferentes, y, así evitar
enormes males y sufrimientos, como se está pasando en algunos lugares…?
¡De
y sobre la libertad de expresión, permítame la libertad de expresión…!
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (23-28 julio 2024 cr).
Fin artículo 4.345º:
“De la libertad de expresión…”.
E.
28 julio