Artículo Periodístico 4.344º: “Luces de Bohemia y el fracaso del escritor”.
Se habla de esperpento, pero yo
opino que se debería hablar de alegoría, parábola, hipérbole, metáfora de la
obra que Valle Inclán nos expuso
delante de los ojos, hace cien años.
Pocos hablan de los fracasos de
los escritores, pintores, músicos, actores y actrices, diseñadores, fotógrafos,
científicos, matemáticos, filósofos, ensayistas, articulistas y, de todos los
oficios de la vida y de todos los oficios de la cultura, también los críticos,
los galeristas, los directores de museos, y, mil otras realidades. Por eso
hablo de usted, la escritura es el símbolo…
Cuando hablo del fracaso del
escritor/a, hablo del fracaso de todo ser humano, en cualquier profesión de la
vida, y, en cualquier actividad humana –por ejemplo, afectiva, sentimental,
laboral, familiar, etc.-, y, también de cualquier oficio de la cultura, autores
e interpretadores, en todas las ramas. Por tanto, estoy hablando de todo y de
todos y de todas en todo. No creo que exista nadie en la tierra, ni haya
existido, que no se haya sentido fracasado en alguna faceta, pero no solo
temporalmente, en un tiempo o en una época, sino al final de su existencia,
cuándo mentalmente, sin quererlo, hace evaluación y autoevaluación de su ser y
de su estar en este mundo…
Cierto que el fracaso del
escritor –artista en general, persona de cultura en general, o investigador en
cualquier faceta-, tiene unas especiales condiciones y circunstancias y causas
y consecuencias… Uno, de los mayores fracasos, de un escritor o pintor o… es,
llegar a una edad, y saber, que posiblemente, parte de su producción a lo largo
de décadas, ya se habrá perdido o destruido, y, que el resto, en gran parte lo
irá haciendo a lo largo de las décadas próximas, especialmente, cuando cierre
el ojo al percibir los colores y las formas, de y en esta tierra…
No voy a narrar aquí, otra vez,
que se creen Centros Virtuales de
Autores y Autoras por especialidades o saberes, que al menos exista un
breve curriculum y enlaces a su producción, para si alguien quiere indagar.
Pero aquí Valle Inclán nos sirve de
modelo, es cierto, que después y los lustros y las décadas, lo han insertado en
la producción cultural egregia y notable de nuestra sociedad y país y cultura.
Pero lo que pasó, sí, lo que pasó nadie se lo quita. Bueno, pues en mayor o
menor grado, muchos, a cientos y miles, pasan algo semejante, muchos
compatibilizan su oficio de autor/a o investigador/a o creador/a con otro
oficio. Y, por lo menos medio viven. Pero en el resto de temas es o pasan lo
mismo que Valle Inclán. Aún peor,
porque saben que su producción se perderá…
He tocado tantas puertas, para
ver si esto se puede remediar, aunque sea solo con la solución anterior. Que
sea la base para avanzar, de guardar o coleccionar textos y manuscritos y
copias de originales, sea en forma de texto o de imágenes, para generaciones futuras.
Decenas de miles de obras de miles de autores, decenas de miles de obras
plásticas de miles de autores, para el futuro. Tanta riqueza que se pierde y se
perderá. Hoy, que se recicla tanto, se deja que se pierdan miles de obras de
decenas de especialidades de todos los tipos de saber. Esto se dice que no
existe y que es mentira, pero es verdad. El grado o cantidad de verdad en esto
es otra cuestión…
Me he encontrado en este viaje
por el columnismo hispánico, con un artículo, firmado por Sergio Ramírez, publicado
en El
País, el día 21 de julio del 2024, titulado: Los espejos cóncavos, que
entre otras cosas, nos habla de Valle Inclán, de Luces de Bohemia, del
protagonista Max Estrella, y, en definitiva, nos habla del enigma y misterio
del ser humano. Cada obra literaria o artística nos habla del autor, nos habla
de una serie de temáticas, pero nos habla de cada época, pero también del ser
humano que vuela por estas tierras, cada individuo durante un tiempo. Y, al
final, van dando el testigo a otros y a otras personas…
El misterio de los artículos de
opinión, es que nos enfrentan a un espejo de temas, que quizás no queremos oír
o recordar, pero nos presentan en mil palabras, temáticas que existen pero
tenemos olvidadas, creo que este es uno de los misterios de este género
literario y periodístico, uno de sus fines y finalidades y funcionalidades para
la sociedad humana. Quién nos iba a recordar si no fuese por este artículo del
notable articulista Sergio Ramírez
el centenario de Luces de Bohemia.
Los humanos encontramos una
piedra en el campo y tenemos que interpretarla, le damos un significado o la
olvidamos. Eso hacemos con todo, con todo lo real natural, y, todo lo real
creado por el ser humano. A la interpretación de lo creado, fijándose en la
belleza, pero no solo, se han ido incrustando seis o siete grandes teorías, que
intentan explicar el acto de creación humana. Y, quién sabe, suponemos que la
verdad definitiva, se conseguirá este siglo, que es el siglo del descubrimiento
del cerebro.
Cuándo sepan los humanos lo que
es el cerebro y cómo funciona, supongo se conocerán muchas respuestas a muchas
preguntas, que han estado con nosotros desde miles y decenas de miles de lunas
llenas. Eso es lo que hacemos, vamos acumulando interpretaciones sobre las
cosas, opiniones o hipótesis y razonamientos, hasta que encontramos la
respuesta definitiva. Este es el siglo, al final de este siglo, conocerán
muchas soluciones a muchos problemas que han estado con nosotros durante
milenios. Entre otros, los que plantean esta obra de teatro de Valle Inclán, muchos los que plantea la
vida. Pero se abrirán otros.
Creo que el hombre es el ser que
soluciona problemas y se hace preguntas, siempre nuevas preguntas, somos
omnívoros de preguntas y cuestiones. Siempre buscando y buscadores de
preguntas. Avaros y avariciosos de nuevas cuestiones y preguntas. Paz y bien.
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (22-28 julio 2024 cr).
Fin artículo 4.344º:
“Luces de Bohemia y el fracaso del escritor”.
E.
28 julio