Artículo Periodístico 3.982º: “El pragmatismo y el utilitarismo moral y político”.
Nunca
he sabido contestar a esta cuestión y este problema, sé que existen decenas de
miles de páginas de ética y de moral, en todas sus formas, sobre este tema…
¿La actividad humana, se debe
conducir por una ética y moral correcta, o, debe ser correcta pero además
utilitaria y pragmática…? ¿Es aplicable lo mismo, a un sujeto o a un individuo
en sus realidades prácticas y morales, o, debe ser distinta para los entes
sociopolíticos o socioeconómicos, o, que las autoridades máximas de la política
y de la economía, pueden dejarse y olvidar más los grandes principios éticos y
morales, y, ser más pragmáticos…?
Dirán, con razón, que hay que
mirar la realidad del caso y de las circunstancias y de las situaciones
concretas. ¿Que hay que mirar el caso o la realidad concreta que tenemos que
juzgar? ¿Entonces, no existe una norma o ley universal del comportamiento
humano, que llamamos moral y ético, que se mezcla y se combina con otros
factores de la realidad en el ser humano?
¿Por lo cual, caemos en una moral
relativa y relativista, pragmática y utilitarista según el tema y la realidad
concreta, según el sujeto que interviene y sus intereses, o según sus fines, y,
no según sus causas, o una combinación de fines y causas y medios racionales y
lógicos y morales…?
Parto del hecho y del concepto,
que “somos unos primitivos psicológicos y morales”, usted y yo, y, que vivimos
en sociedades y culturas, que en muchos sentidos, son muy primitivas. Que no
han desarrollado suficiente conceptos e ideas y enunciados más verídicos y
verdaderos, en cuanto a la moralidad, aunque haya avanzado bastante en
parámetros que estudian las ciencias naturales y físicas y matemáticas… pero en
los demás campos, somos como seres que van cojos y cojeando por la realidad y
en la realidad. Lo hemos demostrado en el siglo veinte hasta la saciedad. No
olviden que el siglo veinte, la mitad del siglo veinte, es el tiempo de su
abuelo o bisabuelo, no es el tiempo de Carlomagno,
ni de Julio César, ni de Aníbal, ni de Alejandro Magno…
Pero si todos somos pragmáticos y
utilitaristas y relativistas, todos los individuos, porque no lo van a ser, los
que sustentan el poder sociopolítico y socioeconómico. Y, si los que sustentan
ese poder o poderes máximos son relativistas, utilitaristas, relativistas
porque no lo van a ser las entidades, organizaciones, personas que ocupan
cargos y cargas intermedios, y, en general, el resto de las personas y del
pueblo, y, usted y yo y su vecino del vigésimo piso…
Porque en el fondo, no sé, si
ustedes son conscientes, que aceptemos una idea u otra, quitamos el fundamento
esencial, que mueve o conmueve el mundo de hoy. Si aceptamos un relativismo,
pragmatismo, utilitarismo -que durante siglos tenía otros nombres posibilismo,
etc.-, entonces ponemos en duda, quitamos, en gran parte el fundamento de las
Constituciones Democráticas que es el pilar del mundo teórico práctico de la
rex pública de hoy. Y, si quitamos, el fundamento último de los Derechos
Humanos, que es el pilar en el que fundamentamos todo el edificio jurídico y
social y político del mundo de hoy… -incluso el ético y moral, en muchos
sentidos, de individuos y colectivos-.
Porque no olvidemos que las
barbaridades, no existen adjetivos, inventados o descubiertos por el ser
humano, que puedan explicar, realidades que se dieron en Europa y en Eurasia en
el siglo veinte, no es porque no se cumplieron los Derechos Humanos, que desde
luego, fue por eso –porque ya existían Cartas esenciales otorgadas por los
seres humanos, por ejemplo, la Carta de los Derechos del Hombre de 1791, por no
citar otras-. Sino porque se incumplieron multitud de derechos que existían en
los códigos jurídicos de todos los países, y, desde luego se incumplieron los
códigos éticos y morales, que existían en cada momento y en cada zona, y, se incumplieron
normas religiosas que llevaban aplicándose siglos, y, se incumplieron un mínimo
de racionalidad y sentido común… porque en el fondo, se cayó, en una especie de
relativismo radical moral, un pragmatismo radical moral, y, otras concepciones
similares, que no podemos desarrollar aquí en este modesto artículo…
Todo esto y más cosas me ha
recordado y me ha sugerido al leer una columna del notable escritor y
articulista Javier Cercas, titulado:
Los
amigos de Kant, publicado en El País, el día 28 de junio del
2018. ¡Usted dirá, estimado y estimada lector y lectora…! ¡Usted dirá, pero
todos tendremos que soportar las consecuencias, posiblemente, durante
generaciones y sobre millones de personas, de lo que hoy se haga, de lo que hoy
se legisle, de lo que hoy se reglamente, de lo que hoy se pacte…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (16 dic. 23-01 en. 24 cr).
Fin artículo 3.982º:
“El pragmatismo y el utilitarismo moral y político”.
E.
01 enero
E.
08 enero