Artículo Periodístico 3.694º: “Asumirse ser observador/pensador/escritor”.
Hay personas con doble vida en
relación a la escritura y al pensamiento. Pueden haber estado durante toda la
vida en estos menesteres, pero han sido muy discretos.
Quizás, debido a múltiples
razones y causas, conscientes y no-conscientes, quizás, por temor a envidias y
navajazos de diverso tipo, quizás debido a vivir y existir en provincias, dónde
los ritmos de la noria y el tiempo van de otra forma o manera, quizás, porque
en el fondo existen muchas realidades y matices, que nunca se cuentan, pero que
se saben, quizás al quizás…
Puede una persona haberse pasado
décadas rumiando y laborando su arte o su saber, y, quizás círculos cercanos
con los que habla, no conocen y no saben su realidad esencial y profunda, en
ese sentido. Puede esa misma persona, literalmente, haber enviado, muestras de
su trabajo, a miles de personas y entidades locales, provinciales, regionales,
nacionales, europeas, americanas, y, siempre recibir el silencio como respuesta
sin carta y sin sello y sin matasellos…
Puede, que (se) llegue el final
del (su) camino de su existir, aunque no sepa, ni cuándo, ni cuánto, ni como,
pero ser consciente que está en la trayectoria final, y, entonces, quizás, ya
aconsejado por unos y por otros, ya, temiendo que todo el trabajo realizado se
pierda, no es que no tenga importancia, que al menos, casi nadie se la otorga,
entonces, sale del sillón y empieza, a mostrar algo del trabajo, o, mucho, de
alguna manera, a muchas más personas, ya, ya en general, sean de los diversos
círculos que constituyen la vida humana.
Porque en estos oficios de la
escritura-pintura, que para mi modesto entender, tiene muchos puntos en común,
son dos lados del mismo triángulo. A mi parecer, existen dos tipos básicos de
personas, en estos oficios de la cultura y de la creación cultural y de la
investigación cultural. Aquellos que su manuscrito o libro de mil poemas, lo
van enseñando a todos los que conoce y a los que no conoce, incluso si se
encuentran el gato de la vecina, también les hablan de su gran libro.
Y, otros, creo que en número
menor a los primeros, que siempre trabajando y laborando, combinada con la
vida, son más parcos en la enseñanza/muestra, envían a los agentes culturales y
a la industria cultural, pública y privada, pero son discretos. Piensan que hay
muchos genios a lo largo de la historia, y, que es muy difícil competir con
ellos. Que según etapa de la/su vida, hubo un tiempo que esperaban ocupar un
lugar en este ranking, también con beneficios económicos, y, después, aunque
hayan estado enviado a miles de personas y entidades, después, se va nublando
el futuro y la esperanza.
Y, llega esa etapa final, que
solo esperan, que al menos, no se pierda, no se destruya, y quede para la
posteridad, quizás, para que algunos especialistas o expertos, dentro de
cincuenta años, quieran beber algo de sus aguas. Quién sabe si estudiar algo de
ello. Quién sabe, la pequeña y última esperanza, sea una obra notable en el
conjunto de la cultura regional o provincial, pero quizás eso sea soñar, porque
el escritor es un soñador, y, cualquiera del arte, sueña que puede decir algo,
algo nuevo y verdadero…
Hay personas, que con más de seis
décadas de su existir, no han sido capaces que ninguna empresa editorial, ni
pública, ni privada les haya editado un libro, que apenas ningún blog o revista
cultural de y en Internet, -no hablamos de las de papel, aún menos-, le haya
mencionado alguna vez su trabajo o muy pocas veces, que cientos de páginas y
Webs existentes de cultura, cultura en general, o de literatura o filosofía o
pensamiento o poesía o arte plástico, le hayan puesto un enlace a sus páginas,
que casi nadie haya comentado su obra, que puede estar constituida en el papel,
por miles de páginas escritas, por miles de dibujos y pinturas, repartidos por
el mundo, quizás, perdidos en y por el mundo…
Es más sus redes sociales, en las
cuales muestra algo de su trabajo, dispone, de una veintena de suscriptores,
sea en video, en blogs de escritura, sea en las otras redes masivas… Con lo
cual, un autor o autora en esas condiciones, se tiene que plantear, humilde y
honestamente, que no todo el mundo va a estar desacertado y él o ella, como
autor acertado, que no todo el mundo va a tener mala intención y mala finalidad
y malas artes y él/ella como autor/a va a estar acertado, va a ser un ser
incomprendido… tiene que aceptar un juicio enormemente, difícil y duro, una
obra de arte, como dicen expresaba Picasso,
tenía dos firmas, la del autor, y la de su sociedad y sus coetáneos y los
entendidos en ese saber… Y, si no se producen ese doble consenso, autor y público
especializado y en general, pues esa producción cultural, no se valora.
No creo que sea mucho pedir, por
un lado el autor, este tipo de autor, tenga que aceptar, que es un escritor,
que es o debe ser el último del ranking de calidad del mundo y de su época.
Pero la sociedad, también, se le puede exigir, que esa producción cultural, se
conserve para el futuro. Que se busquen formas o maneras para dicha acepción y
aceptación. Que mil poemas, pongamos el caso, aunque sean los peores del mundo,
merecen que queden para las siguientes generaciones.
Es mucho pedir eso, cuándo ahora
se recicla todo, porqué no se pueden conservar la producción cultural, aunque
sea pésima de miles de autores, de cientos de saberes, aunque sea en forma de
imágenes o textuales en informática… ¡¿Es mucho pedir…!?
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (15-26 julio 2023 cr).
Fin artículo 3.694º:
“Asumirse ser
observador/pensador/escritor”.
E.
26 julio