Artículo Periodístico 3.653º: “A. Requena: Microviolencias y macroviolencias”.
La
violencia y el mal y la maldad son islas que tienen muchos puentes que se
interrelacionan. Cada época o tiempo se fija en unas y olvida otras…
La historia de todos los sistemas
de pensamiento: filosóficos, religiosos, metafísicos tienen un eje principal y
esencial que es intentar erradicar la violencia, el mal, la maldad, primero del
corazón de los humanos, segundo, de la práctica o acción de esos seres humanos,
tercero, a nivel individual y a nivel colectivo y a nivel social y a nivel
estatal.
¿Qué sucede ahora, en líneas
generales? Qué podemos indicar, que los sistemas jurídicos europeos y
occidentales tienen un alto nivel ético y moral, basado en los principios de
los Derechos Humanos de 1948, esencialmente, y, todas las Cartas de Derechos
anteriores y posteriores hasta llegar a ese momento. Pero por otro lado, ha
sucedido una paradoja que a nivel individual, grupal, colectivo, social los
sistemas tradicionales morales y éticos han disminuido.
Se podría indicar que en Europa
la gran fuente sustentadora de los derechos y derechos humanos y de la moral y
de la ética, seamos ateos o agnósticos o escépticos o creyentes en cualquier
sistema, ha sido el cristianismo. Si este lo hacemos disminuir, reducir,
declinar, debilitar, no enseñar, en la práctica se produce que la “moralidad
común” gestada durante siglos, y, aceptada en mayor o menor grado por
generaciones y generaciones, habiendo evolucionado y matizado y argumentado
durante generaciones, pues se ha perdido en gran parte.
¿Qué sucede ahora? Que por un
lado en el sistema jurídico tenemos los grandes derechos y fundamentos de
derecho más morales de todos los tiempos, en líneas generales, pero a nivel
individual, colectivo, grupal, los humanos han dejado de entender, conocer,
creer, aplicar, practicar grandes principios morales y éticos fundamentales,
derivados del cristianismo. Y, por consecuencia en los ámbitos personales,
individuales, colectivos, sociales ha aumentado el sufrimiento y las penas y
las angustias… porque hemos ido dejando de “aceptar esos principios morales y
éticos…”. Aplicado a cualquier tema y actividad, aplicado a cualquier realidad
humana…
Es la enorme paradoja y perplejidad
y antilogismo y contradicción y contrariedad, en Occidente, vivimos, en líneas
generales, con los grandes principios jurídicos, aprobados por Leyes y
Constituciones, pero a nivel moral y ético, vivimos y existimos con “una ética
y moral de hipermercado”, cada uno se hace la que desea y quiere, con lo cual,
aumenta el sufrimiento, la pena, la angustia, la inmoralidad, la amoralidad, la
antimoralidad, el dolor… No todo el mundo cae en todos los errores morales,
pero cada uno cae/caemos en uno o en dos, unos caemos en la vanidad, otros en
la soberbia, aquellos en la lujuria –con distintos nombres liberadores ahora-,
los de al lado en la gula, los del otro lado, en la avaricia, aquellos en la
ira-cólera… y, otros errores concretos morales…
El concepto/nombre de
micromachismos, que acepta y aplica y materializa y cristaliza, en un blog, la
escritora y periodista y articulista, Ana
Requena Aguilar, me parece enormemente correcto y acertado y adecuado y,
que tiene un horizonte de desarrollo conceptual y práctico de gran envergadura.
No sé, si podría llegar a ser una “categoría moral”, pero desde luego, me
parece que es un concepto e idea y enunciado y término, casi categoría esencial
para comprender y entender el mundo de hoy…
Esa violencia hacia la mujer, esa
violencia de grado pequeño, pero no por ser pequeño no tiene importancia, sino
que tiene graves consecuencias. Es y pienso que es un mal que hay que ir
erradicando, eliminando y desapareciendo. Ese concepto que podríamos ampliar a
algo así como “micromal, micromaldad, microviolencia”, está y me temo en la
sociedad, en multitud de grupos sociales, entidades, personales, individuales,
teóricos y prácticos…
Esa micromaldad que se puede dar
no solo contra la mujer, pero por ejemplo se puede exportar e imponer y
materializar: en las críticas periodísticas o en los artículos periodísticos,
la que se puede dar en las escuelas, aquella que puede surgir en los senos
familiares, nucleares y amplios, aquellas en las amistades, en el mundo
laboral, entre amistades, en el mundo de la cultura, etc.
Todos esos “pequeños males” que
acumulados no son tan pequeños, ¿qué es el bulling, sino la acumulación de
pequeñas violencias contra una persona en la escuela o en el trabajo, y que se
puede ir ampliando, incluso en cualquier seno o ser o ente social, que se va
acumulando en cantidad y en calidad…? Muchos pequeños males y micromoles y
violencias y microviolencias pueden llevar a una persona a un punto sin salida.
Tener consecuencias enormemente negativas para una persona y para esa persona y
para esa familia de esa persona, donde vive y existe, pero no solo en esos años
adolescentes sino en todo su desarrollo vital. Porque un mal acumulado pequeño, se puede convertir y derivar en otros
males, males mayores y medianos, que se van haciendo una bola más grande…
No somos conscientes, del mal que
podemos hacer, de la maldad que representan esos pequeños males que hacemos a
otros. Pequeños males que juntados no son pequeños males… que se pueden hacer
contra una persona u otra. Males que pueden condicionar su vida esencial y
accidentalmente… El concepto de micromachismos, pequeños males, pequeños
errores y pequeños sufrimientos que se producen hacia la mujer. No es cosa
pequeña, no es cosa de olvidar… Pero difiero de muchos que intentan anular
estos males en los métodos de lucha contra ellos, que no solo se pueden
combatir con leyes jurídicas, ni solo con leyes y normas sociales, ni solo con
educación y enseñanza, sino con todo eso, y, además con una ética y moral
correcta –individual, grupal, social, etc-..
Me temo que el mal de Europa, es
que estamos olvidando los grandes principios morales y éticos, que se basan en
el cristianismo, y, esta es nuestra gran herida y nuestra gran debilidad,
porque aunque usted o yo o su vecino seamos ateos o agnósticos, podemos pensar
que el cristianismo, en sus principios generales, ofrece una ética y una moral
correcta para todos y para todas-.
Paz y bien a las mujeres que son
la mitad de la humanidad… no olvide que su madre es una mujer, que su abuela es
o era una mujer, que su hermana es una mujer, que su nieta es/será una mujer,
que su biznieta es/será una mujer…
http://filosliterarte.blogspot.com.es ©
jmm caminero (20-28 junio 2023 cr).
Fin artículo 3.653º:
“A. Requena: Microviolencias y macroviolencias”.
E. 28 junio