Artículo Periodístico 3.647º: “Sin consigna en una de las estaciones de Madrid”.
Hace
unos meses, los dos viajeros, llevaron sus huesos y sus almas, por un par-trío
de días, a la capital de la villa y corte… Y, en una gran estación ya no había
consigna…
Preguntamos y repreguntamos, y,
obtuvimos la información, que a raíz del COVID que tantos cambios han sucedido,
quizás antes, pues dejó de funcionar dicha realidad. Con lo cual, podrán
ustedes entender y comprender, el trastorno, que acarrea a decenas de personas
cada día, que pasan por ese gran nudo de comunicación de la gran capital, al no
tener un lugar para dejar la maleta o el maletín o la bolsa o la carpeta,
durante unas horas, o quizás, unas decenas de horas. Mientras que tu cuerpo y
tu mente y tu carne y tu alma y tus nervios los trasladas a otro lugar de la
ciudad.
Un servicio, que hasta dónde sé,
cambiando de formas y estructuras y tecnología e infraestructura ha estado en
esa estación durante décadas. Porque lo hemos utilizado de una manera y de
otra. Un servicio que es necesario, un servicio que debe estar dentro de la
estación. Un servicio para hacer más fácil el turismo, tanto que se habla del
turismo… Alguien tiene tres horas libres, hasta que vuele su tren. Va por todas
las calles de alrededor con su maleta prendida del cuello con un alfiler…
No sé la razón última de dejar
este servicio. No sé si se debe a cuestiones de seguridad, no sé si es por
razones de gasto económico, no sé si es porque a alguien se le ha ocurrido
realizar esa actuación, para mañana, al cabo de unos años, disponer de un local
para poner una actividad lúdica o de restauración del cuerpo y la sangre…
No sé, si en otras consignas que
existían por todos los medios de comunicación terrestres o aéreos o
ferrocarriles o navales están haciendo lo mismo. No sé, si será una orden que
viene desde la legislación vigente, o es un acto operatorio –como muchos
indicarían en filosofía-, un acto instrumental o un acto práctico… Pero con
toda la mesura y sosiego y equilibrio que intento exponer con palabras y frases
y juicios y sentencias: creo que es un ENORME ERROR, que en concreto una de las
grandes estaciones de ferrocarril de Madrid, de España, de Europa no dispongan
de ese servicio tan esencial.
No hagamos la vida más difícil a
los demás, sino hagamos la vida más fácil. No solo se necesitan servicios del
bienestar social, proporcionados por el Estado –sanidad, educación, defensa,
seguridad, servicios sociales, y, todos los demás-, que la evolución histórica,
después de siglos de arar huesos y dolor, ha ido consiguiendo. Sino que para
vivir y existir, de forma sosegada y tranquila, hay que tener “servicios mitad
públicos, mitad privados”, es decir, quizás, no sean totalmente productivos, y,
también haya que poner una cantidad de dinero privado y público...
Pero esos servicios son
necesarios. Se cuida a las personas de la tercera edad, en multitud de campos.
Imaginen que lleguen una pareja joven o adulta o ya en el tramo final a esa
estación de ferrocarril. Imaginen que arrastran una gran maleta. E, imaginen
que tienen que trasladarse a un lugar o dos de la ciudad, pero deben dejar la
maleta en algún lado y lugar y tiempo. La estación ese servicio es necesario,
absolutamente necesario. Imaginen que ese par de ancianos han dejado el hotel
por la mañana, a las doce de la mañana, pero su tren no sale hasta las ocho de
la tarde. Qué hacen con la maleta, la dejan en el hotel, tienen que estar todo
el día, viajando por la ciudad, y, después ir al hotel, y después, ese
movimiento…
Existen miles de casos posibles.
Miles de circunstancias. Miles de personas que necesitan ese servicio. Solo
puedo pedir, a quién gestione dicha realidad, a quién dirija esa realidad, que
quizás, él o ella no tenga que hacer grandes cosas de bondad y piedad y
misericordia en la vida. Pero que hoy y ahí tiene una posibilidad de realizar
un bien grande. Nadie se lo agradecerá. Nadie le dirá has hecho algo bueno por
la humanidad. Pero yo, yo desde aquí, le indico, que si vuelven a abrir esa
consigna de esa estación de tren de Madrid, y, de otras que pueda existir en
este terruño de España, habrán hecho un bien enorme. Podrá durante muchos meses
y años, sentirse orgulloso-a que ha contribuido al bien común y al bien
general, a la humanidad, a un par de jóvenes que han ido por primera vez a
Madrid, a un par de ancianos que vienen a despedirse de su nieto a esta gran
ciudad…
Por otro lado, sitúen mil cámaras
para la seguridad. Y, así, ese problema se resolverá, o pidan el DNI, o, o, o…
(¡De todas formas, envíen esta carta a quién tenga el poder de cambiar esta
realidad! Gracias…).
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jmm caminero (03-28 junio 2023 cr).
Fin artículo 3.647º:
“Sin consigna en una de las estaciones de Madrid”.
E. 28 junio