Artículo Periodístico 3.972º: “Las diferencias entre los barrios y D. Gistau”.
Las
personas viven en su ser, en sí mismas, pero también en sus familias y casas,
pero también en sus barrios, pero también en sus localidades, también en sus
naciones-Estados…
Vivimos en un conjunto de conjuntos
de realidades, que no están unos dentro de otros, como las famosas muñecas
rusas, sino que se interrelacionan, se parten y comparten, tienen variables que
se besan y se concausan y otras que se retiran… Los humanos vivimos en una
multiplicidad de mundos, al mismo tiempo. El adaptarse a todos esos mundos
quizás, sea la mayor sabiduría que se va alcanzando.
El
ser y sus circunstancias.
Uno, uno o una vive, con uno
mismo, con su ser, con su cuerpo, con sus ideas, con sus deseos, con su vida
anterior, con sus fines y deseos e intereses y sus sueños. Todo eso, forma
dentro de sí, un enorme tiovivo que está dando vueltas y revueltas. Algunas
realidades las conoce y las entiende y le son conscientes, otras, otras no lo
son…
Pero también existen otros mundos
exteriores, uno, uno de ellos es la Naturaleza que le rodea no es lo mismo
vivir y existir en el Amazonas que en la tundra siberiana, que en norte de
Alaska o en las riberas del Ganges o en el Sahara… esas geografías físicas y
culturales y sociales nos condicionan y nos limitan y nos hacen. Sin contar que
viajamos en una bola ovoide que se traslada por el universo físico… Pero además
están todas las condiciones circunstanciales y esenciales y accidentales, que
llamamos sociedad, cultura, ideología, enseñanza, trabajo, metafísica,
religión, Estado, y, mil otros grupos de entidades…
Pero de los entes que más forman
y conforman y sustentan y condicionan a los seres humanos, son los barrios,
porque ellos los pisa todos los días, por lo general, asistes a su colegio, a
su sistema de salud primario, a las tiendas y establecimientos, a las personas
que te conoces, a los pequeños bares o restaurantes, a los vecinos y
convecinos…
La
localidad y los barrios.
Por eso, en las grandes ciudades,
algunas personas, que han habitado a lo largo de varias décadas, distintos
barrios, expresan que el mundo y la ciudad, es algo diverso y diferente.
Aquellos que han escrito esta experiencia, cantan lo mismo. Algunos periodistas
o escritores que han descansado sus huesos al anochecer en distintos barrios de
Londres, Berlín, Nueva York, Madrid sienten y consienten en que la ciudad es la
misma. Pero que ellos, la sienten de modo diverso.
Si, si a lo anterior se une y
reúne y se combina con que se ha ido cambiando de trabajos y de cargos y de
cargas, y de lugares, a los que hay que ir cada mañana o cada noche. Si esto
también ha cambiado. También la ciudad se hace diversa… Las clasificaciones de
los barrios, incluso de conjuntos de cuadras o calles o cuadriculas, también lo
es. Hasta esa línea, tiene un color, pasando esa línea dispone de otro…
Es mejor no haber visitado jamás
algunas calles, de algunas cuadriculas de las ciudades. Es mejor, nunca
haberlas habitado y pernoctado, es mejor, no haber trabajado en ellas. Porque
al final, una ciudad es enorme, una gran ciudad, jamás se termina de conocer…
No es lo mismo, vivir y existir en un pueblo de mil habitantes, que en uno de
diez mil, que en una ciudad de cincuenta mil, que en una ciudad de quinientos
mil, que en una ciudad de tres millones…
Una ciudad de más de un millón de
personas, jamás se termina de conocer. En ella, existe todo lo bueno humano y
todo lo malo humano. Esta es la realidad… Estar rodeado de personas y rostros,
a cientos de miles, condiciona el existir, a semejanza que condiciona estar
rodeado de miles de árboles, o de superficies llenas de blancura de agua nevosa
y con frío hasta el tuétano…
David
Gistau.
Hoy, recuerdo al maestro del
articulismo, David Gistau, me
cuestiono muchas veces, hasta dónde habría llegado, en contenidos y en
argumentos y en productos culturales, si la vida, le hubiese dado un respiro un
poco más largo, hasta dónde habrían llegado sus ideas, más acertadas o menos,
si hubiese asistido a las bodas de sus nietos o nietas, o al menos, de la mitad
de ellos. Hasta dónde. No soy dado, por mi carácter y mi forma de ser, ni a
loar a nadie en demasía, ni a criticar negativamente a nadie en demasía. No lo
hago en la vida normal y rutinaria, tampoco en la escritura. Aunque creo que se
cazan más moscas con miel que con vinagre.
Hoy, recuerdo al maestro del
articulismo, David Gistau, al darme
de bruces con una columna suya, titulada: Madalenas, publicada en El
Mundo, el 23 de noviembre del 2018, qué habría escrito en ese texto, si
hubiese sabido que le restaba menos de dos años solares, para encontrarse ante el Buen Dios. Paz eterna al maestro del
columnismo David Gistau, se esté de
acuerdo con él o en desacuerdo en todas sus ideas o en todos sus argumentos o
en todas sus crónicas…
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (01-25 dic. 2023 cr).
Fin artículo 3.972º:
“Las diferencias entre los barrios y D. Gistau”.
E.
25 dic. 2023 a El Mundo.es.
E.
01 enero 2024 a Revista Lugar de Encuentro.com. Alicante Hoy.es.