Artículo Periodístico 4.351º: “El Acueducto de Segovia y el Puente de Alcántara”.
Dos realidades que llevan veinte
siglos con nosotros y algo más, dos realidades materiales sin funcionalidad
estética primaria o esencial pero que son dos obras de arte.
Lo
útil es bello y lo bello puede ser útil. No solo es belleza lo que se hace por
belleza, que también, sino aquello que tiene unas normas mínimas y se convierte
en belleza. Es útil, durante siglos ambos puentes, uno para llevar agua, otro
para llevar personas, uno para llevar agua por arriba en su lomo, otro para que
el agua siga volando por debajo de sus ojos-vientre...
Cuándo
era pequeño, me llamaba, enormemente la atención, cuando veía los castillos que
tenían siglos, especialmente, algunos que atravesaban la línea de Ferrocarril
desde Puertollano a Madrid, en la lejanía se veían, altos y sus ruinas y
paredes caídas no se apreciaban desde lejos. Comprendía y entendía en la mente
del paso de la infancia a la primera adolescencia que el ser humano es un
bocadillo de historia, van entrando capas y capas como en un sándwich y, van
subiendo y ascendiendo el bocadillo, y, como los sedimentos van quedado algunos
fósiles de lo que ha sucedido, y, otros se olvidan, como en la vida.
Pensaba
un sujeto el otro día, que ya ha vivido veinticinco mil días, al atravesar otro
puente de la historia, algo del pasado, en este caso, una catedral medieval,
que si hubiese, según el rito católico, si se hubiese acercado a la Eucaristía,
cada día, si ha vivido veinticinco mil días, digamos desde la adolescencia
habría comulgado casi dieciocho-veinte mil veces. Para los que creen que el
rito católico de la comunión es una realidad, se imaginan ustedes las veces,
que una persona habría entrado en unión o comunión directa con ese Misterio de
la Eucaristía. Cuántos religiosos y sacerdotes y obispos habrán ya, producido
esa unión, ese Enigma y Misterio religioso y espiritual, entre la Trascendencia
y su inmanencia, quizás veinte mil veces, quizás treinta mil veces…
Me
he preguntado algunas veces, ya que los romanos fueron capaces de realizar esos
acueductos, se dice que la ciudad de Toledo también hubo uno, muy largo, como
casi todos. Pero me pregunto, cómo ya que estaban haciéndolo, podrían haberlos
hecho un poco más anchos, y, podría haber servido de camino y de vía para las
personas. Al menos para las personas. Quizás, en su idea práctica de imperio y
de ciudadanos, eran conscientes que tenían que ser útiles solo para transportar
agua. Pero me he hecho esa pregunta. Habría ahorrado distancia, al menos en
algunos cientos de metros, habrían sido más cómodos, habrían sido o tenido
doble finalidad útil, transportar agua y transportar personas aunque hubiese
sido andando o caminando. Porque disponía de la función estética, y, la función
simbólica del poder, del poder romano.
Se
cuenta y se narra, que cuándo los romanos visitaron Egipto, y, vieron las
pirámides, no les llamó la atención y les desagradó. No olvidemos que Roma fue
una República de los ciudadanos libres, el pueblo tenía un lugar, el Senado que
representaba al pueblo, y, a la aristocracia también. Roma en sus tres grandes
etapas históricas: Monarquía, República, Imperio, siempre estuvo y miraba al
pueblo, y, el pueblo se sentía reflejado en Roma, con todos los matices que se
quiera, esta afirmación, Roma fue la República de su tiempo que más escuchaba
al pueblo –no sé, si Cartago también, pero han quedado tan pocos datos-. Roma
construyó realidades que favorecían al pueblo, por eso permaneció y duró
durante siglos…
He
pensado mucho, durante muchos años, de una forma poética y con algunos datos,
de estos dos puentes que mencionamos, y, de paso con otros que están sus restos
por toda Europa. Siempre he pensado, que pudo haber tres clases de
constructores, los ingenieros y los arquitectos que eran personas libres, y con
especialización; las personas contratadas por un salario y los esclavos.
Algunos indican que las legiones romanas podrían también intervenir en algún
proceso.
Si
no recuerdo mal, no voy a mirarlo a Internet, porque tampoco un artículo de
opinión es llenar de datos una tortilla de palabras, hay que dejar algo a la
imaginación y algo a la duda. Siempre me ha llamado la atención que el Puente
de Alcántara se conoce el ingeniero jefe o arquitecto, y, siempre me digo,
personas anónimas, cientos que intervinieron, sea como soldados, sea como personal
contratado por un salario, sea por ser esclavos. Esas personas anónimas
hicieron un puente, dos puentes, que ha durado siglos. Y, que ha sido eficiente
y eficaz para cambiar el mundo.
Hoy,
me he encontrado con un artículo del maestro del columnismo, Francisco Umbral, que se titula, El
Acueducto, publicado en El Mundo, el 15 del 06 de 1996, que
nos habla precisamente del Acueducto de Segovia. Pero frente o debajo de dicho
acueducto, uno siente, uno, cuándo ha estado debajo de esas bocas que se abren
al espacio, durante siglos, ya dos milenios, uno sabe, hasta que las piedras se
olvidan, algunas permanecen, pero muchas se olvidan. Es la sensación de la
grandeza y de la fragilidad humana, hacemos cosas que duran miles de años,
hacemos cosas que los mismos hombres y mujeres que las hacen se olvidan, pero
siguen sus obras, y, que los imperios también caen en decadencia y desaparecen,
en parte.
Uno,
se pregunta si el Imperio Occidental, que tanto ha copiado del romano y de
Atenas y de Esparta y de Jerusalén, uno se pregunta, si el imperio occidental
está a punto de ir entrando en una decadencia sin remedio… Si el imperio
europeo está entrando en las fauces de lo que fue, uno se cuestiona si estamos
al principio de esa caída, o solo es una crisis que remontaremos… ¿Usted lo sabe…?
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (20 julio-04 agosto 24 cr).
Fin artículo 4.351º:
“El Acueducto de Segovia y el
Puente de Alcántara”.
E.
04 agosto