Artículo Periodístico 4.393º: “Gaudí y los Gaudís del futuro y Quim Monzó”.
Toda
realidad o en realidad o lo real tiene muchas perspectivas, cada saber o
ciencia miran los entes desde distintos puntos de vista. Lo que hacemos ir
uniendo perspectivas.
Poco
se habla ahora y hoy, de santidad, en el medio público, diríamos que la
religiosidad occidental y europea se ha ido replegando en el orden privado de
la vida. Existen decenas de miles de iglesias y templos religiosos, pero parece
que los rediles que se encuentran en esos lugares, no es que estén marginados,
al menos en Europa, de momento, pero no podemos negar, que lo religioso y
espiritual en Europa, va reduciendo su presencia.
Nos
encontramos con Gaudí, que como
hemos indicado, toda realidad dispone de muchas perspectivas y dimensiones, no
solo está la arquitectura, para muchos genial, está el hombre, y, con el hombre
una historia, dicen que vino de los terrenos del anarquismo y del ateísmo de
joven, hasta llegar a un sentido de la religiosidad y espiritualidad profunda,
dentro del seno del vientre de la ballena, del catolicismo. Ahora, desde hace
lustros se está planteando la posibilidad de su beatificación. Que sepa, si mi
memoria no me falla, ya ha sido considerado el nivel de venerable, en el
catolicismo existen tres niveles, cuatro: considerar a un ser humano que ha vivido
y respirado: siervo de Dios, el nivel de venerable, el de beato o beata y el de
santo o santa…
Gaudí, ya ha atravesado como sus
paredes de su Sagrada Familia, el nivel de siervo de Dios, y, también, si mi
recuerdo no me yerra, el de venerable. Si leemos buenas o regulares biografías
de santos y beatas y beatos y santas del cristianismo, sus vidas han sido muy
diferentes, no solo en los siglos que han vivido y existido, sino los pareceres
de los humanos, han tenido todos los oficios honestos que han sido y estado en
este mundo.
Incluso
e incluido de todos los estratos sociales, laicos y laicas y religiosos y
religiosas y sacerdotes y obispos y pontífices… Todos, ninguno es parecido a
otro, por la vida y las circunstancias, pero todos, se suele indicar, que han
sido amantes y amadores del Buen Dios…
Pueden haber sido carboneros, como aquel Juan
de la Antigua Roma, cuándo todavía era un imperio, pueden ser geniales
pensadores y filósofos, como Agustín de
Hipona o Tomás de Aquino, han podido ser casi mendigos como Labré, si no recuerdo mal su nombre,
pueden haber sido escritoras por obediencia y obligación como Teresa de Ávila, y, así mil modos y mil
maneras, ser padres de familia también…
En
este recorrido por el articulismo de este terruño que estoy haciendo, me he
encontrado a Quim Monzó, notable
escritor y notable articulista, en una columna titulada: Los Gaudís futuros, que
se publicó cuándo se empezó y volaba el proceso de canonización de Gaudí, hace más de dos décadas, porque
saben ustedes, que un proceso de beatificación es como un enorme juicio y se
enjuicia las obras y la vida de los postulantes, de los futuros santos o
santas… es un proceso serio y profundo, pocos seres humanos, soportarían el
nivel de análisis de sus vidas, sus obras, sus escritos, los testimonios que
narran otros de ellos mismos… Es un proceso serio, se sea ateo o agnóstico o
escéptico o teísta en la macrovisión que sea…
Durante
siglos en Europa, la perfección moral y espiritual, que son dos caminos
diversos, pero tienen conexiones e interrelaciones, era una realidad que muchas
personas aspiraban y todavía aspiran. Es decir, uno tiene que perfeccionarse el
cuerpo físico con un correcto ejercicio y una dieta saludable, para que la
salud de la base biológica del ser humano brille, pero también, debe cuidarse
la mente y la psique, la salud psíquica, pero también la salud moral y ética,
y, la salud espiritual o espiritual-religiosa. Somos una unidad de cuerpo y
mente y alma, que vivismos y existimos en una realidad natural, cultural y social.
Por tanto, debemos aspirar a tener suficiente salud de la realidad que somos y
conformamos, somos una unidad substancial, diría el viejo maestro Aristóteles de cuerpo y mente, y, Tomás de Aquino, diría una unidad
substancial de cuerpo y mente y alma-espíritu. -No olvidamos que por ser
cuerpo-carne, necesitamos vivir digna y honestamente en el mundo de la
economía…-.
Estas
son las dos grandes corrientes antropológicas, esenciales y vivenciales que
forman y conforman la historia, desde hace milenios. Aquellos que piensan que
después de esta vida, existe Algo y
Alguien, y, aquellos que dicen, que solo somos lo que aquí, sentimos o
pensamos o percibimos. Después de esas dos grandes corrientes, han surgido
todas las filosofías y metafísicas y religiosidades que ustedes pueden percibir
en las teselas del tiempo y de la historia…
No
solo somos carne-cuerpo, no solo somos alma-espíritu, no solo somos
mente-psique, no solo vivimos en sociedad-seres sociales-históricos, no solo en
una Naturaleza-Universo que nos rodea y dónde somos y estamos, no solo somos
Cultura-ideas-conocimientos… somos una unidad de cuerpo y mente y alma en una
sociedad-cultura-naturaleza…
De
ahí, la enorme necesidad de disponer de “buena salud moral”, de también “buena
salud espiritual”. Da lo mismo, seamos arquitectos como Gaudí, que esperamos y esperemos sea beatificado, se sea tendero,
se sea carpintero, se sea Premio Nobel, se sea futbolista, se sea
ejecutivo/CEO, dicen ahora, se sea ama de casa, se sea estudiante, se sea
escribiente de cuadros, se sea…
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (22-25 agosto 2024 cr).
Fin artículo 4.393º:
“Gaudí y los Gaudís del futuro y Quim Monzó”.
E.
25 agosto