Artículo Periodístico 3.970º: “¿Los males crean y crían otros males?”.
Los
bienes crean bienes, los males crean males. Los actos humanos son en muchos
sentidos un enigma y un misterio en sí mismos, para quién los hace, para quién
los padece.
¿Los males crean males, los
bienes crean bienes? ¿Un tipo de mal realizado por una persona, no solo afecta
a esa persona que es el actor o ejecutor de ese mal, o de ese tipo de mal, sino
que ese mal tendrá consecuencias en otra persona o en otras personas, a veces,
bajo varias generaciones de personas…? ¿Sucede también con el bien o los bienes
o un tipo de bien…?
Un sujeto equis realiza un acto
A, y, dicho acto A tiene influencia y consecuencias sobre si mismo, sobre el
sujeto agente o actor de ese acto. Pero ese acto, también, puede tener
consecuencias en otras personas, digamos la persona zeta, o un grupo de
personas zetas. Y, ese acto A, tendrá consecuencias, no solo de forma inmediata
en ese grupo de personas zeta, de este momento o actuales, sino que puede tener
consecuencias en otras personas de futuras décadas. Evidentemente dependiendo
del acto en concreto y del sujeto que lo hace, y del poder o consecuencias de
ese sujeto en otros individuos…
Pongamos un ejemplo simple, yo
como sujeto equis, realizo un acto A, que en este caso es escribir y publicar
este artículo de opinión que usted está leyendo. Digamos que es leído por diez personas,
diez sujetos zeta. Y, por tanto, tiene consecuencias esta columna periodística
en diez personas, en mayor o menor medida… Si este artículo periodístico o este
acto A, es verídico o verdadero o verosímil, y, es bueno como instrumento de
información, es un bien instrumental en sí, y, es bueno moral y éticamente
–aunque haya que perfilar algunas afirmaciones-. Los sujetos zeta que lo leen,
esos diez que hemos indicado, este artículo tendrá consecuencias positivas para
ellos, a unos más que otros.
Pero además, continuemos con el
ejemplo anterior, este artículo, en mayor o menor tendrá consecuencias, porque
esta idea o concepto o enunciado, tendrá consecuencias no solo en los sujetos
zeta, que hemos dicho diez o uno, sino también, a través de ellos en otros
sujetos zeta 2, se expandirá. Derivarán consecuencias porque tendrán otros
conceptos o ideas del problema del bien o del mal, de los males y de los
bienes, bienes instrumentales y bienes morales y ambos relacionados… -sin
contar en y con otras generaciones, porque los actos, según tipo y causas y
clases, tienen consecuencias en mayor o menor grado, durante unos días, meses,
años, décadas…, véase los campos de concentración…-. Nunca pensamos, de las
consecuencias de las normativas y leyes y reglamentos en las generaciones
presentes y en las futuras…
Hay que partir de otro concepto o
axioma que olvidamos, que por lo general, salvo excepciones, ninguna persona,
hace todos los actos con bien y bondad y son buenos –salvo personas de alta
perfección moral y espiritual, que se pueden producir en la historia o dentro
del cristianismo-. Por lo general, las personas, si hacemos diez clases de
actos, hacemos nueve que son buenos y son bienes en sí, y buenos moralmente. O
si se quiere, de cien, hacemos noventa o noventa nueve bien y buenos, y, uno
mal.
Esto es esencial, porque no
podemos distinguir, a veces, que la persona que en general, realiza actos
buenos y para el bien, en varios sentidos y en varias clases, puede hacer, un
tipo de actos que no son buenos. Clásicamente, si digamos existen siete males
capitales, siete pecados capitales, en taxonomía de siglos, alguien puede caer
solo en la lujuria o solo en la vanidad o solo en la soberbia o solo en la
ira-cólera, solo en… pero, en los demás actos, suelen ser personas normales en
cuanto a la medianía y el valor de sus acciones y sus actos. Es más, puede en
algún aspecto de la realidad ser excelente. Alguien puede caer en la lujuria,
pero ser y tener una enorme capacidad de trabajo, en cuanto a la pereza, no cae
en ese problema psicológico, ni moral… Por eso, nos puede parecer tan difícil
distinguir los actos en sí, su valor en sí, su valor moral en sí, y, sus
consecuencias… O, una persona hacer bien y bienes a muchas, y, solo hacer mal y
males a una en concreto…
De hecho, en general, podemos
pensar, que los sujetos, hacen más actos buenos que malos, pero hacen malos.
Los actos morales y los actos en sí, tienen muchas dimensiones y muchas
consecuencias económicas, familiares, afectivas, morales, espirituales, políticas,
sociales, culturales, etc. Para uno mismo, para quién los hace, consecuencias
para otros, que directamente sufren esos actos, pero también, incluso, en
algunos casos consecuencias para otras personas que vendrán después, otras
generaciones… Porque puede suceder lo de la rueda del sufrimiento de Buda, el
sujeto A es lujurioso, y ese mal, se traspasa a su siguiente generación, que el
sujeto B, no es lujurioso pero ha caído en la ira y la cólera, y, a su vez, el
sujeto C, digamos la tercera generación, no es nada de lo anterior de sus dos
generaciones precedentes, pero ha caído en el vicio del juego, etc.
Existe una cuestión, de fondo y
esencial, que es saber, distinguir, con la máxima claridad el bien y el
no-bien, el bien y el mal concreto –sin caer en laxismos, ni en problemas de
escrúpulos-. También distinguir, que un acto es bueno o es malo, tenga el grado
de responsabilidad o de causa el que lo hace, que puede tener más o menos
responsabilidad jurídica o moral, pero el acto en sí, es bueno o es malo. Tercero,
cómo defenderse de forma justa y racional y equitativa y eficiente, de los
actos malos, que otros hacen y que nosotros padecemos. Cómo defenderse del mal
y del mal concreto, es uno de los graves problemas que el ser humano tiene que
dilucidar, y, no es fácil. Cuarto…
El grave problema de nuestro
tiempo, es que por desgracia, muchos males morales y éticos, que durante siglos
se han tenido claros que eran males, se toman hoy, como buenos, necesarios,
liberadores, y, se les ha puesto notas positivas. Este es una de las grandes
fuentes del mal y de la maldad humana hoy.
Así, sucede que cada uno de
nosotros caemos en un error grave, cuando no son dos, que se hibridan y se
sinergizan y se unen entre ellos. Puede que en lo demás, seamos excelentes y
notables personas, pero unos hemos caído en la pereza o gula o soberbia o
vanidad o avaricia o lujuria o envidia,
etc. Pero claro está, nos conformamos, pensando que somos así, y, no podemos
cambiar. Vinagre sobre vinagre, veneno sobre veneno… (Ahora este artículo, como
no les interesará, ni leerlo, ni pensar el fondo de la cuestión y la
superficie, dirán que está lleno de argumentarios sin sentido…). ¡Paz y bien…!
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (15-25 dic. 2023 cr).
Fin artículo 3.970º:
“¿Los males crean y crían otros males?”.
E.
25 dic.
E.
01 enero