Artículo Periodístico 4.378º: “Hablaremos de un tema que nunca se habla”.
El
ascenso o descenso de un estrato social a otro, hablemos de la subida, hablemos
de la bajada. Cómo alguien, un sujeto equis, asciende de una situación a otra.
Y, su adaptación.
Es
un tema, que no es que no se hable, que si se hace en la calle, pero menos en
las letras impresas del periodismo, más en las narrativas de todos los siglos.
Es una cuestión, que como tantas cosas, se indica o se dice en los mentideros
de las aceras, o se saben: “aquel que puso esa empresa y mira como le va hoy
día, o aquel que era hijo o nieto de tal, y, mira como ha ascendido en la
escala social o económica o política, o aquel que…”.
Dicen,
que nuestro país o sociedad, es el de la envidia, dicen, que los franceses, son
de la avaricia. No sé, si somos de la envidia, que desde luego está muy
desarrollada, hemos visto episodios en tantos sentidos y formas y maneras,
incluso, dentro de los senos familiares amplios.
Quizás,
la psicología y la sociología y la antropología y la teología y la ética y la
literatura nos podrían ofrecer explicaciones. La realidad, es que esos
mecanismos instrumentales teóricos, que se han ido desarrollando durante
siglos, como el motor o mecánica de un vehículo, los siete errores morales
graves o siete pecados capitales, que apenas se hablan de ello, pero que
estamos dentro de ellos, quizás, sería bueno redactar frases sobre ellos. Pero
no solo para alabarlos y ensalzarlos como descubrimientos del ser humano, sino
también para ver, las miserias que traen. Una envidia puede matar a alguien,
matarlo en su vida de salud psicológica y matar la fama de otra persona, que
puede acarrearle consecuencias enormes…
Pero
hoy, me he dicho, vamos a tocar este tema, especialmente, al encontrarme, demos
al mérito a quién lo tiene, al hallarme frente un artículo del maestro Umbral, titulado. Manzanilla con miel,
publicado en El Mundo –no dirán que no les estoy dando fama y notoriedad,
aunque sea pequeña, a este periódico, al citar a F.U., tengo que hacerlo con esa cabecera también, otras veces, con El
País, donde también vio sus letras en negro-, con fecha del 03 de mayo
del 2002, casi dos mil días antes de su vuelo al Otro Mundo, que nunca he
sabido muy bien, si Umbral creía en
la posibilidad de lo Trascendente
con T mayúscula, aunque sé, algunas declaraciones de su ateísmo, en alguna
entrevista, pero nunca he estado seguro, que estuviese tan seguro de ese aserto
él mismo, bueno, alguna vez, quizás se haga un estudio sobre este tema, en este
autor…-.
Creo
que es un enorme mérito de inteligencia y adaptación, como el mismo Umbral, fue o fue capaz de ir
evolucionando en distintos ambientes, desde su situación inicial, algunas
veces, indicando que fue grave, quizás por la sociedad de su tiempo y su
momento, pero por otro lado, también con ciertos privilegios, que tuviese
oficio en un banco, aunque sea de un puesto modesto, en aquel tiempo debió
constituir una suerte importante, que El Norte de Castilla lo cobijase,
también –porque muchos lo han intentado antes y después y no han sido capaces,
entre otros este plumífero-.
Pero
que fuese pasando por todos los recovecos del orden social, hasta llegar a
codearse, diríamos con distintos modos y medios según etapas de su vida,
diríamos un sector social, más complejo, diríamos, proveniente de la fiesta de
Madrid del pueblo, otros, más culturales de su oficio, otros, diríamos de la
llamada alta sociedad, otros indican también un mundo en Ibiza, que es una
especie de velo y de misterio para el resto de los mortales, supongo, supongo
bien, que de descanso y de olvido de todos las presiones de Madrid, otro
sector, sería a todas las personas que recibía en su dacha-casa, intelectuales
y hombres-mujeres de la cultura, también del periodismo, de la política también
indican…
Nos
habla de poner miel a la manzanilla, y naranja al chocolate, como costumbres de
algunas casas de la llamada alta sociedad. Es cierto que Umbral tuvo una tragedia, al fallecer su hijo y al fallecer su
madre, ambos jóvenes, y, por tanto, después no tuvo más hijos, con lo cual, era
una persona, como los curas/presbíteros/sacerdotes más libres en sus
actividades y en sus actos. Por lo cual, podía estar leyendo por el día, por la
noche atardecer con las estrellas hasta bien entrada las luces, por la mañana
dormir, o terminar su artículo, y, después levantarse, leer y redactar el libro
que tuviese entre manos, y, después, esa noche o la siguiente, o el fin de
semana, volver a la fiesta, de un acontecimiento –no me gusta la palabra
evento-, un acontecimiento cultural o de fiesta…
¿Qué
problemas tiene o dispone las personas que ascienden de estrato social, qué
problemas los que descienden de estrato social…? Recuerdo en una entrevista o
declaraciones de un hijo de Máximo,
el gran humorista gráfico, que decía, que su padre llegó a pensar que vivir en
un piso en el centro de Madrid, y marcharse a una urbanización de un estrato
social más elevado, a las periferias del entonces Madrid, no fue adecuado,
quizás para su familia. Si no interpreto y recuerdo mal, las declaraciones de
su hijo. Porque quizás, quitó a su familia de vivir en un ambiente, diríamos
más parecido al suyo, de clase media, y, se introdujo en una isla de personas y
de familias, de un ambiente social más elevado que el suyo… Y, por tanto se
podría producir un desequilibrio…
De
todas las realidades humanas que suceden, una es ésta, que personas que
ascienden social y económicamente, a lo largo de su vida, se tienen que adoptar
y adaptar a nuevas realidades humanas, ellos y sus familias. Tanto si ascienden
en el ascensor o si descienden, como nos diría la excelente articulista Rosa Belmonte, antes se hablaba de la
escalera social. Que los estudios, eran un instrumento en el ascenso social de
las familias, esta generación ha visto, que no siempre se cumple ese aserto…
Pero,
el que ha bajado de escala social, está en su rincón, y, apenas lo puede decir,
porque muchos que están a su lado no lo entienden. Además de descender, tienen
que llevar en su alma, esa herida, que no pueden expresar, porque los de al
lado, no quieren entenderlos. Los que ascienden en la escala social, pues
tienen que adaptarse a nuevas realidades, que no siempre lo consiguen, y,
muchos quedan aislados, porque no son de abajo, o más abajo porque han
ascendido, y, no son de lo alto o de la altura que han llegado, porque todos
los niveles tienen sus mecanismos y sus aceptaciones y sus adaptaciones…
Pero
a algunos, nos consta, que por envidia, cuándo estaban más altos, los
silenciaban o marginaban, y, cuándo han descendido, por otras razones, también
los marginan o silencian, porque están más bajo… Esta es una realidad de la que
no se habla-escribe… Paz y bien.
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (11-18 agosto 2024 cr).
Fin artículo 4.378º:
“Hablaremos de un tema que nunca se habla”.
E.
18 agosto